TEXTO PARA MEDITACIÓN Y ORACIÓN

Daré lectura del libro el Discurso Maestro de Jesucristo en la página 110. Se trata del párrafo que se basa en la escritura "{Pedid. Y se os dará ; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá."

"Pedid". El pedir demuestra que sentimos nuestra necesidad; y si pedimos con fe, recibiremos. El Señor ha comprometido su palabra, y ésta no puede faltar. Si nos

presentamos sinceramente contritos, no debemos pensar que somos presuntuosos al pedir lo que el Señor ha prometido. El Señor nos asegura que cuando pedimos las bendiciones que necesitamos con el fin de perfeccionar un carácter semejante al de Cristo, solicitamos de acuerdo con una promesa que se cumplirá. El que sintamos y sepamos que somos pecadores, es base suficiente para pedir su misericordia y compasión. La condición para que podamos acercarnos a Dios no es que seamos santos, sino que deseemos que él nos limpie de nuestros pecados y nos purifique de toda iniquidad. La razón que podemos presentar ahora y siempre es nuestra gran necesidad, nuestro estado de extrema impotencia, que hace de él y de su poder redentor una necesidad."

¡oh cuanto debería asegurarnos como seres humanos pecadores esta promesa tres veces repetida! El Señor no ningunas condiciones difíciles para alcanzar. Solamente dice, "Pedid." al pedir las bendiciones que necesitamos para perfeccionar nuestros caracteres en Cristo, manifestamos nuestro deseo para Su consejo y Su ayuda. De esta forma demostramos que en realidad nos damos cuenta de nuestra impotencia sin El. Al hacer esto, luego no necesitamos temer que el Señor nos falle. Claro que no, pues El es la Persona de Su palabra.

En vista de esto, ¿Qué será nuestra oración esta tarde? Sencillamente que nos demos cuenta de nuestras necesidades, que deseamos ser limpiados de todo pecado, y que pidamos en fe, sabiendo con seguridad que recibiremos.

UN REINO PISOTEADO ELEVÁNDOSE

A LA PROMINENCIA Y LA PAZ

Texto de la Alocución por V.T. Houteff,

Ministro de los D. Adventistas del Séptimo Día

dirigió a la Congregación

El Sábado, 22 de febrero del 1946

Capilla de Mt. Carmel

Waco, Texas

Hemos de estudiar ahora en el libro de Isaías comenzando con el primer capítulo y continuando con el segundo. La primera parte del capítulo uno, como ven trata de los pecados de Israel en lo antiguo, mientras que la última parte del capítulo juntamente con el segundo capítulo, trata del restablecimiento del Reino en los últimos días. Este último asunto es el que vamos a estudiar hoy.

Habiendo sido instruido el profeta Isaías de que escribiera lo que iba a acontecer al pueblo de Dios en los primeros días así como en los últimos de su historia, él manifiesta prontamente el hecho de que el Señor tiene en su mente no sólo Su pueblo de los antiguos tiempos, sino que también Su pueblo en nuestros actuales tiempos. (Esta misma doble vista en su propósito, se encuentra en toda la Biblia.)

En esta conexión debemos hacer la pregunta, ¿Es nuestro registro como pueblo mejor o peor que el de los Judíos? Esto puede comprobarse rápidamente leyendo en Testimonios, Vol. 3, p. 252, 253 [en ingles].

Leamos ahora--

"En mensajes a la iglesia de Laodicea es una alarmante denuncia, y es aplicable al pueblo de Dios en el tiempo presente.

"'Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí dice el Amén, el Testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. Ojalá fueses frío o caliente. Más porque eras tibio, y no frío o caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo.

"El Señor nos enseña aquí que el mensaje de amonestación que deben dar a Su pueblo los ministros que El ha puesto, no es un mensaje de paz y seguridad. No es teórico sino práctico mensaje en toda la extensión de la palabra. El mensaje a los Laodicenses hace una representación del pueblo de Dios en una posición de seguridad carnal. Ellos todos se sienten cómodamente, se creen a sí mismos exaltados a una condición de grandes adquisiciones espirituales. 'Porque tú dices, Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo.'

