MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
Antes de dar principio a la oración y al estudio de La Biblia, leeré del primer párrafo de la página 86 del Discurso
Maestro de Jesucristo. El capítulo se basa en la oración de El Padre Nuestro.
D.M.J. p. 86--"El Padre Nuestro lo dio dos veces nuestro Salvador: la primera vez a la multitud en el Sermón del
Monte; y la segunda ocasión, algunos meses más tarde, a los discípulos solos. Los discípulos habían estado alejados
por corto tiempo de su Señor, cuando, al volver, le encontraron absorto en comunión con Dios. Aparentemente sin
percibir su presencia, continuó orando en voz alta. El rostro del Salvador se iluminaba con un resplandor celestial.
Parecía estar en la presencia misma del invisible; y había un poder viviente en sus palabras, como si hablara con Dios.
"Los corazones de los discípulos oyentes quedaron profundamente conmovidos. Habían notado cuantas veces El
pasaba largas horas en soledad, en comunión con su Padre. Pasaba los días socorriendo a las multitudes que se
aglomeraban a su alrededor y en desvelar la traidora sofistería de los rabinos, y esta labor incesante le dejaba a menudo
tan exhausto que su madre y sus hermanos, y aun sus discípulos, temían que su vida no resistiera."
¿Qué era lo que ellos temían? Ellos temían que Jesús estaba trabajando excesivamente, y que si El continuaba sobrecargando su fuerza, no viviría mucho. Con seguridad tenían el temor de que enfermaría y moriría.
¿Se realizaron sus temores?-- No, sucedió al contrario de lo que ellos, esperaban. ¿Qué fue lo que le hizo igual a su tarea? ¿No fue la oración? Si Jesús pudo recibir suficiente fortaleza en sus oraciones para cumplir con Sus deberes, ¿por qué no podremos también nosotros? Arrodillémonos y oremos para conseguirlo. Copyright, 1948 todos los derechos reservados
V.T. HOUTEFF
EN LOS ÚLTIMOS DÍAS
Texto de la Alocución que V. T. Houteff,
Ministro de los D. Adventistas del Séptimo Día
el Sábado, 7 de Septiembre de 1946
Capilla de Mt. Carmel
Waco, Texas
Nuestro estudio en esta tarde se refiere al capítulo 3 de Isaías. Pero como la historia o profecía de este capítulo
principia en el capítulo precedente, no podremos obtener un estudio provechoso del capítulo tercero independiente del
capítulo segundo. Ninguno de los que principian a estudiar un asunto desde la mitad, siguiendo en sentido progresivo
o regresivo, puede comprender el asunto en su continuidad. Si tenemos que comprender la verdad de este asunto,
debemos estudiarla en su plenitud. Los perros y gatos, y no la humanidad civilizada principian a comer la rebanada
del pastel de centro hacia afuera. Nosotros, como humanos inteligentes, y como pueblo de Dios que somos, debemos
comer "el pastel" correctamente.
¿Cómo sé yo que el asunto profético de capítulo 3 principia en el segundo capítulo? Porque la conjunción "porque"
con que principia el capítulo 3, implica que algo ha sucedido antes. Así que para adquirir la continuidad de la carga
de la Inspiración, estamos compelidos a principiar nuestro estudio con el mismo verso con el cual se le dirigió a Isaías
que principiara la profecía:
Isa. 2: 1-- "Lo que vio Isaías, hijo de Amos, tocante a Judá y a Jerusalén."
¿Qué fue inducido Isaías a revelar?-- Cosas concernientes a Judá y Jerusalén, la iglesia, el pueblo de Dios.
Necesitamos saber, sin embargo, con exactitud la generación de este pueblo, porque si la profecía es concerniente a
nuestra generación, entonces es de mucho mayor interés para nosotros. Su enseñanza será adaptable especialmente a
nuestras urgentes necesidades presentes. Por esto es que debemos estar ciertos de cual es el pueblo a que se aplica la
profecía. Leamos
Verso 2-- "Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por
cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las gentes."
No un hombre, no un pueblo o una nación, sino el Señor Mismo así declara. Al profeta le fueron mostradas cosas
concernientes a la casa del Señor (la iglesia) "en los últimos días," -- no en los días de Isaías. La declaración "últimos
días" por si misma nos conduce al "tiempo del fin." Como nos fue enseñado el Sábado pasado, que el tiempo del fin
principió en el siglo dieciocho, obviamente entonces, el tiempo está aquí para que esta maravilla de los siglos tome
lugar.
