EL AÑO DE SUS REDIMIDOS LA SEÑAL DEL DÍA DE VENGANZA

Isaías 63

Texto de Alocución por V.T.Houteff

Ministro de los D. ADVENTISTAS del Séptimo Día,

el Sábado 31 de Mayo de 1947

Capilla de Monte Carmel

Waco, Texas

Vamos a estudiar ahora el capitulo 63 de Isaías. Encontramos que en este capitulo está registrada una conversación profética entre tres personas: El profeta, el Señor, y una persona que vive en el tiempo en que esta profecía se cumple. Los sujetos de la conversación son Edóm, el Israel antiguo, su libramiento de Egipto, y la redención del pueblo el día en que esta Escritura se cumple. La parte que debe interesarnos más, es saber el tiempo en que la Escritura se cumple. Para saberlo

leamos: "Tu empero eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce: Tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre." Isa. 63:16.

Las palabras de la persona que está hablando por parte del pueblo quien es traído frente a frente con la revelación de este capitulo, revelan que él y su son desconocidos para Abraham. Puesto que Abraham sabia bien acerca del nacimiento de Israel antiguo, pero comprendió prácticamente nada acerca del nacimiento de los Cristianos, entonces estos últimos deben ser el pueblo del cuál el ignora. La Verdad se destaca claramente entonces que este capitulo, encuentra su cumplimiento en la época Cristiana. Para encontrar ahora si se trata de la primera, o la última parte de la era cristiana, leamos los versículos 18 y 19; también Isaías 64: 10,11, porque el capitulo 64 es la continuación del capitulo 63.

Versículos 18, 19. "Por poco tiempo lo poseyó el pueblo de tu santidad; nuestros enemigos han hollado tu Santuario, hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuáles nunca fue llamado tu nombre." Isa. 63:18, 19.

Capitulo 64: 10, 11. "Tus santas ciudades están desiertas, Sión es un desierto, Jerusalén una soledad. La casa de nuestro Santuario, y de nuestra gloria, en la cuál te alabaron nuestros padres, fue

consumida por el fuego, y todas nuestras cosas preciosas han sido destruidas."

Se ve aquí que el anhelo del pueblo es la restauración del templo, y la adquisición de la tierra otra vez. Ahora por el hecho de que el "templo," y la "tierra" están todavía en manos de los Árabes, y Judíos incrédulos (los que nunca fueron llamados por su nombre, nunca llamados Cristianos) es prueba positiva, de los capítulos 63 y 64, tienen su cumplimiento en la última parte de la era Cristiana, la parte en la cual el tiempo de los Gentiles en la tierra prometida se cumple. Además, el hecho de que nuestro mensaje para hoy nos ha hecho clamar al Señor por tal liberación, significa que el tiempo del cumplimiento de la profecía de estos capítulos, ya está aquí.

Sabiendo ahora positivamente que estos capítulos conciernen a usted y a mi, estamos listos para empezar es estudio de estos capítulos, verso por verso --

Versículo 1. "Quien es este que viene de Edóm, de Bosra, con vestidos bermejos? Este hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar."

En visión el profeta vio a alguien con vestidos manchados de sangre, volviendo prestamente de Edóm y Bosra. A la pregunta del profeta: "¿Quien es este que viene de Edóm, de Bosra, con vestidos bermejos?" se le dio la contestación, "Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar."

¿Quien otro podría ser, sino el Señor, el Salvador del mundo, el Grande para salvar?

Otra vez se le preguntó:

Versículo 2. "¿Porque es bermejo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado el lagar?

La respuesta a estas preguntas nos introduce a una serie de eventos solemnes, los eventos registrados en:

Versículos 3, y 5. "Pisado he Yo solo el lagar, y de los pueblos nadie fue conmigo: pisélos con mi ira, y hollélos con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensuciaron toda mi ropa. Porque el

día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos es venido. Y miré, y no había quien me ayudara, y maravilléme que no hubiera quien me sustentase: y salvóme mi braza, y sostúvome mi ira."

