La meditación para nuestra oración en esta tarde se encuentra
en las páginas 84 y 85 del Discurso Maestro de Jesucristo. Daré
lectura a los primeros párrafos basados en la escritura, "No os
congojéis por el día de mañana;...basta al día
su afán."
D.M. de J. pag.84, 85 "Si os habéis entregado a Dios, para hacer su obra, no os inquietéis por el día de mañana...Cuando nosotros mismos nos encargamos del manejo de las cosas que nos conciernen, confiando en nuestra propia sabiduría para salir airosos, asumiendo una carga que El no nos ha dado...Con mucha razón podremos llenarnos de inquietud, esperando peligro y pérdidas, que seguramente nos sobrevendrán. pero cuando creemos sinceramente que Dios nos ama, e intenta ayudarnos, dejaremos de acongojarnos por el porvenir. Confiaremos en Dios así como un niño confía en su padre amante. Entonces desaparecerán todos nuestros tormentos y dificultades...
"Cristo no nos ha prometido ayuda para llevar hoy las cargas del mañana...
Tenemos solamente un día, y en él hemos de vivir para Dios.
En ese día sólo, mediante el servicio consagrado, hemos de
confiar en la mano de Cristo todos nuestros planes y propósitos,
depositando en El todas las cuitas, porque El nos vela."
Arrodillémonos ahora en oración. Consideremos primero lo que pediremos. ¿Oraremos para confiar en nuestro Padre celestial de la manera que un niño confía en su amante padre terrenal? Oremos por la perseverante realización de que Dios nos ha prometido ayuda en llevar nuestras cargas no del mañana sino las de hoy; oremos porque cada día pongamos en sus manos todos nuestros propósitos y planes, todos nuestros cuidados y ansiedades. Solamente entonces podemos descansar en su segura promesa de que en "quietud y confianza" será nuestra fortaleza.
Texto de la Alocución por V. T. Houteff,
Ministro de los D. Adventistas del Séptimo Día
el Sábado, Agosto 10, 1946
Capilla de Mt. Carmel
Waco, Texas
A menudo vosotros habéis oído decir que hay muchos caminos
que conducen al Reino de eterna paz y de prosperidad, que nosotros podemos
tomar cualquiera de ellos y llegar allí. Yo para mi solamente creo
hay un camino que conduce al reino, y hay otro que conduce a la destrucción.
Para dar a vosotros la razón porque creo que solamente hay dos caminos,
daré lectura en el libro que nunca yerra.
Mat.7:13,14--"Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta,
y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los
que entran por ella, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son
los que la hallan."
¿Cuántos caminos? --Sólo dos: el verdadero y el
camino falso. Estos dos caminos siempre han existido y existirán
siempre que existan el hombre natural y el hombre espiritual en la tierra.
Estos caminos vinieron a existencia con los dos primeros hermanos que vivieron
en la tierra--Caín y Abel. Los que van por el camino estrecho son
los Abeles, y los que van por el camino ancho son los Caínes. Hay
muchos caminantes en este último porque todos los que vienen al
mundo principian en este camino y los más de ellos permanecen en
él para siempre.
Esto es así porque desde un principio nosotros hemos nacido con
la naturaleza de pecado; y somos nacidos "Caínes." Por consiguiente,
antes que seamos nacidos otra vez, nacidos del Espíritu y de esta
manera puestos en el camino estrecho, todos nosotros hemos caminado por
el camino ancho. Además, el camino ancho es bastante amplio para
que llevemos por el todo lo que el pecado nos ofrezca, mientras que el
camino estrecho es tan angosto que excluye todas las cosas con la única
excepción del viajero mismo. Por consiguiente, hablando comparativamente,
hay muy pocos que eligen negarle a la carne sus deseos; y abandonar el
pecado en todas sus formas. Naturalmente entonces, muchos van por el "camino
que al hombre parece derecho" aunque "...su fin son caminos de muerte."
Prov. 14:12. Consultemos ahora Juan 9, versos 39 al 41.
Verso 39 --"Y dijo Jesús: yo, para juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados."
Aquí se nos dice que Jesús vino para juicio, ¡juicio
que ocasionará que aquellos que ven sean vueltos ciegos; y los que
sean ciegos vean! La expresión es rara, pero el significado es claro:
El vino a cambiar a cada ser, y a invertir la situación de cada
uno. A los que son ciegos El les dará capacidad para ver, y a los
que ven El los hará ciegos.