Verso 3-- "Y vendrán muchos pueblos y dirán; Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de
Jacob; y nos enseñará en Sus caminos y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de
Jerusalen la palabra de Jehová."
Puesto que ninguna tal recogimiento o unión de gentes predicho aquí todavía ha ocurrido, es claro entonces que esta
profecía aun está en lo futuro todavía.
Hace algunos años que yo estaba interesado en saber acerca de Isaías 2, y me acerqué a un bien informado y elocuente
predicador para interrogarle acerca de esto. El me contestó diciendo enfáticamente, "Eso nunca será cumplido." En
ese tiempo yo no sabía y su contestación a mi pregunta en ninguna manera fue una ayuda para mi. Ahora que el rollo
se ha desenvuelto, Dios mismo declara que su Palabra nunca falla, y en El debemos confiar, porque si esta profecía
no se cumpliera, entonces ¿Qué seguridad tengo de que sean cumplidas las otras profecías?
Además, si esta profecía no ha de cumplirse, luego por consiguiente, la obra del evangelio tampoco terminaría, porque esta profecía dice la manera en que la obra tiene que terminar-- que la ley de Dios durante el día de juicio de los vivientes tiene que salir de Sión, y de Jerusalen la Palabra de Dios, --No de Tokoma Park no de Mt. Carmel Center, y no de ningún otro lugar
Después que la obra del juicio en la casa de Dios (1 Pedro 4:17) se completara y los 144,000 siervos de Dios sin
mancha, las primicias (Apoc. 14: 4) tomen su posición alta y exaltada con el Cordero en el Monte Sión (Apoc. 14:1),
luego comienza la cosecha de los segundos frutos. Finalmente los ojos del mundo se abrirán a la situación, y como una
nación invita a otra nación la obra del evangelio se apresurará grandemente. Muchos luego, dirán, "Venid, y subamos
al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas." Todos
los profetas han hablado de este grande y maravilloso evento, pero para la brevedad, solo citaré de un capítulo
--Zacarías 2.
"Y díjole: Corre, habla a este mozo, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de los
hombres, y de las bestias en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria
en medio de ella."
Canta y alégrate, hija de Sión: porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Y uniránse muchas
gentes a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los
ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. Calle
toda carne delante de Jehová, porque El se ha despertado de su santa morada." Zacarías 2:4, 5, 10-13.
Isa. 2: -- "Y Juzgará entre las gentes y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de
arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra."
No las naciones, sino la misma Inspiración declara que en el día cuando Dios juzgue los vivientes, luego aquellas naciones quienes van al monte (la iglesia del Reino purificada) del Señor, "volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra." --irán a hacer la agricultura en lugar de malgastar sus energías en guerra. Las naciones que no aceptan la "reprensión" del Señor, en aquel día, sin embargo se levantarán como locos en contra del "monte" del Señor, como predicho por el profeta Joel, diciendo:
"Pregonad esto entre las gentes, proclamad guerra, despertad a los valientes, lléguense, vengan todos los hombres
de guerra. Haced espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el flaco: Fuerte soy. Juntaos y venid,
gentes todas de alrededor, y congregaos: haz venir allí, oh Jehová, tus fuertes. Las gentes se despierten, y suban al valle
de Josafat: porque allí me sentaré para juzgar todas las gentes de alrededor." Joel 3:9-12.
Puesto que la Inspiración ha dedicado estas publicaciones al anuncio de este evento más importante en conexión
con el evangelio --la culminación y triunfo de ello, la separación de lo bueno de lo malo (Mateo 13:30, 47, 48), las
cabras de las ovejas (Mateo 25:32); y el establecimiento del monte de la casa del Señor; por lo tanto, no se puede
escapar la conclusión que estos capítulos de Isaías fueron escritos especialmente para la iglesia de hoy. Ahora que
somos los precursores de este grande y glorioso evento, debemos dar atención especial a lo que estos capítulos tienen
que decir. Esto debemos hacer si hemos de preparar el camino del Señor (Mateo 3:3; Isa. 4:3-5). Este mensaje a la
iglesia, se ve claramente, ha de preparar sus miembros para el Juicio antes que "el día de Jehová grande y terrible"
comience (Mal. 4:5). Por esta misma razón las Escrituras a este mismo tiempo son reveladas ahora. Escuchemos ahora
la súplica del Señor.