"¡Que más grande decepción puede ocurrir al entendimiento humano que la de confiar que están en lo justo, siendo que están en un error! El mensaje del Testigo Verdadero encuentra al pueblo de Dios en una triste decepción, aunque es honesto en esta decepción. Ellos no saben que su condición es deplorable a la vista de Dios. Mientras que aquellos a quienes se exhortando se lisonjean

a sí mismos de que están en una exaltada condición espiritual, el mensaje del Testigo Verdadero destruye esta seguridad con la denuncia alarmante de su verdadera condición espiritual de ceguedad, pobreza y miseria. Este testimonio es tan destrozador y severo, que no deja lugar a ninguna duda, porque es el Testigo Verdadero quien habla, y su testimonio debe ser correcto."

"Es difícil para los que se sienten seguros en sus adquisiciones, y que se creen ricos en conocimientos espirituales, recibir el mensaje que declara que ellos están engañados y necesitados de toda gracia espiritual. El corazón del impío 'es engañoso y perverso más que todas las cosas.' Me fue mostrado que muchos se lisonjean a sí mismos de que son buenos Cristianos y quienes no obstante no tienen un rayo de luz de Jesús. Estos no han tenido en sí mismos la experiencia de la vida divina. Ellos necesitan una profunda y perfecta obra de humilde rendición de sí mismos ante Dios, para que más adelante puedan sentir la verdadera y ardiente necesidad de un esfuerzo perseverante para asegurar las preciosas gracias del espíritu."-- Joyas de los Testimonios, tomo 1, p. 327, 328.

No necesito leer más. La Inspiración declara claramente que hay un mensaje que traer al pueblo de Dios hoy día; que este mensaje tiene que ser dado, no por hombres ordinarios, sino por ministros llamados especialmente a este propósito; y que no es un mensaje de paz y seguridad como generalmente cree el ministerio que debe ser naturalmente. El autor procura impresionarnos con el hecho de que el pueblo de Dios es engañado al pensar que está en una excelente condición. Si, en este tiempo el pueblo de Dios está tan engañado en todas las cosas como lo estuvieron los judíos en los días del primer advenimiento de Cristo. En efecto, son peores que ellos, porque han tenido el ejemplo del pasado así como también la luz adicional del presente iluminando el camino lo cual ellos no tuvieron.

El profeta Isaías tenía tristes nuevas para el pueblo de Dios en sus días: El les advirtió que si continuaban en sus caminos errados, ellos todos los malos y los buenos de igual manera, iban a ser dispersados y asimilados a otras naciones. Pero para el pueblo fiel del presente tiempo el profeta tiene buenas nuevas.

Isa. 1: 24-26-- "Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el

Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengaréme de mis adversarios: y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño: y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel."

El Señor más bien que dejar que todo el pueblo sufra las consecuencias del pecado, en este tiempo El promete vengarse solamente sobre Sus enemigos, Sus adversarios que están en Su iglesia. El con seguridad purgará y purificará Su iglesia, y restaurará sus jueces y consejeros como era en el principio. Entonces sin duda será llamada "La ciudad de justicia, la ciudad fiel."

"He Aquí vienen días, dice Jehová, en que sembraré la cas de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal. Y será que, como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder, y afligir, así tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová."

"He aquí que vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá con simiente de hombres y con simiente de animales. Sucederá que como he vigilado sobre ellos para arrancar, desmenuzar, arruinar, destruir y hacer daño, así vigilaré sobre ellos para edificar y plantar, dice Jehová. "En aquellos días no dirán más: 'Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos sufren la dentera'; sino que cada cual morirá por su propio pecado. Los dientes de todo hombre que coma las uvas agrias sufrirán la dentera." Jer. 31:27-30.

Versos 27, 28--Sión con juicio será rescatada, y los convertidos de ella con justicia. Más los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos."