Ahora juzguemos nuestro propio caso. Si en estos momentos nosotros somos lo mismo que siempre hemos sido, entonces sencillamente su venida no nos ha sido de ningún provecho todavía. Si creemos que vemos y sabemos bastante, que no tenemos necesidad de nada, y no podemos ser convencidos de otra manera, entonces vendremos a ser ciegos para siempre, nunca seremos capaces de ver lo que El quiere que veamos. Pero si admitimos que somos ciegos a las cosas espirituales, Cristo nos hará ver. Estos por experiencia dirán, "Una vez yo estaba ciego, pero ahora yo veo." La experiencia del hombre ciego debe ser nuestra experiencia.
Verso 40, 41 --"Y ciertos de los fariseos que estaban con el oyeron
esto, y dijéronle: ¿Somos nosotros también ciegos?
Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos no tuvierais pecado: más
ahora porque decís, Vemos, por tanto vuestro pecado permanece."
Si vosotros decís vemos, y continuáis pecando, entonces
vosotros mismos seréis responsables de vuestros pecados. Pero si
vosotros no veis, El os hará ver para que dejéis de pecar.
Jn.10:1 --"De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta
en el corral de las ovejas, más sube por otra parte, el tal es ladrón
y robador."
¿Queréis entrar en el "redil"? Si es así, debéis
entrar por la "Puerta". Si entráis al redil por alguna otra parte,
con el tiempo seréis arrojados a las tinieblas de afuera, allí
para crujir los dientes. Debemos hacer nuestra elección entre estas
dos alternativas.
Verso 2--"Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas
es."
En el verso 9 Cristo dice, "Yo soy la puerta." Conectad el verso 9 con
el verso 2, y vemos que los que entran por el camino del Señor son
los únicos que el Señor reconoce como los pastores de Su
rebaño. Con esto el Señor implica que hay pastores desautorizados
pastoreando sus ovejas.
Verso 3 --"A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz:
y a sus ovejas llama por su nombre, y las saca."
El portero, el que está a cargo, abre la puerta solamente a los
que han cumplido con los requisitos para ser admitidos. En otras palabras,
el Señor claramente nos dice que ninguno puede evadir la inspección
del portero y para siempre escapar así. Y todavía a pesar
de esta advertencia y del hecho de que entrar por la puerta es más
fácil que escalar la pared, algunos escogen entrar a hurtadillas
al redil --fingiendo ser en "la fe" y de esta manera entrando en el redil
y esperando tomar control o conseguir adeptos. Sin embargo, no es posible
inducir a las ovejas verdaderas de Dios a seguirlos porque ellos saben
la Voz del verdadero Pastor.
Sólo los que entran por la Puerta y a quienes "el portero" (el
por medio de quien se manifiesta el Espíritu de Profecía)
abre son pastores autorizados cuyas voces obedecen las ovejas. Todos tales
pastores llaman a las ovejas por su nombre: son muy familiarizados con
sus rebaños porque tienen intenso interés en ellos y cuidadosamente
las guían dentro y fuera.
Aquí el estudiante de la Verdad presente observará que
por esta ilustración Cristo señala que los únicos
pastores que El reconoce como suyos son ellos a quienes "el portero" abre
la Puerta e invita adentro. El estudiante notará también
que todos los otros son condenados como impostores. Y las ovejas que obedecen
la voz del falso pastor El declara, que no son sus ovejas.
Verso 4 --"Y como ha sacado afuera todas las propias, va delante de
ellas; y las ovejas le siguen , porque conocen su voz.
Puesto que sus ovejas no conocen las caras, sino que conocen las voces, los que fijan su atención en las caras y no pueden distinguir entre las voces seguramente serán descarriados por los que a sí mismos se han hecho pastores.
Pero los que solamente atienden a la Voz, la Voz de la Verdad, son bien
dirigidos adentro para refugio y afuera para pastos verdes. El pueblo de
Dios no se preocupa por las caras, pero prestan atención ferviente
a las voces señaladas por Dios que anuncian la Verdad.
Versos 5, 8, 10 --"Más al extraño no seguirán,
antes huirían de él: porque no conocen la voz de los extraños.
...Todos los que antes de mí vinieron son ladrones y robadores;
más no los oyeron las ovejas... El ladrón no viene sino para
hurtar, matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que
la tengan en abundancia."
