TEXTO PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
Antes de empeñar en una sesión de oración, leeré del Discurso Maestro de Jesucristo, la página 89.
D.M.J., p. 89 --"Jesús nos enseña a llamar a su Padre, nuestro Padre. No se avergüenza de llamarnos hermanos. Tan dispuesto, y ansioso, está el corazón del Salvador a recibirnos como miembros de la familia de Dios, que desde las primeras palabras que debemos emplear para acercarnos a Dios El expresa la seguridad de nuestra relación divina: "Padre nuestro."
"Aquí se anuncia la verdad maravillosa, tan alentadora y consoladora de que Dios nos ama como ama a sus Hijo. Es lo que dijo Jesús en su postrera oración en favor de sus discípulos: "los has amado a ellos como también a mi me has amado."
"El Hijo de Dios circundó de amor este mundo que Satanás reclamaba como suyo y gobernaba con tiranía cruel, y lo
ligó de nuevo al trono de Jehová mediante una proeza inmensa. Los querubines, serafines y las huestes innumerables
de todos los mundos no caídos entonaron himnos de loor a Dios y al Cordero cuando su victoria quedó asegurada. Se
alegraron de que el camino a la salvación se hubiera abierto al género humano pecaminoso y porque la tierra iba a ser
redimida de la maldición del pecado. ¡Cuantos más deben regocijarse aquellos que son objeto de tan asombroso amor!
Decir "nuestro Padre," no Mi Padre, especialmente cuando orando en público, nos ayuda a darnos cuenta de que todos somos
hermanos. Dios nos ama a todos como El ama a Cristo, y El no nos chasqueará si oramos y vivimos como la oración y ejemplo de
Cristo no enseñan. El no puede negarnos la respuesta a nuestras oraciones si sabemos que realmente por lo que estamos orando,
-- si pedimos las cosas que realmente necesitamos tener, las cosas que El mismo anhela que tengamos. Antes de orar por cualquier
cosa, debemos primero estudiarla primero, para que nuestras oraciones, también, puedan quedar por siempre jamás. Arrodillemos.
SIÓN Y SUS HIJAS EN LOS
ÚLTIMOS DÍAS
Texto de la Alocución que V. T. Houteff,
Ministro de los D. Adventistas del Séptimo Día
el Sábado 14 de Septiembre de 1946
Capilla de Mt. Carmel
Waco, Texas
Recordareis vosotros que en el estudio del último Sábado, encontramos que la profecía del tercer capítulo de Isaías que
comienza en el segundo capítulo, continua en el tercero, y termina en el cuarto capítulo. También recordareis que todo
lo estudiado es concerniente a la Iglesia "en los últimos días," en la última parte del tiempo del fin. En otras palabras,
recordareis que en estos capítulos Dios está hablando directamente a su pueblo que en estos precisos tiempos.
Desde que el contenido en todos estos capítulos es dirigido a Judá, Jerusalen, y Sión de los últimos días, traduzcamos
estos términos al lenguaje de hoy día.
El término "Judá" (reino de Judá), comprende, por supuesto toda la nación en conjunto. Aplicando este término a la
Iglesia de nuestro tiempo, significa toda la Denominación, el pueblo que tiene que constituir el reino Antitípico de
Judá.
El título "Sión," los dominios antiguos del palacio, en nuestro tiempo, personificado como lo es en este capítulo, y fuera
de la tierra prometida, significa la Conferencia General, los cuarteles generales de la Denominación.
De acuerdo con Nehemías 11:1, el título Jerusalén" significaba antiguamente la ciudad residencia de los gobernantes
de la nación. Este término aplicado a nuestro tiempo, y fuera de la tierra patriarcal, como hace la nspiración, significa
los gobernantes subalternos de la Conferencia General. Para repetir, Judá hace referencia a los laicos o seglares; el
término Jerusalén abarca los oficiales de las conferencias locales de la unión; y el término Sión comprende los oficiales
de la Conferencia General. Estas son las únicas aplicaciones posibles que se pueden hacer de los títulos de estos
capítulos.
