TEXTO PARA MEDITACIÓN Y ORACIÓN
Dispuestos a someter la Voluntad
Daré lectura en el libro El Discurso Maestro de Jesucristo, principiando en la página 119, y en el primer párrafo:
"La victoria no se gana sin mucha oración ferviente, sin la humillación del Yo a cada paso. Nuestra voluntad, no debe
forzarse para cooperar con los agentes divinos, sino que debe someterse voluntariamente. Aunque fuera posible forzar
sobre vosotros, con una intensidad cien veces mayor la influencia del Espíritu de Dios, no os haría cristianos, personas
listas para los cielos....La voluntad debe de colocarse de parte de la voluntad de Dios. No podéis por vuestro propio
querer, poner los propósitos, deseos, e inclinaciones en sujeción a la voluntad de Dios, pero si estáis dispuestos a
someter vuestra voluntad a la suya, cumplirá Dios la tarea por vosotros....Muchos que son atraídos por la belleza de
Cristo, y la gloria de los cielos, resisten aun las condiciones por las cuales solamente pueden ganar estos.......La
renuncia a su propia voluntad, a sus objetos escogidos de afecto, o ambición, exige un sacrificio ante el cual vacilan,
se estremecen, y se vuelven hacia atrás. 'Muchos procurarán entrar, y no podrán.' "
¿Por qué deberíamos orar esta tarde? -- Recordemos que el yo es la única barrera entre nosotros y Dios, y que Dios nunca nos obligará a venir a El. Pidamosle poder para aprovechar la gracia tan gratuitamente provista. No nos hubiera hecho libre agentes morales si no esperara que empleemos nuestras voluntades. Debemos pedirle que nos ayude a estar "dispuestos a someter nuestra voluntad," y unir entonces nuestra voluntad a la suya, y así "obrar nuestra propia salvación." Nosotros necesitamos la fortaleza de Dios para resistir todo mal, y con está fortaleza podremos vencer al mundo, como Jesús lo venció.
LOS FRUTOS DEL UNGIDO
Texto de Alocución por V. T. Houteff,
Ministro de los D. Adventistas del Séptimo Día
Sábado 17 de Mayo de 1947,
Capilla de Monte Carmel,
Waco, Texas.
Estudiaremos el capítulo 61 de Isaías, comenzando con el versículo primero:
Isaías 61: 1 "El Espíritu del Señor Jehová es sobre Mi, porque me ungió Jehová; háme enviado a predicar nuevas
a los abatidos, a vendar a los quebrados de corazón, a predicar libertad a los cautivos, y a los presos abertura
de cárcel; a promulgar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; a consolar a
todos los enlutados."
Estos son los dos versículos que Jesús leyó, cuando estuvo en la sinagoga de la ciudad de Nazaret, el lugar a donde fue criado. El leyó estos versículos, y se sentó sin hacer ningún comentario. Como sus oyentes quedaban en un estupor acerca de por qué leyó y se sentó sin hacer comentario, Jesús se levantó otra vez, y dijo, "Hoy se ha cumplido está Escritura en vuestros oídos."
La razón dada por el poder del Espíritu sobre Jesús, es que el Señor Dios lo había ungido para predicar buenas
nuevas a los abatidos [mansos en inglés], implicando que si el Señor no lo hubiera ungido, el Espíritu del Señor no
hubiera estado sobre el. Además de esto, el fue ungido para predicar a los mansos, a los que no se creen
autosuficientes, a los que no son arrogantes, sino a los que son humildes y dóciles; la otra clase no podía ser enseñada.
El había de consolar a los enlutados, de vendar a los quebrantados de corazón, de proclamar libertad a los cautivos (no
para libertarlos inmediatamente). El "año de la buena voluntad de Jehová" es por supuesto, el día en que la Escritura
es cumplida, el tiempo en que es revelada y proclamada. Los que no prestan atención son arrebatados por la
destrucción en el "día de la venganza." Todas estas son las buenas nuevas para las cuales Jesús fue ungido. La
incredulidad y la indiferencia en la Verdad revelada es un insulto a Dios y un pecado contra el Espíritu Santo Quien
guía en toda Verdad.
Sencillamente porque el Salvador haya predicado estos dos versículos, sin embargo, no debemos concluir que el entero
capítulo fue entonces cumplido o que el cumplimiento de estos dos versos no puedan volverse a cumplir al tiempo
cuando el resto del capítulo sea cumplido. Y como el Espíritu del Señor estuvo también en aquel día sobre los apóstoles
-- sobre los que avanzaban el mensaje del Señor en aquel día, así también el debe ser en este día. cuando el resto del
capítulo llegue a su cumplimiento.