De esta manera las ovejas de Dios son guiados con cuidado adentro y afuera para alberge y "alimento a su debido tiempo," a la Verdad presente. Las "cabras", no obstante, los que evitan al portero mientras entran, deben, por supuesto, hacer lo mismo también al salir. por consiguiente, no pueden ser guiados por los pastores señalados por Dios. Volvamos a Juan 14 y leamos un verso.
Juan 14:6 --"Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y
la Vida: nadie viene al Padre, sino por mí."
De esto nosotros vemos que Jesús es el único camino que
conduce al Reino. Entonces la creencia de que hay muchos caminos que conducen
al Reino, mientras que hay un sólo Jesús, es solamente el
("susurro de un embuste") que a los corazones faltos de consagración
les agrada escuchar. Estos son los que están escabulléndose
del Portero que está a la "Puerta" estos saben que sus hechos no
pueden resistir inspección ninguna.
Si hemos de tener un hogar en el Reino, nunca deberíamos ser como ellos. Debemos saber lo peor de nuestro caso.
Nunca debemos decir que si fulano o zutano llegara allí nosotros
también lo haremos. Podría ser verdad que si "fulano y zutano"
llegaran allí y que nosotros también pudiéramos llegar,
pero "fulano y zutano" no están llegando allí. No seamos
pues, tontos como para seguir el ejemplo de "fulano y zutano". Nosotros
debemos seguir al Señor en su Verdad, la Verdad nos hará
libres.
Como no hay más que un Camino verdadero y una Puerta, y como
no todos los Cristianos ven igual ni caminan juntos; ¿será
posible el que todos estemos errados? ¿viajando todos a una dirección
errada? --"No esto nunca puede ser así siempre que el Señor
no abandone la tierra. No, sin duda, porque El debe tener un pueblo a quien
confiar su Verdad y por medio del cual salvar a los que elijan andar en
su camino. Así que los que elijan ir por sus caminos propios de
ellos, descubrirán al fin que el diablo y no el Señor es
el que está a sus espaldas, y que el infierno y no el Reino está
delante de ellos.
Haremos bien en discutir por algunos minutos las cualidades que los
pastores deben tener a fin de que pasen la inspección del portero.
Haré uso de algunas ilustraciones, tal vez dos o tres.
Recuerdan que hubo un niño llamado Samuel quien desde su tierna
infancia principió a andar por "el Camino," y de esta manera fue
adiestrado. Ahora fíjense en lo que pasó: Recordaréis
que una noche, Samuel fue despertado súbitamente por una Voz. Suponiendo
que era llamado por Elí, prestamente acudió a la cama de
Elí para inquirir lo que deseaba. Por su puesto Elí se sorprendió,
pero con calma le dijo. "Yo no te llamé, vuelve a acostarte." Desde
que alderredor no había otra persona más que Elí,
Samuel estaba cierto de que el anciano lo había llamado, sin embargo
obedeció y se fue derecho a la cama.
No pasó mucho tiempo, sin embargo, tal vez tan pronto como Samuel
volviera a dormirse, la Voz llamó por segunda vez. Sabéis
vosotros que Samuel fácilmente podía haberse dicho a sí
mismo. "Este anciano debe estar soñando. He aquí está
llamando otra vez, pero no me molestaré más por él.
Lo dejaré que llame todo lo que pueda." Más en lugar de decir
todo esto, Samuel, no obstante, tan presto como antes, acudió de
prisa a la cama de su señor, solamente para oír las palabras,
"Vuelve a la cama, yo no te llamé." Todavía por la tercera
vez él oyó que llamaban, con tanta voluntad y respetuosamente
como antes él fue a la cama de su señor. Elí al fin
percibió que el Señor había estado llamando al niño,
e instruyó a Samuel en lo que debía hacer. ¿Y que
fue lo que Samuel hizo? --"Exactamente lo que le fue dicho.
Si Samuel no hubiera sido tan obediente, paciente y respetuoso como
fue, ¿pensáis vosotros que alguna vez habría ocupado
el puesto más alto de la tierra? --Seguro que no. No hubo nada sino
tales santas cualidades de carácter como las que Samuel mostró
aquella noche, que le promovieron a los oficios de profeta, sacerdote y
juez.