Sabiendo que el capítulo tercero presenta el interés del Señor por nosotros hoy día, principiaremos nuestro estudio con
el
Verso 16"Así mismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan cuellierguidas y los ojos
descompuestos; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies."
Además de los asuntos que estudiamos la semana pasada, el Señor tiene un mensaje para "las hijas de Sión."
En este verso en particular, Dios se está refiriendo especialmente a las hijas de los más encumbrados oficiales de la
denominación, los del ministerio, aquellos que están a la cabeza de la obra. Según esto, El está próximo a hacer algo
porque las hijas de Sión son "altivas," orgullosas. Su orgullo se manifiesta por el hecho de que andan con el cuello
erguido y con los ojos descompuestos; ellas son liberales, licenciosas, vanas. Y también cuando andan van danzando,
y haciendo son con sus pies, --ellas no andan naturalmente, -- por decirlo así, ellas obran para atraer la atención del
público. Como Dios las mira aquí, van por la calle, no para llegar al lugar a donde han de ir, no para ir a su trabajo
y hacer su obra, sino que están allí para ser vistas. Esta es la manera en que Dios mira el estado de las cosas que existen
entre las hijas de Sión: que ellas son las que encabezan en este licencioso mal que reina en la Iglesia.
Y recordareis vosotros lo que el Señor tiene contra de los hombres, los ancianos de Su pueblo contra, los príncipes, el
hombre de guerra, el juez, el profeta, el adivino, el capitán de cincuenta, el honorable, el consejero, el artífice excelente,
el hábil orador (versos 2: 3)? -- Ellos son "agoreros," El declara (Isa. 2: 6); que ellos "han devorado la viña y el despojo
de los pobres está en sus casas." Isa. 3:14. De esta manera la Inspiración señala que inicuamente malgastan el despojo
de los pobres. Duro lenguaje, de veras, pero es Dios quien lo emplea.
Isa. 3: 17--"Por tanto, pelará el Señor la mollera de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas."
Porque por una parte las hijas de Sión están haciéndose unas bobas a si mismas, y por otra parte están profesando
representar el cielo, el Señor herirá con peladura la corona de sus cabezas. No ellas no se saldrán con el despojo del
pobre, o con sus propias y locas vanidades o inicuas bagatelas.
"Y el Señor descubrirá sus cosas secretas." Ellas pomposamente están mal usando sus cabezas, sus cuellos, sus puños
y sus pies. Con orgullo hacen ostentación de sus vestuarios. Por esta razón, el Señor mostrará sus partes que ellas no
desean ser mostradas. El las desnudará. El hará de ellas un ejemplo público.
Versos 18-23- En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas, los aretes, los
brazaletes, los velos, los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de perfume, los
amuletos, los anillos, los joyeles de la nariz, las ropas festivas, los mantos, los pañuelos, los bolsos, los espejos,
la ropa íntima, los turbantes y las mantillas."
"En aquel día," el día que prevalezcan estas condiciones entre el pueblo profeso de Dios. El quitará de ellas la valentía
e intrepidez con lo que están haciendo unas necias de si mismas. El removerá los inicuos ornamentos de sus pies, de
sus piernas y cuello. Si, estas hijas de Sión, que están a la cabeza de la obra, están desafiando al Señor, y desviando
a su pueblo a expensas de su verdad, de Su viña y del sudor de los pobres. Pero ahora El cambiará los papeles. El las
desafiará a ellas.
¿Qué pueden ser las lunetas?-- Bien pueden ser los altos tacones bajo sus pies, los tacones que hacen largos sus cuellos
y débiles sus espaldas. Pero más probablemente pueden ser los adornos de fantasía con que adornan sus cabezas y que
ellas llaman sombreros probablemente sólo porque los ponen donde el sombrero debe estar.