La expresión, "Pisado he Yo el lagar," "Y miré, y no había quien ayudara; y maravilleme que no hubiera quien me sustentara," (todo en tiempo pasado) muestra el celo y la determinación del Salvador por salvar a Su pueblo engañado a Su primer Advenimiento, aunque no hubo ninguno con El para ayudarle; es decir, todos los sacerdotes y dirigentes religiosos -- la Conferencia General de su día (el Sanedrín) estaban en contra de El en lugar de ayudarle en So obra. Pero las declaraciones, pisélos con mi ira, y hollélos con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensuciaron toda mi ropa. Porque el

día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos es venido. Y miré, y no había quien me ayudara, y maravilléme que no hubiera quien me sustentase: y salvóme mi braza, y sostúvome mi ira." ( todo en tiempo futuro -- [en inglés]), muestran que la condición actual de la iglesia, no sólo es igualmente mala, sino hasta mucho peor. ¡Cuan verdadero que la historia se repite! Como el día de venganza se acerca, los que deben sostener y ayudar la obra de redención, los ministros y dirigentes religiosos, el Sanedrín Antitípico de hoy (la Conferencia General), se ven impidiendo, obstaculizando Su esfuerzo para alcanzar la gente. De esta forma incurren en su desagrado, y necesariamente se ciñe para liberar a Su pueblo de las manos de pastores infieles. Causan que se manche Sus vestidos con la sangre de ellos mientras las pisa en su furor.

"Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre. [ todo en tiempo futuro en inglés]"

La breve explicación del Señor, acerca de la situación, es amplificada por el proferta Ezequiel. El dice:

"Y clamó a mis oídos con gran voz diciendo: Los visitadores de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano un instrumento para destruir, y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba, que está en el aquilón, y cada uno traía en su mano un instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lienzos, el cuál traía en su cintura una escribanía de escribano; y entrados, paráronse junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín sobre el cuál había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lienzos que tenia en su cintura la escribanía de escribano. Y díjole Jehová: Pasa por enmedio de la ciudad, por enmedio de Jerusalén, y pon una señal en la frente, a los que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de el, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede alguno: más a todo aquel sobre el cuál hubiere señal, no os acerquéis, y habréis de comenzar desde mi Santuario. Comenzaran entonces desde los varones ancianos que estaban delante del templo." Ezequiel 9: 1-6.

La profecía de Ezequiel revela claramente, que esta obra de purificación toma lugar en la iglesia (Jerusalén) , en el tiempo para separar los infieles de entre los fieles, el tiempo para destruir la "cizaña" (Mat. 13: 30), para echar fuera el pez malo (Mat. 13: 47-49),para purificar la iglesia (Testimonios, Vol. 5, p. 80), para purificar el ministerio (Ma. 3:1-3); para limpiar el santuario (Dan. 8:14)-- la obra de Juicio para los vivos. El Espíritu de Profecía de nuestro día dice:

"Más los días de la purificación de la iglesia se acercan con gran prisa. Dios tendrá un pueblo puro y verdadero. En el poderoso zarandeo que tendrá lugar, estuviéremos mejor capacitados para medir la fuerza de Israel. Las señales revelan que el tiempo está cerca, cuando el Señor manifestará que su aventador está en su mano, y que el limpiará por completo su era . . . .

"Vemos aquí, que la iglesia, el Santuario del Señor, fue la primera en recibir el golpe de la ira de Dios. Los ancianos, aquellos a quienes Dios había dado gran luz, y que se habían destacado como guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían traicionado su cometido. Habían tomado la actitud de que no necesitábamos esperar milagros, ni en la marcada manifestación del poder de Dios como en los tiempos antiguos. Los tiempos han cambiado. Estas palabras fortifican su incredulidad, y dicen; el Señor no hará bien ni mal. El es muy misericordioso para visitar a su pueblo en juicio. Así que paz y seguridad, es el pregón que los hombres que nunca levantarán sus voces otra vez como trompeta, para mostrar al pueblo de Dios sus transgresiones, y a la casa de Jacob sus pecados. Estos perros mudos que no querían ladrar son los que sienten la justa venganza de un Dios ofendido. Hombres, mujeres, y niños perecen juntos." 5-Testimonios para la iglesia, pag. 80, 211 en inglés.

Y el apóstol Pedro añade: "Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si primero comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿en qué irá a parar el impío y pecador?" 1 Ped. 4:17,18.

Ya que el pueblo actual de Dios no está en la tierra de Edóm, al sur de Palestina, sino que está esparcido por toda la tierra, y puesto que el Señor ha de matar a todos sus enemigos a fin de librarlos de ellos, la verdad está bien clara: se tratan de Edóm y Bosra antitípicos.

Después que Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas, el fue llamado Edóm; y el nombre de Bosra significa "redil." Es claro entonces que los Edomitas de Isaías 63: 1 son los que en nuestros días han vendido su primogenitura, y quienes al mismo tiempo están persiguiendo (como Esaú a Jacob), a los que han comprado esa primogenitura, por así decirlo. Así es que como el pueblo de Dios tenían que liberarse del Sanedrín en el día de Cristo, ello tiene que liberarse de la Conferencia General , los hermanos Edomitas antitípicas, para poder ser guiado en toda la Verdad y en la tierra de sus padres.