¿Nos preguntamos todavía porque Samuel fue sacado tres
veces en sucesión y porque a él y a Elí se les molestó
durante la noche? --"Por dos razones (1) Para probar que a pesar de las
inconveniencias, Samuel no se vacilará en levantarse cuando le llamaban,
y que no se enfadaría,(2) El Señor quería ayudar a
Elí; El quería evitar la posibilidad de que Elí concluyera
que Samuel salía de su lugar le ponía en tela de juicio su
habilidad para disciplinar a sus hijos. Si a Elí no se le hubiera
dado la oportunidad de saber de cierto que el Señor era quien hablaba
al muchacho, entonces fácilmente hubiera concluido que Samuel armaba
complot en contra de los hijos de Elí. Pero siendo las circunstancias
como eran, no le cupo la menor duda a Elí de que Dios tenía
un mensaje para él. No había lugar a duda.
Los muchachos de hoy así como los de los tiempos pasados, están
ansiosos de ser algo en la vida, y no obstante millones de ellos fallan
en llegar a la meta y muchos de ellos arruinan sus vidas. Anhelan ser grandes
hombres, pero ni siquiera llegan a la medianía. ¿Y cuál
es la razón? --Es sencillamente porque han confiado demasiado en
su propio poder, y han despreciado el poder de Dios. No saben que con el
poder de Dios no hay fracaso y que con El somos capaces de "llegar a cualquier
lugar."
Jóvenes varones y señoritas, rendíos vosotros sin
reserva a Dios. El necesita grandes hombres, y El puede hacer de vosotros
tales cosas. Cuando aprendáis los caminos de Dios y lleguéis
a ser las personas de responsabilidad como lo fue Samuel, Dios no pasará
por alto vuestro celo, integridad, y sinceridad. El os dará una
grande recompensa por ello. Sí, entonces vosotros seréis
grandes.
Antiguamente, David también fue un muchacho --nada más
que un simple pastor de ovejas. Pero fue un buen pastor, el mejor de la
tierra. Dios vio que era cuidadoso de sus deberes y fiel en cumplirlos,
y El determinó hacer del muchacho un rey sobre su pueblo. De seguro,
cuando una persona hace bien en una cosa, es muy probable que hará
otra cosa igualmente bien. David era tan fiel en sus deberes como lo fue
Samuel. Por eso Dios lo tomó del aprisco para ponerlo en el palacio.
Yo estoy pensando también acerca de otro muchacho, un joven en la adolescencia --"José. El Señor vio en él algo que no encontró en los hermanos de José. No solamente fue el hijo favorito de su padre, sino también el favorito de Dios. Dios tenía en su pensamiento algo grande para José
--mayor que el mundo jamás pudiera pensar. "Pero José
tenía que venir a ser esclavo, para probar que era digno de confianza.
El tenía que ser educado para una grande obra.
Así que de acuerdo a la Providencia, sus hermanos lo vendieron
para ser esclavo. Exactamente entonces él recordó lo que
el Señor le había prometido un sueño -- que además
de sus hermanos, aún su padre y su madre se inclinarían a
él. ¿Podéis vosotros imaginar cuan espléndida
oportunidad tuvo José de maldecir a Dios cuando se vio a sí
mismo llegando a ser esclavo? El podía haber dicho, ¿"Para
que servir a un Dios que en cambio de la gloria que promete, da humillación,
dificultades y rechazo? Pero José sabiamente hizo como Job: santificando
a Dios en sus corazón, en efecto dijo:, "Aunque El me quite la vida,
todavía así yo confiaré en El."
Pronto José se reconcilió a sí mismo con su situación,
confiando en que el Dios de su padre sabía todo acerca de sus sufrimientos.
Así es como sus patrones esclavistas, los Ismaelitas reconocieron
inmediatamente que tenían en su posición un esclavo fino
que podían vender a buen precio. ¿Qué cómo
puedo yo saber esto? --Lo sé porque los Ismaelitas lo llevaron al
hombre que no compraría alguna cosa sino era la mejor. Llevaron
a José al hombre más rico de Egipto, que podía pagar
el precio debido. Vosotros sabéis que los hombres ricos nunca compran
cosas baratas, ni tampoco los vendedores se las ofrecen.