Seguir a tales extremos las modas del mundo sientan bien a los incrédulos, pero ciertamente es del todo impropio para
aquellos cuya profesión religiosa condena su práctica.
Este catálogo de ornamentos comprende todas las cosas imaginables; todas las cosas inútiles pueden ser colocadas por
la ostentación. ¿Por qué Hermano, Hermana, desde ahora no quitáis de vuestro cuerpo, todas esas vanidades que
degradan vuestra profesa reputación y que dejan sin efecto el mensaje de Dios? ¿Por qué no os vestís desde ahora de
una manera decente, limpia, y modesta-- en armonía con vuestra profesión? ¿Por qué esperar hasta que el Señor os
hiera con alguna maldición de la que tal vez no podáis recobraros nunca? ¿Por qué no edificáis en compañía de Dios
para el beneficio de vuestra vida, en compañía de Aquel que es vuestro único amigo, y vuestro único Redentor, del
único que conoce todo lo referente a vuestros problemas, del único que puede borrar vuestros pecados?
¿Por qué no tomáis el consejo de Dios que es del todo sabiduría? ¿Por qué permitís que la hipocresía os rebaje al nivel
de la indecente y la irreverente? -- una hipocresía que os lleva abajo al valle de la indecisión, incertidumbre, calamidad
y desgracia? ¿Por qué tejéis en el santo nombre del Señor, telas diabólicas para aprisionar en ellas los pies incautos?
¿Por qué servís al vil enemigo vuestro mientras profesáis ser los fieles representantes de Cristo?
¿Suponéis vosotros que nosotros podemos convertir a los paganos a los sublimes y exaltados caminos de Cristo cuando
no nos vestimos nada mejor que ellos, especialmente cuando conocen que nuestra manera de vestir no está en armonía
con nuestra profesión? Más bien parece que los paganos están con su influencia paganizando a la Iglesia, en vez de
que la Iglesia los esté Cristianizando.
Si Dios hubiera querido que vosotros fuerais diferentes de lo que sois, El podía haberlo hecho. Si El hubiera querido
que fuerais una ave como el pavo común, os habría dado una joya de nariz, zarcillos, y un broche como le dio a esta
ave. Si El hubiera querido que fuerais un pavo real os hubiera dado la cola y la corona del pavo real. Si El hubiera
querido que vosotros tuvierais un cuello largo os hubiera hecho una jirafa. Si El hubiera querido que vosotros
retintinearais al andar, El os hubiera dado una cola de cascabel. El podría haberos hecho cualquier cosa que El quisiese.
¿Más no estáis alegres de que El os ha hecho lo que exactamente sois?
Si algunos años antes hubiera aparecido en las calles de la ciudad una de las hijas de Sión vestida con la clase de
vestido que usan las mujeres de hoy día, ella habría sido llevada a la cárcel. Pero si una mujer vestida como en aquellos
días apareciera en la calle hoy día, ninguno la molestaría. ¿Qué quiere decir esto?--¿No significa que el vestir de hoy
día es indecente, y que las modas del mundo están empeorando?
¿Vais vosotras las Davidianas también a caer de la misma manera como las hijas altivas de Sión? ¿Habéis venido a este
mundo para agradar a los ojos de los ociosos de la calle? O ¿estáis aquí para hacer bien al mundo y agradar al Señor?
¿Cuál de vosotros, hermanos, deseáis que vuestras esposas o hijas vayan en exhibición para agradar a los ojos lascivos
que llenan las calles?
¿Por qué ha de despojar Dios a las hijas de Sión de sus vanidades?-- Escuchemos sus contestación: "... Por cuanto las
hijas de Sión se ensoberbecen, y andan cuellierguidas y los ojos descompuestos; cuando andan van danzando, y
haciendo son con los pies."