Las palabras, "el año de mis redimidos es venido ," y "el día de venganza está en mi corazón," claramente dice que la obra extraña del Señor en Edóm y Bosra, es el día de venganza y una señal del regreso de Israel Antitípico (la iglesia purificada ) a la tierra natal.

Versículos. 7-10. "De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado; y en la grandeza de su beneficencia hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus misericordias. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor, y en su clemencia los redimió y los trajo, y los levantó todos los días del siglo. Más ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Espíritu Santo; por lo cuál se les volvió enemigo, y el mismo peleó contra ellos."

El testimonio de esta persona, revela que una completa transformación ha tenido lugar en él, que ha tenido una visión de la bondad del Señor, de su longanimidad, y de su tierna misericordia,-- está convencida de que el Señor no dará por inocente al culpable. Por este testimonio, de su testimonio se ve también que el Señor no es una persona cruel ni áspera que está buscando matar y destruir, sino que es bondadoso y misericordioso, paciente y justo, y que el es digno de ser alabado. El que testifica trata de probar esto, llamando la atención al tratamiento del Señor para con su antiguo pueblo, manifestando que el los toleró por largo tiempo, y que el los castiga solamente por su propio bien, para traerlos otra vez hacia El; para sacarlos de la idolatría, y de la ruina eterna.

Además de esto, esta Escritura muestra claramente que hoy en día la necesidad de la liberación es semejante a la del día de Moisés.

Versículos 11-15. "Empero, acordóse de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: Don-de está el que los hizo subir de la mar con el pastor de su rebaño? donde el que puso en medio de el su Santo Espíritu? El que los guió por la diestra de Moisés, con el brazo de su gloria; El que rompió las aguas delante de ellos, haciendose así nombre perpetuo? El que los condujo por los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezarán? El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso. mira desde el cielo, y contempla desde la morada de tu santidad, y de tu gloria: Donde está tu celo, y tu fortaleza, la conmoción de tus entrañas, y de las misericordias para conmigo? Hanse estrechado?"

Puesto que hay un clamor en la profecía por semejante liberación, como en el tiempo de Moisés, los hechos son obvios. La iglesia ha sido llevada cautiva, y ahora necesita ser libertada. El Espíritu de Profecía advirtió sobre esto hace años:

"La iglesia ha dejado de seguir a Cristo su guía, y firmemente se está regresando a Egipto. Y así todavía muy pocos están alarmádos, o asombrados por la falta de poder espiritual. La duda, y aún la incredulidad en los Testimonios del Espíritu de Dios está leudando nuestras iglesias en todas partes. Satán lo habrá hecho así. Los ministros que se predican a si mismos, en vez de predicar a Cristo, lo han hecho así. Los Testimonios no son leídos ni apreciados. Dios os ha estado hablando. La luz ha estado brillando desde su palabra, y desde los Testimonios, y ambos han sido descuidados y menospreciados. El resultado está se hace patente por la falta de pureza, devoción, y fe ferviente entre nosotros." Servicios Cristianos, p. 49, 50; 5 Testimonios, pag. 217.

Versículo 16, 17. "Tu empero eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce: Tu, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre. ¿Por qué, oh Jehová, nos has hecho errar de tus caminos, y endureciste nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad. "

Los pueblos que están clamando por liberación, son los que Abraham no conoce, y a quienes el Israel de hoy en día, (la denominación), no quiere reconocer. Esto es como fue expuesto al principio del estudio, Abraham fue ignorante de los Cristianos, y el pueblo que clama por liberación al cumplimiento de esta profecía, no es reconocido por Israel antitípica (la Denominación ) como tal. Así es que aunque Abraham no nos conoce, y aunque la Denominación no nos reconozca, con todo sabemos que Dios nos ha dada un mensaje , y que un cambio se ha efectuado en nosotros: que ya no estamos satisfechos de nuestra tibieza; y que tampoco estamos todavía inconscientes de nuestro cuitamiento, miseria, pobreza, ceguedad, y desnudez. Sabemos que está es la obra de Dios en nuestros corazones, que hemos "nacido otra vez," nacidos del Espíritu Santo, que ahora somos mejores Adventistas del Séptimo Día de lo que fuimos antes. Por lo tanto, podemos decir con confianza: Sin duda tu eres nuestro Padre, nuestro Redentor, tu nombre es eterno, aunque nuestros hermanos constantemente, y sarcásticamente nos han dicho, "No, son ustedes Adventistas del Séptimo Día."