Isa. 2: 5-- "Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová."
Porque la iglesia necesita urgentemente esta luz, la luz que ahora ilumina el Día del Juicio, el Señor hace la súplica anterior a "la casa de Jacob" antitípica, la casa en la cual quedan los 144.000 Jacobitas -- los descendientes de las 12 tribus de Israel, quienes por las edades han sido asimilados por las naciones gentiles, y así perdieron su identidad racial.
El interés del Señor de que la Iglesia camine a la luz del Señor (la luz de la Inspiración para hoy) definitivamente
implica que ella no está ahora caminando en Su luz. Y Su mandamiento, hallado en el último verso de este capítulo
enfáticamente revela que ella definitivamente está caminando a la luz de los hombres no inspirados. Por eso el Señor
manda:
Isa. 2: 22-- "Dejaos del hombre, cuyo hálito está en su nariz; porque ¿de qué es el estimado?"
La razón por la cual sus miembros deben inmediatamente dejarse de los hombres, es dada en los versos siguientes:
Isa. 3: 1--4 "Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá el sustentador
y el fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta,
el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta, y el hombre de respeto, y el consejero, y el artífice excelente, y
el hábil orador. Y pondréles mozos por príncipes, y muchachos serán sus señores."
Por más de un siglo nosotros como Adventistas del Séptimo día hemos estado predicando la obra del Juicio para
los Muertos, y ahora debemos ver fácilmente que cuando el Juicio para los Vivientes comience ha de separar los santos
de los pecadores --el trigo de la cizaña (Mateo 13:30), el pescado bueno del mal pescado (versos 47, 48), las ovejas
de las cabras (Mateo 25. 32-46), las vírgenes prudentes de las insensatas (Mateo 25:1-13).
Claramente entonces, Isaías 3:1-4 revela que entre los que son hallados faltas, son algunos de los hombres poderosos,
hombres de guerra, jueces y profetas (maestros de religión), prudentes y ancianos, capitanes y honorables, consejeros
y artífices excelentes y oradores elocuentes, y que Dios no tienerespetode personas, excepto de los pecadores penitentes;
es decir El no depende de los así-llamados grandes hombres.
Los que se han estado exaltando a si mismos, causando con esto que el pueblo les siga a los hombres eruditos en lugar
de seguir la Inspiración y de esta manera la Verdad progresiva del Señor, han de llevarse como tamo!
Los hermanos quienes por años han estado predicando el Juicio para los Muertos se han vuelto ciegos y necios
espiritualmente. Ni siquiera esperan un mensaje para el Juicio para los Vivientes sino dicen con menosprecio, "¡Estas
profecías nunca han de cumplirse! Ahora es el tiempo para que reflexionen sobre esta luz junto con la declaración:
"Pocos grandes hombres serán alistados en la última y más solemne obra." Testimonios, Vol. 5, p. 80.
Volvamos al capítulo 2.
Isa. 2: 6-- "Ciertamente tu has dejado tu pueblo, la casa de Jacob (los hombres que son causa que el pueblo
los siga a ellos), porque son henchidos del oriente, y de agoreros como los Filisteos; y en hijos ajenos descansan."
Al tiempo cuando esta grande cosecha o recogimiento aquí proyectada, está por tomar lugar, Su pueblo profeso,
declara Dios, se complacen entre los inconversos. Además, son acusados de ser agoreros. Ellos hábilmente desvanecen
con sus explicaciones la Verdad revelada para este tiempo más bien que magnificarlas y proclamarlas.
Verso 7-- "Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos;
ni sus carros tienen número."