En estos versos se hace una distinción entre los transgresores y los pecadores. No hay duda que los pecadores son aquellos que continuamente viven en pecado, mientras que los transgresores deben ser los que solamente pecan ocasionalmente, Sin embargo su fin será el mismo: Ambos el pecador habitual y el ocasional serán destruidos juntos.

Isa. 1: 29-31-- "Entonces os avergonzarán los olmos (los grandes y populares) que amasteis, y os afrentarán los bosques que escogisteis. Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltan las aguas. Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague."

Esto es exactamente lo que puede esperar el impío. Esto es lo mejor que Dios puede darles, porque ellos no lo hacen posible por obtener una cosa mejor.

Ahora pasemos al segundo capítulo de la profecía de Isaías, porque es la continuación del capítulo primero. Desde que el verso uno es una introducción de lo que el profeta tiene que decir, omitiré su lectura, y principiaré con--

Isa. 2: 2-- "Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las gentes."

De entre las ruinas de ambos Judá e Israel, surgirán un Reino y un pueblo que será exaltado sobre todas las naciones.

El profeta Daniel, también, declara en forma muy clara: " . . . En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino, que jamas será destruido: y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que quebrantara y consumirá a todos estos reinos y permanecerá para siempre." Dan. 2: 44.

Observen que el Reino del cual habla Daniel has de levantarse "en los días de estos reyes," no después de sus días. Más aun, observen que es este Reino ( la iglesia purificada) que rompe la gran imagen. A este /Reino ( la iglesia "limpiada," "purificada) "será congregado el pueblo". (Gen. 49: 10)

Cuando los cuarteles del evangelio son así establecidas, luego es cuando llega a ser cierto que la obra ha de ser terminada sin demora. El evangelio de Cristo luego, ha de recoger una abundante cosecha, y las multitudes conversas en lugar de volver sus aradas y hoces en instrumentos para matar a seres humanos, volverán sus lanzas y espadas en implementos de agricultura -- en lugar de trabajar para matar, harán agricultura para proveer alimento.

Las profecías son bastante lógicas y sencillas, instructivas y alumbradoras. Ciertamente Dios no puede salvar al mundo por medio de una iglesia perdida. El mismo pensamiento aparecerá irrazonable si nos hacemos estas preguntas a nosotros mismos: ¿Cómo es posible que El por medio de Su iglesia saque al mundo de sus pecados siendo que el pecado mismo está floreciendo en medio de Su iglesia? ¿Cómo puede Él conducir el mundo a la Verdad mientras que los que Él usa para ensenar la Verdad que avanza, piensan que son ricos y que no tienen necesidad de nada cuando por el contrario están necesitados de todas las cosas? -- hasta ciegos y desnudos, y ellos mismos están por ser vomitados. ¿Cómo puede Él llamar a Su pueblo que está en "Babilonia," "Salid de ella, pueblo Mío, porque no seáis participante de sus pecados, y que no recebáis de sus plagas," si El ha de traerlos al mismo tiempo a una iglesia donde se práctica el pecado? En vista del hecho de que la iglesia es tan vulnerable al pecado y a las plagas como lo es Babilonia, ¿cuanto peor sería para Su pueblo el ser dejado en la misma Babilonia?

La contestación a todas estas preguntas es sencillamente esta: Debe haber un despierto a la pobreza espiritual y fervor en buscar la Verdad. Deber haber un parar al pecado, deber haber un lugar y pueblo sin pecado -- un arca de seguridad, por así decirlo, si hemos de ser siempre salvas de las plagas. Los "Acanes" también deben ser sacados fuera antes que Israel pueda triunfar y tomar la tierra.. Dios en Su infinita sabiduría sabe que comparativamente es mejor destruir pocos enemigos de la Verdad, más bien que el mundo entero se pierda. Todas las piedras de tropiezo tienen que ser removidas.

Entonces la iglesia tendrá un segundo Pentecostés. Entonces cada miembro de la iglesia será lleno del Espíritu. "Y será que después de esto, derramaré Mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestro viejos soñaran sueños, y vuestros mancebos verán visiones: y aun también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré Mi Espíritu en aquellos días." Joel 2:28, 29.