José aún en su dolor, pudo mostrar su habilidad para servir,
y debe haber mostrado un gran respeto por sus dueños en el camino
para Egipto. Así fue como estos hombres conocieron el valor de su
cautivo y se dieron cuenta de que podían venderlo a alguien que
necesitase algo bueno pagando un buen precio por ello. Potifar también
encontró pronto, que bajo todos respectos, José era digno
de confianza. Así es que lo nombró mayordomo número
uno de su casa. Hasta la señora Potifar se enamoró de él.
Fue de este modo vosotros recordaréis, que llegó al cenit
de la prueba para su graduación. Después de esta prueba,
la más grande de su vida, fue graduado entonces de la casa de Potifar,
luego de la cárcel. luego fue promovido al trono de Egipto, la mayor
del mundo. Pero ya fuera en su ascenso o en su descenso José daba
la gloria a Dios y honestamente hacía su mejor. En todo lo que le
encargaron, no fue inferior a nadie, y así él vino a ser
el mayor entre los vivientes de la tierra.
En relación al verdadero secreto de su éxito está
fundado en un sencillo principio --la firmeza contra la tentación
a pecar, y la fidelidad a su deber: ¡"Ah! cómo puedo yo hacer
este grande mal. No pecaré ni en contra del hombre ni en contra
de Dios" fue su replica a toda tentación.
Esta es la razón porque José fue grande en la casa de
su padre, en las manos de los Ismaelitas, en la casa de Potifar, en la
prisión, en el trono de Faraón y en todo el mundo. Esta es
la razón porque todo el mundo antiguo se inclinaban ante él.
Por estas hechos biográficos se puede ver que los mismos principios
que trajeron el éxito a Samuel, a David y a José, pueden
sin duda traer el éxito a nosotros todos. Y recordad que el buen
éxito principia en el mismo lugar en que os encontráis, ya
sea en los atrios del templo, en el aprisco, en el patio con el amo de
los esclavos, en la casa de prisión, en el palacio del rey --no
hay diferencia en el lugar. Vosotros no necesitáis correr para alcanzar
el éxito, pero si lo que tenéis que hacer es inclinaros para
levantarlo. Sí, no hay duda que el éxito viene de los cielos,
pero para recogerlo vosotros tenéis que inclinaros muy profundo.
Esto es lo que debéis hacer si deseáis tener éxito
en alguna cosa.
Ahora mismo el Señor está buscando con anuncios al menos
144,000 salvadores de vida, con sus cuarteles establecidos en el famoso
monte de Sión --un puesto más grande que el guardado por
José. ¿Queréis vosotros ser uno de ellos? Hoy día
hay más grandes oportunidades que antes. ¿Porqué no
os aventuráis en algo para lo cual no hay riesgos? Cada uno puede
tener buen éxito si tiene disposición para pagar el precio.
Considerando estas alternativas infalibles, Yo ruego que me digáis,
¿porqué es que los jóvenes de hoy día son tan
descuidados e indiferentes? ¿Porqué es esto? Ellos no son
muchachas y muchachos malos, ellos son nacidos con la misma naturaleza
como los de otras generaciones. De hecho los que están en está
colina son buenos muchachos y muchachas, pero necesitan nacer de nuevo,
ser nacidos del Espíritu --cambiados, hechos capaces para ver.
Los jóvenes y las jóvenes son ciegos naturalmente a las
cosas espirituales, así como los gatitos recién nacidos son
ciegos a las cosas materiales. Los jóvenes necesitan ser enseñados
en el camino de la vida espiritual, necesitan que sea desarraigado de ellos
la naturaleza que anhela pecar, y sea instilada dentro de ellos la naturaleza
aborrecedora del pecado.
Los padres que ya han adquirido esta visión, necesitan despertar
ahora a su deber. Necesitan educar a sus hijos en el camino de Cristo como
necesitan educarlos en el camino de la sociedad. Esto sólo pueden
hacer por precepto y ejemplo.