La casa de Jacob a la que el Señor se refiere aquí, se identifica una vez más por estar en una tierra llena de plata
y oro, y carros. Desde que no hay otra tierra en el mundo de Dios enriquecida con plata, oro y carros como lo es la tierra
de América, es muy claro que América es la tierra donde the cuarteles del evangelio está, y es la tierra a la cual se
refiere.. Hermano, Hermana, El está, por lo tanto, hoy hablándote a ti y a mi, a la entera denominación y
particularmente a la Conferencia General (la casa de Jacob) en la Verdad recién revelada, en lenguaje inequívoco. En
esta nueva verdad revelada y en su lenguaje bastante claro, ¿Cumplirá usted, cumpliré yo gozosamente con los deseos
del Señor? Esta es la gran pregunta ante nosotros y debemos resolver que nuestros casos se arreglen.
Verso 8-- "Además está su tierra llena de ídolos, [declara Jehová] y a la obra de sus manos se han arrodillado,
a lo que fabricaron sus dedos."
La tierra del cual se envía el evangelio está también lleno de ídolos, El declara, la clase que sus propios manos han hecho; es decir, ellos están orgullosos de su idolatría, y adoran sus logros como si fueran su Dios. El mezquino y el encumbrado ambos practican la hipocresía. No los perdone El exclama, a no ser que se arrepientan.
Verso 10-- "Métete en la piedra, escóndete en el polvo, de la presencia espantosa de Jehová y del resplandor
de su majestad."
Aquí se nos dice claramente que los pecadores al fin se encontrarán no preparados para el día de Jehová grande y
terrible, que cuando Dios así manifieste su poder, ellos serán realmente atemorizados. Correrán como locos a las rocas
y las montañas. Los eventos de este verso en particular corren en paralelo con aquellos de Revelación: "Y los reyes de
la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas
y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de
Aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero: Porque el gran día de su ira es venido; ¿y quién podrá
estar firme?" Rev. 6: 15-17.
Evidentemente la profecía de Isaías tiene su cumplimiento en tiempo del sexto sello. El tiempo en el cual el Señor
se sienta sobre el Trono de Su Gloria, no en la nubes, el trono ante el cual se reúnen todas la naciones, y con esto la
obra del Juicio empieza: la separación toma lugar, los santos (las ovejas) luego se colocan a Su derecho y los pecadores
(las cabras) se ubican a Su izquierdo. (Mateo 25:33). El profeta Joel declara el día en estas palabras:
"Meted la hoz, porque el grano ya está maduro. Venid, pisotead, porque el lagar está lleno y rebosan las cubas; pues mucha es la maldad de ellos. "Multitudes, multitudes están en el valle de la decisión, porque está cercano el día de Jehovah en el valle de la decision. El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor. Jehová ruge desde Sión y da su voz desde Jerusalén. Tiemblan los cielos y la tierra, pero Jehová es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel." Joel 3:13-16
Es el tiempo en el cual dicen:
"Los pecadores en Sión tienen temor; el estremecimiento se ha apoderado de los impíos. ¿Quién de nosotros podrá
habitar con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros podrá habitar con las llamas eternas?" El que camina en justicia
y habla con rectitud, el que aborrece el lucro de la opresión, el que sacude sus manos para no recibir soborno, el que
tapa sus oídos para no oír de hechos de sangre, el que cierra sus ojos para no ver la iniquidad, él vivirá en las alturas,
y una fortaleza de roca será su alto refugio. Su pan le será provisto, y su agua no faltará. Ningún morador dirá: "Estoy
enfermo." Al pueblo que habite en ella le será perdonada su iniquidad." Isaías 33:14-16, 24.
Los pecadores en Sión son los primeros en clamar a las rocas y a las montañas, entonces la proclamación del día
grande y terrible del Señor saldrá lejos y extensa diciendo: "Vosotros que estáis lejos, oíd lo que he hecho; y vosotros
que estáis cerca, conoced mi poder." Isa. 33:13.
Ahora es el tiempo para dejar de engañarnos, para resolver servir al Señor de todo corazón, y servir solamente a El.
¿Como sé yo que el gran día del Señor casi está aquí?-- Yo lo sé porque el anuncio [mensaje de ello] ya está aquí,
y porque el mensaje de poner la marca [sellar] predicho en el capítulo nuevo de Ezequiel, la obra del Juicio, está ya
abriéndose paso por todo el mundo Adventista. Lo sé porque el material para la gloria que sigue inmediatamente
después (el material que ha de alumbrar la tierra con la gloria del ángel, el Fuerte Clamor --Apoc. 18:1) es todo listo
y esperando.