Su manera de vestir a la moda las hace muy altivas y orgullosas; las hace alargar los cuellos y retintinear con sus pies;
las hace hacer cualquier cosa para llamar la atención -- si, todo lo que las haga aparecer indecentes, hipócritas y de
carácter dudoso ¿Es pues sorprendente el que haya tanta maldad en la Iglesia? Un hombre necesita, por así decirlo
llevar un revolver para proteger a su esposa en la calle. ¿Cómo puede ser ahora de otra manera cuando el estilo de
vestir de las mujeres en si mismo, está invitando a todas estas dificultades?
Además, hermanas, si vosotras no os vestís en armonía con la voluntad del Señor, en armonía con la avanzada Verdad,
aun el mundo si sabe de vuestra profesión, no pensará mucho de vosotras. De todos modos ellos buscan descubrir los
hipócritas, y si vosotras no sois fieles a vuestra religión, apareceréis a sus ojos también como las mejores de las
hipócritas.
Isa. 3: 24--"Y será que en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y desgarrón en lugar de cinta;
y calvez en lugar de compostura del cabello; y en lugar de faja ceñimiento de saco; y quemadura en vez de
hermosura."
Hermanas, vestid con decencia, y veréis que no solo los hombres malos dejan de importunaros, sino que también las
maldiciones de Dios no caerán sobre vosotras.
Isa. 3: 25-- "Tus varones caerán a cuchillo, y tu fuerza [tus poderosos en ingles] en la guerra."
Si las hijas de Sión dejan de reformarse, entonces sus hombres caerán por la espada. ¿Queréis que os diga porque sus
hombres caerán por la espada? Porque ningún joven Cristiano sincero y en su sentido perfecto, considerará tomar a
una joven en matrimonio que vista como visten las hipócritas. Y sí dicha joven de aspiraciones mundanas desea
contraer matrimonio ¿Qué clase de hombre elegirá?-- Estoy seguro que no elegirá a ningún profeso Cristiano de la
Verdad Presente. Ella elegirá la clase de hombre que no está bajo la protección de Dios, la clase que tiene que caer en
la guerra, la guerra que tiene que ser peleada cuando el pueblo de Dios esté siendo libertado. (Lease el Tratado No. 14.)
Si vosotras deseáis salvar vuestros hombres, cesad de loquear con el diablo. Sed verdaderas representantes de Dios.
¿Qué pensaríais vosotras si los angeles vinieran a las calles de la ciudad vestidos como las hijas de Sión? ¿Pensaríais
que eran angeles o diablos? ¿Pensaríais al verlos que el cielo es un buen lugar para vivir? En sinceridad ¿Qué
pensaríais? ¿Daríais a ellos el respeto que merecen? No, estoy seguro que no. ¿Entonces porque no os vestís de la
misma manera que los angeles vestirían si estuvieran en vuestro lugar? Si los angeles aparecieran hoy, ellos no se
avergonzarían de ser vistos, pero muchas mujeres serían avergonzadas de que los angeles las vieran. La verdad es la
verdad, y el buen sentido es el buen sentido. Tengamos las dos cosas.
Verso 26-- "Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, sentaráse en tierra."
La misma cosa que zarandea (aleja) al inconverso, porque la norma de su profesión, está siendo arrojada a los vientos,
las puertas de su lugar de reunión se lamentarán y llorarán. Desolada, ella se sentará no en un trono, sino en el suelo.
¿Por qué sufrir semejante pérdida?
Seguro que la gente os mirará, pero nunca os señalarán como malhechor, o como una persona vana y indecente, más
bien como respetable Cristiano. Si ellos os aborrecen es porque vuestra buena conducta los hace sentir vergüenza.
Además, ¿ En qué otra forma vosotros los ganareis a vuestra religión, la religión que ellos deben tener para ser salvos
si es que vosotros no la representáis de una manera justa?