El deber de aquellos que proclaman el mensaje de este capítulo es:
Versículo 3. "A ordenar a Sión a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, oleo de gozo en lugar de
luto, manto de alegría en vez del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová,
para gloria suya."
La carga del Espíritu, es aliviar las condiciones de vida de los enlutados en Sión, la iglesia: para darles belleza en lugar
de ceniza (por arrepentimiento y humildad), oleo de gozo en lugar de luto (la Verdad Presente que se espera alumbrar
el resto del camino), y manto (carácter) de alabanza para que sean como ornamentos vivientes de justicia, una nueva
creación de Dios para que el sea glorificado.
Aquí se ve que la creación original de Dios que ha sido perdida por el pecado, ha de restaurarse. Ahora es el día
aceptable para abrir su corazón, para recibir la Verdad presente, para recrear y restaurar lo que se perdió por el pecado.
Versículo 4. "Y edificarán los desiertos antiguos, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las
ciudades asoladas, los asolamientos de muchas generaciones."
Los son hechos bellos y llenos de gozo, que están vestidos con manto de alabanza y que llegan a ser árboles de justicia
-- el plantío del Señor, Sus siervos triunfantes, los Esdras y Nehemías sin engaño de hoy día, han de restaurar todas
las cosas.
Versículo 5. "Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores."
Los extranjeros y extraños mencionados aquí, son por supuesto, no extraños y extranjeros para el Reino de Dios, sino
para la nación no son relacionados por sangre a Judá e Israel; no son del linaje de Jacob, no son de los 144,000 quienes
primero paran sobre Monte Sión, sino con ellos.
Versículo 6. "Y vosotros seréis llamados Sacerdotes de Jehová. Ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis
las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes." Así que en el Reino de Judá que está por venir, habrá
dos grupos de gentes: los ministros, y los llamados laicos.
De estas Escrituras vemos que el Reino de Dios, la iglesia purificada, libre de "cizaña" es una cosa real. No es algo
imaginario, no es ninguna cosa brumosa, flotando en el espacio sino aquí mismo en la tierra.
Versículo 7. "En lugar de vuestra doble confusión, y de vuestra deshonora, os alabarán en sus heredades; por
lo cual en sus tierras poseerán doblado, y tendrán perpetuo gozo."
Estos ministros de Dios, tendrán doble por causa de la deshonra que han sufrido, y se regocijarán en sus heredades.
¿Están despuestos a sufrir por causa de Cristo? ¿Es usted igual o diferente de aquellos que busquen gozo y amistad
del mundo y quienes tarde o temprano se encuentran muy chasqueados? ¡Crean! Es tan sencillo.
Versículo 8. "Por que yo Jehová soy amador del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto
afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo."
Juicio y justicia, este es el lema de Dios para todas sus criaturas. La declaración "Yo aborrezco el latrocinio para
holocausto," implica, que tales cosas indignos se están practicando hoy entre su pueblo. En conexión con esto, debo
decir que hace algunos años, oí a cierto miembro de la iglesia decir, que había ganado un poco de dinero en una partida
de juego, y que como su conciencia le remordía para guardarlo, ¡lo dio como ofrenda para su iglesia! También he oído
a algunos decir, que ellos trabajan en día Sábado, pero que dan a la iglesia el dinero que ganaron en ese día. Estas
situaciones pueden servir como ejemplo, de cuán ignorante y faltos de educación está el pueblo de Dios, acerca de las
cosas de Dios. !Ellos están haciendo a Dios un tahúr, y un quebrantador del Sábado, y al mismo tiempo, se imaginan
que le están haciendo un favor.
La promesa de Dios a su pueblo es: "Yo afirmaré en Verdad su obra." ¿Hemos de dudar su capacidad para ejecutar
y al mismo tiempo esperar que El nos dé un hogar en Su Reino?
Versículo 9. "Y la simiente de ellos será conocida entre las gentes, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos
los que los vieren conocerán que son simiente de Jehová."
!Que bendita esperanza! !Que poder para salvar a los jóvenes, y a los ancianos, y hacer que sus nombres sean
conocidos en todo el mundo! Por tal fama como esta, la gente aguantaría casi toda tortura conocida por la humanidad.
Aunque Dios únicamente nos pide que creamos, y cumplamos con su Palabra; si, eso es todo.