¿Y qué ocurre luego? --el clamor sale a todo el dominio de Babilonia, "-Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis sus plagas!" Apoc. 18:4. El pueblo de Dios salen de Babilonia para unirse con Su iglesia purificada y libre de pecada, Sus siervos sin mancha, los 144,000, las primicias del monte de la casa del Señor.
Luego vendrá que de todas las naciones los santos correrán a ello. "Porque he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra; y la oscuridad, los pueblos. Pero sobre ti resplandecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Entonces las naciones andarán en tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer. "Alza tus ojos en derredor y mira: Todos ellos se han reunido y han venido a ti. Tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán traídas en brazos. Entonces lo verás y resplandecerás. Tu corazón se estremecerá y se ensanchará, porque la abundancia del mar se habrá vuelto a ti, y la riqueza de las naciones te será traída. Una multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Efa; todos ellos vendrán de Seba. Traerán oro e incienso, y proclamarán las alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Quedar será reunido para ti; carneros de Nebayot te servirán. Serán una grata ofrenda sobre mi altar, y hermosearé el templo de mi esplendor.
"¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas hacia sus palomares? Ciertamente, en mí esperarán
las costas; y a la cabeza estarán las naves de Tarsis para traer de lejos a tus hijos con su plata y su oro, por el nombre
de Jehová tu Dios y por el Santo de Israel que te ha llenado de esplendor. "Los hijos de los extranjeros edificarán tus
muros, y sus reyes te servirán. Aunque en mi furor te herí, en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. Tus puertas
estarán abiertas continuamente. No se cerrarán ni de día ni de noche, para que sean traídas a ti las riquezas de las
naciones, y te sean conducidos sus reyes."
Luego acontecerá que:
Isa. 2:11-- La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová
solo será ensalzado en aquel día.
Por largo tiempo el hombre se ha estado exaltando a si mismo; de hecho se ha exaltado tanto, que tal vez hay muy
pocos Cristianos en el mundo que caminen realmente a "la luz del Señor," Los más de ellos están siguiendo las chispas
del hombre. Siguen las interpretaciones no inspiradas de las Escrituras,--inventos de hombres, hombres que
menosprecian la idea de la Inspiración; no ven la necesidad de más Verdad o de profetas, aunque saben muy bien que
la única Verdad que jamás haya venido ha sido por los siervos escogidos de Dios. Aun los creyentes de la Verdad
Presente no se han despertado todavía del todo a esta asombrosa revelación. Muchos de ellos son llevados con cada
viento de doctrina, muchas de las cuales son creadas por impostores como Koré, Datan y Abirám (Núm.. 16:9-11)
codiciando la carga de Moisés --usurpadores del Trono de la Inspiración -- siendo partidarios, uno por Pablo y otro
por Apolos, por así decirlo!
El ojo de la Inspiración, poniendo la mira en este día y mensaje revela que mucho de este auto-engaño es el resultado
de lo que describe el Espíritu, una hipocresía de doble cara que dice: "Y tú, hijo del hombre, los hijos de tu pueblo se
mofan de ti junto á las paredes y á las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano,
diciendo: Venid ahora, y oid qué palabra sale de Jehová. Y vendrán á ti como viene el pueblo, y se estarán delante de
ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra: antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de
ellos anda en pos de su avaricia. Y he aquí que tú eres á ellos como cantor de amores, gracioso de voz y que canta bien:
y oirán tus palabras, mas no las pondrán por obra. Empero cuando ello viniere (he aquí viene) sabrán que hubo profeta
entre ellos." Eze. 33:30-33.
Versos 12, 13, 15, 16 -- Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo
ensalzado; y será abatido. Y sobre todos los cedros del Líbano altos y sublimes, y sobre todas las encinas de
Basán; y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas pinturas
preciadas."
Por supuesto que estas son expresiones figuradas que se refieren a los hombres altivos y auto-suficientes que ante los
ojos del pueblo han parecido como los cedros del Líbano y como los alcornoques del Basán.
Versos 17-20--"Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo
Jehová será ensalzado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. y meteránse a las cavernas de las peñas, y
en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando
se levantare El para herir la tierra. Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata,
y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase."
¿Cuales serán los ídolos abolidos? --los ídolos que caminan. Son, por lo tanto, hombres quienes el pueblo idolatran.