Cuando salgo con mi esposa, personas que no me han visto antes, no vacilan en llamarme "Reverendo." Ellos la juzgan
esposa de un predicador. Esto muestra lo que la gente del mundo piensa cuando ven a una señora vestida con la
decencia y la honestidad debidas. Es mejor que los demás piensen que vosotras sois esposas o hijas de un predicador,
que el que se hagan conjeturas acerca de lo que podais ser
¿Por qué no prestáis atención al clamor para despertar? No posterguéis esta urgente deber hasta mañana, Hermano,
Hermana. Si fracasáis hoy, puede ser que mañana nunca venga. Esto es su oportunidad.
Como mencionado antes, igual como el capítulo 3 es una continuación del capítulo 2, el capítulo 4 es una continuación del capítulo 3. Por lo tanto, seguiremos este estudio por el capítulo 4.
Isa. 4:1-- "Y echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de
nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente sea llamado tu nombre sobre nosotras, quita nuestro
oprobio."
Esto es en los últimos días, en el tiempo en que las hijas de Sión son altivas, entonces siete mujeres (todas las iglesias
de hoy día) dirán en su corazón a Cristo, el Hombre, "Nosotras comeremos nuestro propio pan, nos vestiremos nuestras
propias ropas, seremos enteramente independientes de Ti. Solamente una cosa necesitamos de Ti: Que seamos llamadas
de Tu nombre, Cristianas, para que sea quitado nuestro reproche. Esta es la manera en que Dios mira la cristiandad
esclavizada por el mundo.
A este proposito deseo leer un poema que perfectamente explica como resultó esta caída.
LA IGLESIA Y EL MUNDO
La Iglesia y el Mundo caminaban distantes
Por las playas movedizas de los tiempos,
El Mundo iba entonando alegre canción,
Y un himno sublime la Iglesia entonaba.
El Mundo dijo alegre, "Dame tu mano.
Ven a esta senda conmigo."
Pero la buena Iglesia ocultó sus manos
De blanca nieve y solemne contestó "No,
Por nada yo te daré mi mano,
Ni tampoco iré junta contigo;
Tu camino conduce a la muerte;
Ni tus palabras son la Verdad."
"Ven, acompáñame un corto espacio,"
Dijo el mundo con aire placentero;
"La senda por la cual voy es agradable senda,
Y el sol brilla siempre allí;
Tu senda es ruda, espinosa y escabrosa,
Pero la mía es amplia y llana;
Con flores y rocío mi camino está alfombrado,
Y con lágrimas y penas el tuyo está cubierto;
El cielo para mi siempre está azul,
Yo no conozco miseria ni fatiga,
Tu cielo sobre ti siempre está obscuro,
Tu destino es el destino del dolor;
Ven, tengo lugar bastante para que tu y yo
Caminemos juntos al lado uno del otro.
Medio tímida la Iglesia acercóse al Mundo
Y le dio su mano de blanca nieve;
El Mundo tomó la mano de blanca nieve,
Y continuando su camino,
dijo en acentos quedos,
"Tu traje sencillo no satisface mi gusto;
Yo te daré hermosas perlas para tu uso,
Terciopelos y ricas sedas que adornen
Tus graciosas formas, y diamantes que
Embellezcan tu cabello." La Iglesia
Contempló su blanco sencillo traje,
Y dio una mirada al deslumbrante Mundo,
Sonrojada contempló su hermoso ondulante labio
Que mostraba una sonrisa desdeñosa,
Y la Iglesia sonriendo con modestia dijo:
"Cambiaré mi vestido por otro de más precio,"
Entonces su ropaje blanco y puro desvanecido fue,
Y el Mundo le dio en cambio hermosos satines,
Lucientes sedas, rosas, gemas y costosas perlas;
Y adornaron su frente cubierta de bucles
De su rizado y brillante pelo.
"Tu casa es muy humilde," dijo el Mundo altivo,
"Yo construiré para ti una como la mía;
Con muros de mármol y torres de oro,
Con el mueble más fino que jamás haya habido."