Prestemos atención solemne y diligentemente a la petición del Señor a Su pueblo a este mismo tiempo.

Verso 5--Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová. Resulta muy claro que este verso implica que antes de ahora el pueblo de Jehová ha estado caminando a la luz del hombre.

Verso 6--Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque son henchidos de oriente, y de agoreros, como los Filisteos; y en hijos ajenos descansan.

Su pueblo como una organización ha sido desechado por Él, pero individualmente los que le sigan en verdad y justicia, serán aceptos de nuevo. Cuando termine la presente controversia sobre el mensaje, entonces los que sobrevivan al proceso de la purificación, el Juicio para los Vivos en la casa de Dios (1 Ped. 4:17 ), la purificación del santuario (Dan. 8:14), serán los habitantes de Sión y Jerusalén, los miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo.

Verso 7--Su tierra está llena de plata y ora sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; ni sus carros tienen número.

De todas las naciones en el mundo actual, América, la nación en la que están asentados los cuarteles generales de la iglesia es la más rica. Especialmente próspera en este tiempo--el tiempo en que la Verdad se está desarrollando. Además, ninguna otra nación tiene tantos predicadores (caballos), y tan crecido número de iglesias (carros). Ninguna otra nación en el mundo tiene lugar en sus "carros" para cada uno de sus ciudadanos como esta nación lo tiene. Estos son los términos que usa el Señor para designar la tierra y el pueblo a quien El está hablando.

Versos 8-10--Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos. Y hase inclinado el hombre, y el varón se ha humillado: por tanto no los perdonarás. Métete en la piedra, escóndete en el polvo, de la presencia espantosa de Jehová y del resplandor de Su majestad."

La nación referida aquí, se jacta mucho de sus progresos. La Inspiración dice, que el grande y el pequeño todos son iguales en este respecto. Es verdad que no hay nada malo en el progreso, pero nunca el progreso debe ser convertido en nuestro Dios. Más eventualmente todos tienen que venir al fin de su idolatría, porque cuando el Señor manifieste Su poder, ellos dejarán sus ídolos y correrán a las rocas.

Verso 11--La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová sólo será ensalzado en aquel día.

Los que hoy se exaltan a sí mismos serán humillados en aquel día.

Versos 12-19-- "Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido: y sobre todos los cedros del Líbano altos y sublimes, y sobre todos los alcornoques de Basán; y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados; y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas pinturas preciadas. Y la altivez del hombre será abatido, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será ensalzado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. Y meteránse en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa de Jehová, y por el resplandor de Su majestad, cuando se levantare El para herir la tierra."

Aunque hoy los hombres se exaltan a sí mismos sobre Dios pronto viene el día en que ellos se verán a sí mismos tal cual son. Entonces se sentirán muy pequeños cuando contemplen el poder del Gran Dios.

Versos 20, 21--Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase; y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de Su majestad, cuando se levantare para herir la tierra.

Todos los que ahora no arrojen sus ídolos a los topos y los murciélagos, como debe ser, tendrán que hacerlo después, pero entonces será muy tarde porque de nada les aprovechará.

Verso 22--Dejaos del hombre, cuyo hálito está en su nariz; porque ¿de qué es el estimado?

Aquí esté el remedio sencillo de Dios para Su pueblo. Ellos deben cesar de escuchar a los "adivinos," y volverse para escuchar la Voz de la Inspiración Misma. Deben ellos estudiar por sí mismos la Palabra de Dios con la ayuda de los maestros inspirados por Dios, y hacer sus propias decisiones--sin depender nunca de las decisiones y juicios de los otros, no importa su posición o quienes son.

Justo recién cierta hermana dio su razón por abandonar las enseñanzas de un hombre para abrazar las de otro. Dijo ella: "Fulano ora más y tiene más del Espíritu que Sotano, y tengo la intención de quedar con él. Nunca más confiaré en un hombre."