Ellos y los que los idolatran, correrán "en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra." Solo los que se
deshacen de sus ídolos serán liberados. Tres clases de ídolos son mencionados en estos versos: (1) las obras de las
manos de los hombres, (2) los hombres que son reverenciados, (3) el oro y la plata que son adorados. Estos serán
abolidos, y no habrá más ídolos.
Verso 21-- "Y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia
formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra."
Hermano, Hermana, si nosotros no arrojamos ahora nuestros ídolos, nos veremos forzados a hacerlo más tarde, ¿pero
qué bien nos hará entonces?
Isa. 3: 1-- "Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá el sustentador
y el fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua."
El tiempo está a la mano cuando los pecadores en Jerusalén y en Judá -- los hombres de la Conferencia General
y la iglesia entera, no tendrán ni una gota de agua que beber ni un bocado que comer. ¿Quiénes serán entre estos?
Versos 2-4-- "El valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; el capitán de
cincuenta, y el hombre de respeto, y el consejero, y el artífice excelente, y el hábil orador. [Habiendo quitado de
entre de ellos los hombres que se exaltaban a si mismos, y habiendo libertado a su pueblo de esta manera, el Señor pone
niños por decirlo así, humildes que gobiernen a su pueblo ] "y pondréles mozos por príncipes, y muchachos serán
sus señores."
Las señales de los tiempos tienen que ser reconocidas por las condiciones reveladas en el
Verso 5-- "Y el pueblo hará violencia los unos a los otros, cada cual contra su vecino: el mozo se levantará
contra el viejo, y el villano contra el noble."
Puesto que estas cosas están teniendo lugar ahora, nosotros no debemos ignorar el hecho que el "día grande y terrible
de Jehová está a mano. Los rebeldes y los irreverentes no resistirán el día.
Verso 6-- "Cuando alguno eche mano de su hermano en la casa de su padre y le diga: "Tú que tienes ropa, sé
nuestro jefe y toma en tus manos esta ruina."
Decir, "Ven y gobierna sobre nosotros porque tu tienes ropa," tal vez equivale a decir. "Si tu gobiernas sobre nosotros
al menos tu puedes darnos algo con que vestirnos, y esta ruina será bajo tu cuidado. Tu puedes remediar la situación."
La manera de pensar y obrar del pueblo en este tiempo de dificultades, de ruina y de adversidad de todas clases, revela
claramente que ellos no toman a Dios en consideración, --no, de ninguna manera. Confían en los hombres y en los
bienes. Ellos esperan que alguien todavía pueda remediar la situación y salvarlos de la ruina. De esta forma, llamando
a los hombres en lugar de invocar a Dios, están actuando como si Dios hubiese abandonado la tierra.
Verso 7 -- "él alzará la voz en aquel día diciendo: "Yo no seré sanador, pues en mi casa no hay comida ni
vestido. No me pongáis por jefe del pueblo."
El que es llamado para gobernar, también participa de la actitud del pueblo. El les declara que no es capaz para
aliviar el mal, que él también es pobre. Dios, no obstante, hace clara la causa de sus dificultades. Leamos
Verso 8-- "Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido
contra Jehová, para irritar los ojos de Su majestad."
No es el mundo, sino Jerusalén la arruinada, y Judá la caída. ¿Por qué? -- Porque sus acciones y sus hechos y sus
palabras son en contra del Señor.; es decir, se oponen su Verdad del Juicio. ¿Qué son los ojos de Su gloria? Según
Isaías 62:3 y 4:5, Su gloria es Sión que vive para siempre, Su iglesia alumbrada de Verdad. El depositario de Su
Verdad revelada, por lo tanto, es Su gloria. Y de acuerdo con 1 de Samuel 9:9, Sus videntes, son Sus "ojos. Véase 1
Samuel 9:9. Es decir los siervos llenos del Espíritu quien guía en toda Verdad, son los ojos de Su gloria quienes quedan
descaradamente irritados [avergonzados] por los pecadores.
Vosotros de hecho sabéis que no hay uno que se nombre a si mismo Cristiano que hable directo contra Dios. Lo que
los profesos Cristianos están haciendo, es hablar cosas en contra de la Verdad revelada de Dios, sin realizar que están
hablando en contra del "Espíritu Santo," y de esta forma en contra de Dios mismo, también.