Así el fabricó para ella costosa y linda casa,
Más espléndida como jamas se ha visto;
Sus hijos y bellas hijas moraban allí,
Resplandecientes de purpura y oro;
Ricas fiestas y teatros allá se celebraban,
Y el Mundo y sus hijos estaban allí.
Había mullidos asientos donde los ricos elegantes,
Se reclinaban con orgullo y pompa;
Pero para los pobres de humildes ropas,
Afuera en el suelo su asiento estaba.
"Tu das demasiado a los pobres, "dijo el Mundo,
"Mucho más de lo que debes dar:
Si ellos necesitan techo y alimento,
No tienen que venir a molestarte.
Ve, toma tu dinero y compra ricas ropas,
Caballos y carruajes finos;
Compra perlas, joyas, y ricos alimentos,
Compra raros y costosos vinos;
Mis hijos todos deliran por estas cosas,
Y si lo hacéis así ganareis su amor.
Haz como ellos hacen, ve por sus caminos
En que ellos acostumbran andar."
Así fueron burlados los pobres y alejados
De los dinteles de sus puertas,
Y ella no escuchó el llanto del huérfano;
Cuando la viuda pasaba llorosa a su lado,
Ella apartó a un lado su bellísimo ropaje.
Entonces fue cuando caminaron juntos
Los hijos del Mundo y los hijos de la Iglesia,
Con sus manos y corazón unidos.
Solo el Maestro que lo sabe todo,
Puede decir de los dos la parte.
Desde ese entonces sentóse la Iglesia
Cómodamente y dijo: "Yo soy rica
Y estoy enriquecida;
no tengo necesidad de ninguna cosa,
Ni nada debo hacer sino reír y festejar."
El pícaro Mundo la oyó y río furtivamente
Y con gran sarcasmo dijo para si:
"La Iglesia, la hermosa Iglesia es caída;
Y su vergüenza es su jactancia y vanagloria."
Cerca del trono de gracia llegó el ángel,
Y entre suspiros balbució su nombre;
Cesaron luego las altas antífonas,
Los rostros cubiertos fueron de vergüenza;
Fue oída la voz de Aquel que en el trono estaba
Sentado, y que decía de la Iglesia,
"Yo conozco tus obras, y oído he tu dicho,
Yo soy rica, y no has sabido
Que tu estás desnuda, y pobre, y ciega,
Y cuitada ante mis ojos; y por esto de mi presencia
Yo borro tu nombre." ---Maltilda C. Edwards.
Yo no conozco a la autora de este poema, pero parece tan inspirado como lo que leo de la Biblia. El poema dice la misma historia como la Biblia dice. A los que les guste vestir y aparecer como el mundo, lo hacen así porque sus manos están, por decirlo así, puestas en las manos del mundo, y porque el mundo rehúsa caminar con ellos a menos que vistan como el mundo viste. Sin duda que es una ironía-- la de que el mundo sea fiel a su profesión, y que las hijas de Sión no sean fieles a la de ellas.
El mundo continuó rogando. La Iglesia al principio se negaba. Pero el mundo continuó rogando, rogando hasta que
finalmente triunfó. Los que continúan cediendo la fracción de una pulgada día a día, son los mismos que con su
influencia Satanás está usando para ocasionar la caída de la iglesia. Despertad, Hermano, Hermana, no sea que el
diablo haga de nosotros todos, unos necios para la eternidad.
Dios no está pidiendo que llevemos puesto ninguna cosa que ase con calor nuestros cuerpos. Pero si pide que pongamos
algo decente que lo represente a El y Su mensaje de la hora. A menos que hagamos esto, el mundo no creerá que El
nos ha enviado, y nosotros mismos comenzaremos a dudar. Nuestra manera de vestir habla más alto que nuestras
palabras.