El cristianismo ha de llegar a ser una cosa real, tan real que los Gentiles reconocerán que tales cristianos sólo pueden
ser el plantío del Señor; que sólo el poder de Dios puede traer tal cambio en el corazón del ser humano, y causar que
los santos digan:
Versículo 10. "En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió de
vestidos de salud, rodeóme de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia con- puesta de sus
joyas." Este capítulo de Isaías el profeta sin duda ha de traer un "reavivamiento, y reforma," tal como nunca la ha
habido desde que comenzara el pecado. No permita Dios, que alguno de nosotros perdamos esta experiencia y sus
bendiciones que vienen por medio de este reavivamiento y reforma.
Versículo 11. "Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su simiente, así el Señor
Jehová hará brotar justicia, y alabanza delante de todas las gentes. "
Estas experiencias, vendrán tan naturalmente al pueblo de Dios por medio de la simiente de Verdad, así como la tierra
ocasiona que la semilla sembrada en ella florezca, y produzca fruto. Esto es sin duda, la "justicia de Cristo," no el poder
del hombre.
Haciendo un resumen de este estudio, sabemos que los frutos del ungido son estos:
Que Jesús fue ungido para predicar las buenas nuevas, nuevas de que El iba a abrir la puerta de la prisión del pecado,
a vendar las heridas del pueblo de Dios, a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, a consolar a todos los
enlutados, y dar a todos oportunidad para escapar "el día de venganza," que porque Jesús fue así ungido estaba
preparado para consolar a los enlutados en Sión, darle belleza en lugar de cenizas, óleo de gozo en lugar de luto, manto
de alegría en lugar del espíritu angustiado, para que ellos sean llamados "árboles de justicia," y que por esto Dios pueda
ser glorificado; que por el don del Espíritu su pueblo será capaz de edificar los asolamientos de muchas gene- raciones;
que los que son llamados ahora, han de ser ministros de Dios, "y comerán las riquezas de las gentes," y se gloriarán
en ellas, y extranjeros apacentarán sus ovejas, y los extraños serán sus labradores y "viñadores;" que entonces su
vergüenza y confusión, serán cambiadas en gozo perpetuo; que como Dios aborrece el latrocinio, el afirmará su obra
en Verdad, y hará pacto perpetuo con los que le conocen; que entonces la simiente de ellos, será conocida de entre el
pueblo por los Gentiles, y estos reconocerán que Dios ha bendecido a su pueblo; que porque el Ungido viste a su pueblo
con vestido de salud, y con el manto de justicia, el testimonio de sus hijos será, "En gran manera me gozaré en Jehová;
" y como la novia se adorna en sus joyas, así los adornos espirituales dados por estos dones, traerán el "reavivamiento
y la reforma;" y como la naturaleza hace producir a la semilla sembrada en la tierra, así el ungido hará brotar justicia
y alabanza ante todas las gentes.
"Amplia provisión se ha hecho para todos los que sincera, ferviente, y cuidadosamente, emprenden la obra de santidad
perfecta en el temor de Dios. Por medio de Cristo ha sido provista la fortaleza, gracia, y gloria, para ser traída por el
ministerio de los ángeles a los herederos de la salvación. Ninguno hay tan bajo, tan corrompido y vil, que no pueda
encontrar en Jesús que murió por ellos fortaleza, pureza, y justicia; si es que ellos dejan sus pecados, y abandonan su
carrera de iniquidad, y se convierten de todo corazón al Dios de la vida. El espera despojarlos de sus vestiduras
inmundas, y manchadas por el pecado, y vestirlos con la ropa blanca de justicia; y el los invita a vivir para que no
mueran. En el florecerán. Los renuevos de ellos no se marchitarán, ni serán infructuosos. Si ellos habitan en el, pueden
ser alimentados por el, pueden ser imbuidos con su Espíritu, a aún andar como el anduvo, vencer como el venció, y
ser exaltados a su diestra." Testimonios. Vol. 2. pag. 453.
Jesucristo Descendió
Jesucristo descendió
De los cielos a Belén,
Nuestra paz ahí nació,
Nuestra dicha, luz, y bien.
Ha nacido en mesón
El ungido celestial,
En humilde condición
Hecho misero inmortal.
Por venir a padecer
A los ángeles dejó
Y nació de mujer
Con los hombres habitó.
En patíbulo cruel,
Dio su vida con amor,
Para que tenga paz en el,
Todo pecador.
Pues en el tendrá perdón,
Quien lo busque con afán:
Que Jesús de salvación,
Es el milagroso pan.
Himnos mil a Dios cantad
Por Jesús el Salvador,
Alabando su bondad
Y su infinito amor.
J. B. Cabrera.