Aun algunos creyentes de la Verdad Presente de vez en cuando pronuncian una palabra de crítica aquí, otra allí,
diciendo cosas para sostener su propia reputación y anular la deotros, o para ganar a alguno en favor de su manera
de pensar a expensas de la causa de Dios. Esta clase de pecados son los más engañosos. Y cuanto más la habilidad del
que se ocupa en estas practicas, tanto mayor es el daño que ocasiona.
¿No nos han sido dadas las lenguas nuestras para que glorifiquemos a Dios por Su Verdad? O ¿nos han sido dadas
para aprovechar de la Verdad revelada de Dios para exaltar el yo, u ganar a otros para pensar de acuerdo a nosotros?
Tal vez las más destructivas de todas son las críticas injustas que con frecuencia se hacen en la presencia de los niños
y jóvenes, o en la presencia de los que no tienen experiencia o información.
¡Estos son daños que nunca puede remediarse! Los padres por otra parte se esfuerzan duro para salvar sus hijos, y
por otra parte por sus conversaciones imprudentes los alejan de Dios y Su Verdad.
Verso 9 -- "La apariencia de sus rostros los acusa. Como Sodoma, expresan su pecado y no lo disimulan. -Ay
de ellos, porque para sí mismos han producido el mal!"
Si, los pecados que son cometidos, no son de la clase que por regla general comete el pueblo en secreto, sino más
bien de la clase de los que el pueblo está orgulloso, porque ellos no los ocultan sino que los cometen abiertamente, y
su falta de vergüenza es un testigo contra ellos. Los mismos hombres quienes pudieran haber sido una gran ayuda para
Moisés, le fueren una un problema, creando problemas y descontento. Hasta el Señor mismo no pudo hacerlos volver
a sus sentidos, y como resultado la tierra abrió su boca y los tragó todos. (Véase Núm. 16:26-33; Patriarcas y Profetas,
p. 423429.
El tiempo ha llegado para que salgamos de nuestra infancia, siendo hombres y mujeres maduros en la fe. El tiempo
ha venido para que nos sirvamos "carne fuerte" y para darnos cuenta de que la obra que hacemos hubiera acabado
mucho tiempo ya en el basurero si habría dependido de la sabiduría humana.
Versos 10-12--"Decid a los justos que les irá bien, que comerán del fruto de sus hechos. Ay de los impíos! Les
irá mal, porque les será hecho conforme a las obras de sus manos. Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos,
y mujeres se enseñorean de él. Pueblo mío, los que te guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus caminos."
No, Dios mismo no puede gobernar sobre los orgullosos, llenos de importancia, quienes son auto-suficientes. Pero
en cuanto a Su pueblo, aun niños y mujeres gobiernan sobre ellos. Estos están siendo ahora advertidos de que el orgullo
que hoy reina sobre ellos ocasiona sus errores, destruyendo con esto el plan de Dios para ellos.
Cierto hermano dijo, "Yo espero que el Señor tome pronto las riendas en sus propias manos para liberar a Israel.
Aun después de llegar al Mar Rojo, la multitud no sabía que Dios había tomado las riendas en sus Propias Manos. Ellos
pensaban también que todas las cosas estaban en manos de Moisés. Cuando milagrosamente pasaron el Mar Rojo y
entonaron el canto de liberación, entonces comprendieron que la mano de Dios les dio libertad. Con todo, poco después
lo olvidaron todo, y acusaron y condenaron a Moisés porque los trajo a las soledades del desierto. Cuando llegaron a
los bordes de la tierra prometida, El no pudo introducirlos a ella, sino que de nuevo los llevó al desierto, y los tuvo allí
por cuarenta años.
Aun el mana que diariamente caía a la tierra, juntamente con otras maravillas no podía convencer a la multitud de que Dios había tomado las riendas en Sus propias manos. Como resultado de esta incredulidad quedaron sus cuerpos muertos en el desierto, pero los hijos, de quienes ellos pensaban que nunca llegarían al término ellos fueron los que entraron a la tierra. (Núm. 14: 1-3, 27-32; 16: 63-65).