El diablo, por supuesto, trabaja en ambos modos -- a él mismo no le importa cual, pero si, él tiene cuidado de acomodar
al pecador para ganarlo a su lado. Si por un extremo no lo consigue, el enemigo lo traerá al otro extremo-- cualquiera
cosa que le impida estar en medio del camino, cualquiera cosa que impida que el siga al Señor.
Verso 2-- "En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para
grandeza y honra, a los librados de Israel."
En aquel día, -- el día que las hijas de Sión vienen a ser altivas, en el día que siete mujeres echan mano de un hombre,
-- en ese tiempo el Renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra será excelente y para la gracia
de los escapados de Israel. ¿Y de qué tiene Su pueblo que escapar?-- Sigue la contestación:
Isa. 3: 1-3 --Porque he aquí el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá el sustentador y el
fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el
adivino y el anciano; el capitán de cincuenta, y el hombre de respeto, y el consejero, y el artífice excelente, y el
hábil orador.
Es obvio que estos escaparon de la destrucción de los pecadores en la Iglesia.
Isa. 4:3-- "Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos
los que en Jerusalén están escritos entre los vivientes."
Solamente los santos, aquellos cuyos nombres permanecen escritos en el Libro escapan la destrucción que cae sobre
los impíos en la iglesia. Solo ellos constituyen el "remanente"los que quedan. ¿Cuando será esto?-- El Señor mismo
tiene la respuesta:
Isa. 4-6 -- "Cuando el Señor lavare las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiare las sangres de Jerusalén de
en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de ardimiento. Y criará Jehová sobre toda la morada del
monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego
que eche llamas: porque sobre toda gloria habrá cobertura. Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del
día, para acogida y escondedero contra el turbión y el aguacero."
Esto ha de ser cuando la purificación de la iglesia tome lugar, durante el Juicio para los Vivientes en la casa de Dios
(1 Ped. 4:17), durante la separación del trigo de la cizaña, en el tiempo de la cosecha, el tiempo cuando el buen pescado
se separa del mal pescado, las cabras de entre las ovejas (Mateo 25:32).
En este tiempo de tribulación, cuando todos los elementos a una ya trabajan para traer el tiempo de angustia cual
nunca fue (Dan. 12:1), Dios limpiará a su Iglesia para proteger a su pueblo de la tribulación a que ella se está
acercando. El pueblo que sea dejado después que los pecadores han sido quitados, tendrá perfecta paz.
El Señor ahora está llamando a hombres y mujeres "para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los
quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel, para proclamar
el año de la buena voluntad de Jehová y el día de la venganza de nuestro Dios, para consolar a todos los que están de
duelo, para proveer a favor de los que están de duelo por Sión y para darles diadema en lugar de ceniza, aceite de
regocijo en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de espíritu desalentado. Ellos serán llamados robles de justicia,
plantío de Jehová, para manifestar su gloria. Reconstruirán las ruinas antiguas y levantarán las desolaciones de antaño.
Restaurarán las ciudades destruidas, las desolaciones de muchas generaciones.
"Los extraños estarán presentes y apacentarán vuestras ovejas, y los hijos de los extranjeros serán vuestros labradores
y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová; servidores de nuestro Dios os llamarán.
Comeréis de las riquezas de las naciones, y con la gloria de ellas os nutriréis. En lugar de vuestra vergüenza habrá
doble porción. Y en lugar de la afrenta, se regocijarán por su heredad. Por tanto, en su tierra habrá doble porción, y
su gozo será eterno. "Porque yo, Jehová, amo la justicia, y aborrezco la rapiña y la iniquidad. Recompensaré sus obras
con fidelidad, y haré con ellos un pacto eterno. Sus descendientes serán conocidos entre las naciones; y sus retoños,
en medio de los pueblos. Todos los que los vean reconocerán que ellos son la simiente que Jehová bendijo." En gran
manera me gozaré en Jehová; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me ha vestido con vestiduras de salvación y
me ha cubierto con manto de justicia. Como a novio me ha ataviado con una diadema, y como a novia que se adorna
con sus joyas. Porque como la tierra produce sus brotes y como el huerto hace germinar las semillas sembradas en él,
así el Señor Jehová hará germinar la justicia y la alabanza delante de todas las naciones."