Versículos 18, 19. "Por poco tiempo lo poseyó el pueblo de tu Santidad: Nuestros enemigos han hollado tu Santuario. Hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuáles nunca fue llamado tu nombre."[en inglés verso 19 dice: somos tuyos: nunca tu te enseñoreaste sobre ellos; ellos nunca fueron llamados por tu nombre]

Verdad es que nuestros antepasados estuvieron en la tierra, y gozaron del servicio del Santuario por un numero de años, pero considerando que ellos habían de poseerla para siempre, la declaración: "Por poco la poseyó el pueblo de tu Santidad," resulta ser la plena verdad. Los Árabes y Judíos inconversos, los que poseen ahora la tierra, no son Cristianos; ellos no son llamados por el nombre de Cristo, y nunca lo han sido.

Isaías 63: 17 -- "¿Por qué, oh Jehová, nos has hecho errar de tus caminos, y endureciste nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad."

Aquí está uno que reconoce que el pueblo de Dios está en error -- no siguiendo los caminos de Dios y que lo le temen. La suplica del mensajero es, por lo tanto, que Dios vuelva a ellos, y que no los abandone para siempre.

La oración del capitulo 63, continua en todo el capitulo 64, y es un buen ejemplo de lo que deben ser nuestras súplicas en este mismo tiempo. Leamos todo el capitulo completo:

Isaías 64:1-12. "!Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las gentes temblasen a tu presencia! Cuando haciendo terriblezas cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.

"Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto Dios fuera de ti, que hiciese por el que en el espera. Saliste al encuentro del que con alegría obraba justicia, al de los que se acordaban de ti en tus caminos: He aquí, tu te enojaste porque pecamos; en esos hay perpetuidad, y seremos salvos.

"Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras injusticias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Y nadie hay que invoque, que se despierte para tenerte; por lo cuál escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.

"Ahora pues, Jehová, tu eres nuestro Padre; nosotros lodo, y tu el que nos formaste; así que obra de tus manos todos nosotros. No te aíres, oh Jehová, sobre manera, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad: He aquí mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros. Tus Santas ciudades están desiertas, Sión es un desierto, Jerusalén una soledad. La casa de nuestro Santuario y de nuestra gloria, en la cuál te alabaron nuestros padres, fue consumida al fuego; y todas nuestras cosas preciosas han sido destruidas. Te estarás quieto, oh Jehová, sobre estas cosas? callarás, y nos afligirás sobremanera?"

Ahora es nuestra oportunidad; ahora es nuestro privilegio de hacer esta súplica personalmente la nuestra. Inteligentemente podemos ahora decir, Venga tu Reino, sea hecha tu voluntad en la tierra, así como es hecha en el cielo. Ahora podemos decir con todo nuestro corazón: "Como cantaremos canción de Jehová en tierra de extraños? Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría. Acuerdate , oh Jehová de los hijos de Edóm en el día de Jerusalén; quienes decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos." Sal.137: 4-7.

Ahora que puede ver claramente las señales y el tiempo de nuestra redención y del día de venganza de Dios acercarse en contra de los pecadores no arrepentidos, se les urge alistarse, y gemir y clamar en contra de las abominaciones, para recibir la marca de liberación, para ser entre las primicias. Ahora puede felizmente y con entendimiento buscar el Reino de los cielos y su justicia, y con toda seguridad saber que todas las cosas materiales de la vida no deben predominar sobre las espirituales, sino que todas ellas nos serán dadas por añadidura ( Mateo 6: 25-34). El cielo por lo tanto, espera que sin demora usted tome definitiva y abiertamente tome su posición sobre el lado de Verdad. Ahora que el año de Su redimido es venido, que las señales del día de venganza están aquí, ahora es su momento oportuno para hacer su decisión. No se debe atrever postergar, pues dice el Espíritu de toda Verdad:

"Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la prueba en el desierto, donde vuestros padres me pusieron a gran prueba y vieron mis obras durante cuarenta años.

Por esta causa me enojé con aquella generación y dije: "Ellos siempre se desvían en su corazón y no han conocido mis caminos." Como juré en mi ira: "-Jamás entrarán en mi reposo!" Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros un corazón malo de incredulidad que os aparte del Dios vivo. Más bien, exhortaos los unos a los otros cada día, mientras aún se dice: "Hoy", para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin, entre tanto se dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación.

"Porque ¿quiénes fueron aquellos que habiendo oído le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto con Moisés? ¿Y con quiénes se disgustó durante cuarenta años? ¿No fue precisamente con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron? Y vemos que ellos no pudieron entrar debido a su incredulidad." HEBREOS 3: 7-19.