Hay un cierto elemento a quien Dios mismo no puede convencer de que haya tomado las riendas en Sus Propias
manos. Nunca toman ordenes de nadie sino de si mismos. Aquellos individuos independientes seguirán criticando todo
en lo que ellos mismos no toman parte. Así que, no importa su profesión, o que piensan o dicen, no son el pueblo de
Dios. Su pueblo verdadero, El declara, pueden tomar ordenes hasta de las mujeres y niños.
El pueblo de Dios toman ordenes de cualquiera quien Dios señala porque ellos caminan en la luz del Señor, no en
las chispas de los hombres. Declara claramente que aquellos quienes ahora los gobierna, hacen que Su pueblo se
equivocan, y ¡están destruyendo el camino del sendero correcto!
Versos 13, 14-- "Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar los pueblos. Jehová vendrá a juicio contra
los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre
está en vuestras casas."
Esta Escritura declara enfáticamente que el Señor está suplicando mientras El está de pie para juzgar al pueblo, mostrando que el Juicio de los Vivientes empieza después que este anuncio de ello se haya pregonado por todo Laodicea. La carga en contra de los ancianos y príncipes (dirigentes y ministros) es que ellos han devorado la viña, y que han consumido toda la entrada, y que ellos han robado Su pueblo para enriquecerse a si mismos. Es hecho conocido que no solo el diezmo (la única entrada legal para el ministerio) sino también las ofrendas (la porción para los pobres) y todo lo demás es consumido por el ministerio, y que hasta han tornado el Sábado y la casa de adoración en instituciones para levantar fondos, empleando todos los medios e inventos en el nombre de la religión por el cual pueden hacer los pobres más pobres y a ellos más ricos. No yo, sino el Señor es Quien dice esto. No es exageración, por lo tanto, decir que la casa de Dios ha llegado a ser casa de mercancías, manejada por ladrones, que las moradas de los ancianos y príncipes son usados como los nidos de ratas empacadoras, y que el día del Sábado ha sido convertido en un día de comercio.
"Quien puede decir con verdad: "Nuestro oro es probado en el fuego y nuestros vestidos no están manchados por el
mundo"? He visto a nuestro Instructor señalar vestiduras que se daban por justicia. Al desgarrarlas puso al descubierto
la suciedad que cubrían. Luego me dijo: "¿No puedes ver con qué falsedad cubrieron su inmundicia y la corrupción
de su carácter? ¿Qué, pues, la ciudad fiel ha venido a ser una ramera? La casa de mi Padre es hecha un lugar de
comercio, de donde se han retirado la gloria y la presencia divinas! Por esta causa hay debilidad y falta la fuerza." 2
Joyas de Testimonios, p. 254.
Viendo que casi todos son vencidos por el Enemigo de las almas, debemos, por lo tanto, tanto más temer a Dios y
caminar más de cerca con El, a no ser que nosotros, también, caigamos en la bolsa de trampa que usa el diablo para
secuestrar la gente. Debemos tener cuidado y ser pastores considerados y no injeridores voraces.
Encontraréis que el Diablo luchará por vida y se opondrá violentamente al mensaje de este Juicio, y tratará convencer
a todos que estas profecías no serán cumplidas. El pueblo verdadero de Dios, no obstante, verán la importancia de su
cumplimiento en este tiempo especial, y con gozo aceptarán lo que la Palabra de Dios dice.
Estamos llamados a ser reformadores, no deformadores, recogiendo con Dios, no esparciendo con Satanás. Seamos lo que profesamos ser, y de esta manera parar sin mancha delante del Trono de Dios, sin mentira en nuestras bocas, y por fin sin pecadores en nuestro medio.
Verso 15-- ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo, y moléis las casas de los pobres? Dice el Señor Jehová
de los ejércitos.
¡Qué carga tan terrible para sacar provecho de los pobres. Es muy triste que nuestros hermanos hayan caído tan bajo.
Y todavía peor es que no prestan atención a estos mensajes enviados del Cielo, y más bien que dar la bienvenida a ellos,
están haciendo todo para evitarlos y guardar a los laicos de llegar en contacto con ellos.
Que sus errores lleguen a ser nuestros peldaños al éxito. Que donde ellos muelen los rostros de los pobres, los
hagamos felices, y que nos demos cuenta que recibir uno de los más pequenos del pueblo de Dios, es recibir a Dios
Mismo. ¡Cuan agradecidos deber ser por este gran privilegio!