Resulta obvio que esta hermana elige quedar con las enseñanzas de uno, no por causa de las enseñanzas en si, sino porque se le cae bien al hombre." Luego su declaración, "Nunca más confiaré en un hombre,"positivamente prueba que ellas no conoce a si misma, y sabe aun menos que significa "confiar en un hombre."

Creemos en los escritores de la Biblia, no por quienes fueron, sino por causa de lo que escribieron. Los hombres que sean encañadores, son hombres que oran, pues el Diablo sabe que cuanto más hacen alarde de su religión y si mismos, tanto más atraerán a los hombres. De toda forma no tienen nada más. La mayoría no prestan mucha atención a lo que la Biblia realmente dice y, por lo tanto no saben que los Judíos quienes crucificaron al Señor engañaban a la gente común al orar mucho donde se podían ser observados por la gente; que ninguno de los profetas intentaba así venderse a la gente; que lo que fueron anhelantes de vender a la gente no fue si mismos, sino /Dios y Su Verdad; que todos se preocupaban por no hacer alarde de si mismos. Jesús mismo confirmó el mismo modelo: El no oró con Nicodemo o el joven gobernante rico, sino claramente les dijo lo que la Verdad fue. No hay registro que oró con nadie. Por lo contrario, no obstante, yo conozco a un hombre que construyó ¡un cuarto para orar en un rincón de un baño publico! Cualquier cosa para venderse a la gente para lo que la gente busca en vez de la Verdad.

Es porque los laicos, por regla general están prontos a escuchar a los hombres que se les antojen que los enemigos de la Verdad tratan cuidadosa y estudiosamente de prender algo en contra del carácter de los que tienen el mensaje de la hora. Bien saben los adversarios que los laicos están haciendo en este tiempo su elección teniendo en cuenta el valor aparente y la pretendida reputación de los hombres más bien que el peso y el valor de la Verdad, y por esta razón los adversarios de la Verdad están tomando ventaja de la situación.

Así es que desde que ellos no pueden refutar la Verdad, desesperadamente están recurriendo a Farisaicas falsedades con las cuales malquistar el carácter de aquellos con quienes no están de acuerdo.

Nosotros sin embargo tenemos muy buena causa de estar solemne y grandemente regocijados por que somos privilegiados de vivir en el día en que tiene que surgir de entre las ruinas de Judá e Israel, un Reino y un pueblo que serán exaltados sobre todos los reinos y naciones de la tierra. Cuando los Cuarteles Generales del evangelio sean establecidos en "el Monte del Señor," entonces la obra será terminada sin dilación. Para repetir las naciones convertidas destruirán sus espadas para con ellas fabricar instrumentos de labranza. Todos se convertirán de guerreros en agricultores.

Después que la iglesia de Dios haya pasado por el proceso de purificación, podrá verse claramente que una iglesia perdida no puede salvar a un mundo perdido. Durante el segundo Pentecostés cada miembro de la iglesia será lleno del Espíritu, y como resultado de esto miles, sin dilación, aceptarán las verdades presentes de este tiempo.

No hay momento que perder. El día está cerca cuando los hombres verán claramente lo que son en sí mismos en la actualidad. Verdaderamente, los que no abandonen sus ídolos hoy, lo tendrán que hacer más tarde, pero como dijimos anteriormente, ya será muy tarde porque de nada les aprovechará. Ahora es el tiempo en que debemos dejarnos del hombre, y de que hagamos nuestras decisiones propias de acuerdo a la promesa que a cada persona que confíe en Dios y busque su Verdad, Dios le concederá su Espíritu para guiarle en toda Verdad.

Aun cuando los enemigos de la Verdad recurran a la perfidia para hacer daño a la causa, aun así la verdad saldrá triunfante, y el pueblo de Dios con Ella. Nada puede dañar la Verdad. Ella es como un yunque: Cuando los martillos de los adversarios estén todos gastados, el yunque todavía permanecerá firme.



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