"Por amor de Sión no callaré, y por amor de Jerusalén no me quedaré quieto, hasta que su justicia irradie como luz,
y su salvación arda como antorcha. Entonces las naciones verán tu justicia; y todos los reyes, tu gloria. Y te será dado
un nombre nuevo, que la boca de Jehová otorgará. Serás corona de esplendor en la mano de Jehová, y diadema real
en la palma de tu Dios. Nunca más te llamarán Desamparada; ni se dirá más de tu tierra, Desolada. Serás llamada Mi
Deleite, y tu tierra, Desposada; porque Jehová se deleita en ti, y tu tierra será desposada. Pues como el joven se desposa
con la virgen, así te desposarán tus hijos; y como el novio se regocija por su novia, así se regocijará tu Dios por ti.
Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardias. Jamás callarán ni en todo el día ni en toda la noche. -Los que hacéis
que Jehová recuerde, no reposéis! Tampoco le deis reposo, hasta que él restablezca a Jerusalén y haga de ella una
alabanza en la tierra. Jehová juró por su mano derecha y por el brazo de su poder: "Nunca más daré tu trigo por
comida a tus enemigos, ni beberán los extranjeros del vino nuevo por el cual tú has trabajado. Más bien, los que lo
cosechen lo comerán, y alabarán a Jehovah; y los que lo recolecten lo beberán en los atrios de mi santuario." -Pasad,
pasad por las puertas! -Preparad el camino para el pueblo! -Allanad, allanad la calzada; quitad las piedras! -Alzad
bandera sobre los pueblos! He aquí que Jehová ha proclamado hasta lo último de la tierra: "Decid a la hija de Sión:
'-He aquí tu Salvador viene! -He aquí, su recompensa viene con él; y delante de él, su obra!'" Entonces les llamarán
Pueblo Santo, Redimidos de Jehovah. Y a ti te llamarán Buscada, Ciudad No Desamparada." Isa. 61:1-11; Isa. 62:1-12.
¿Por qué no vuelves a Dios? No importa cuan inicuo un pecador hayas sido, te perdonará alegremente. ¿Por qué no
aceptas ahora Su llamada? No te conviene perder todo eternamente, por cierto no quieres perder esta gloria futura que
queda proyectada por los profetas, y que ahora se te acaba de traer a la luz. "No améis al mundo ni las cosas que están
en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo--los deseos
de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida-- no proviene del Padre sino del mundo. Y el mundo está
pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre." 1 Juan 2:15-17. "Por eso, como
dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la
prueba en el desierto" Heb. 3:7, 8.
Esta es su oportunidad. Hoy puedes aprovecharte de ella o puedes pasarla por alto, pero mañana o saltarás de gozo,
o crujir los dientes en las tinieblas de afuera. Todo ahora depende de ti.
Seguramente no te venderás tan barata como para abandonar toda esta gloria y la súplica de Dios demasiado penetrante
al corazón para que abandones al mundo y de todo corazón vuelvas a El ahora a esta Su última llamada.
MÁS SANTIDAD DAME
Más santidad dame,
Más odio al mal,
Más calma en las penas,
Más alto ideal;
Más fe en mi Maestro,
Más consagración
Más celo en servirle,
Más grata oración.
Más prudente hazme,
Más sabio en él,
Más firme en su causa,
Más fuerte y más fiel;
Más recto en la vida,
Más triste al pecar,
Más humilde hijo,
Más pronto en amar.
Más pureza dame,
Más fuerza en Jesús,
Más de su dominio,
Más paz en la cruz;
Más rica esperanza
Más obras aquí,
Más ansia del cielo,
Más gozo allí.
--F. E. Belden
Impreso en Los Estados Unidos