Nuestro gran Ejemplo vino del cielo a la tierra. Anduvo y trabajó con los hombres durante tres décadas, luego murió y se levantó otra vez. Hizo esto a fin de cambiar a los hombres, crear de nuevo la imagen de Dios en ellos y darles la vida para siempre. Ahora si estos jóvenes varones y señoritas se esfuerzan debidamente por hacer algo bueno de sí mismos, entonces nosotros seguramente deberíamos de buenas ganas ayudarlos a alcanzar la meta. Vosotros varones, y señoras, vinisteis a este monte no porque alguien os trajera, sino porque vosotros pensasteis era vuestro deber. No obstante, trajeron con vosotros a vuestros pequeñitos. De esta manera, varones, y señoras, entrasteis vosotros por la "Puerta", pero los niños y niñas vinieron en vuestros equipajes; por así decirlo. Y ahora se han de llegar a ser miembros permanentes en este "redil", ellos también tienen que pasar su examen. Vosotros podéis ver que ellos ahora están entrando en medio de sus luchas, así como vosotros tuvisteis las suyas propias antes de venir aquí. Y así como alguien hizo entonces un esfuerzo por vosotros, de la misma manera debéis vosotros hacer un esfuerzo por los jóvenes aquí.
Necesitamos jóvenes evangelistas de ambos sexos, muchachos y
muchachas convertidos para trabajar para los conversos, que ejerzan la
debida influencia en otros muchachos y muchachas. Esto es esencial, porque
las jóvenes y los jóvenes convertidos pueden hacer mucho
más por sus compañeros, que los que ya son mayores. Entonces
necesitamos a jóvenes y señoritas ayudará a los muchachos
y muchachas en la obra de ganar almas --no predicando sino dirigiéndolos.
Vosotros visteis como los muchachos rodeaban a D ---- --cuando él
estaba aquí. Si D -- -- --hubiera estado convertido, si hubiera
puesto su pensamiento en servir al Señor, como lo hizo el David
de los tiempos antiguos, imaginaos el poder para el bien que hubiera sido.
El podría haber sido una maravillosa influencia entre los jóvenes,
El podría haber llegado a ser un gran líder. El tuvo tan
felices oportunidades como las que tuvieron cualquiera de los grandes hombres
de Dios en los tiempos pasados. Esta oportunidad que tuvo D_______ la tiene
cada uno de los jóvenes que aquí están. Un joven o
una joven convertidos pueden transformar una vana y mala conversación
en una conversación provechosa. Un buen ejemplo puede más
que un sermón.
Jóvenes varones y doncellas, hay oportunidad para ponerse en serio con Dios, pensar en lo que deseáis ser. No es preciso que principiéis por ser predicadores, pero podéis ser al presente evangelistas sociales. Vosotros jóvenes varones y doncellas, podéis convertir de sus caminos de locura y actos necios, y malas conversaciones a otros jóvenes y doncellas. Otras seguirán vuestro ejemplo. ¡qué grande oportunidad si vosotros os aprovecháis de ella!
Nosotros estamos ansiosos de que vosotros, muchachos y muchachas tengáis
buen tiempo. Estamos cansados de imponeros restricciones. Solamente estableced
nuestra confianza en vosotros y os veréis libres de frenos .
Si vosotros nos mostráis que estáis dispuestos a ser lo
que Samuel y José fueron, no tendremos que preocuparnos acerca de
lo que hagáis y a donde vayáis. Sí, estableced nuestra
confianza en vosotros, y nunca más seréis molestados. Solamente
por medio de la confianza de alguno en vosotros es que podéis obtener
cualquier cosa de todos modos.
José y Samuel hicieron lo esencial. Ponían todo su corazón
en lo que hacían. Todos los hombres grandes en la tierra hacen también
lo mismo, y esta es la razón porque vienen a ser grandes. Jóvenes
señoritas y varones, cualquier cosa que vosotros hagáis hacedla
bien y no con engaño. Al fin del día vosotros debéis
poder decir, "Mi trabajo es casi perfecto, y mis acciones no son dudosas.
Esto si podéis hacer. Id a la "Puerta" y decidle vuestras necesidades
y luchas. Decidle, "Señor, mis luchas son Vuestras luchas, yo no
voy a mortificarme más por ellas, yo pondré todo mi corazón
y mi alma en Tu obra."
Haced esto, jóvenes, y veréis las cosas diferentes. Veréis
que los caminos de vuestros pasados fueron caminos de locura. Os diréis
a vosotros mismos, ¿No fuí yo un necio en hacer esto o aquello?
Yo sé lo que os estoy hablando. Digo esto por mi propia experiencia.
¿Por cual razón es que muchos van por el camino ancho?
--Porque allí se puede ser cualquier cosa. Pero en el camino angosto
tenéis que ser algo verdaderamente grande.
Un número de muchachos y muchachas ya no están más
con nosotros porque han determinado continuar por el camino ancho. Ellos
pueden obtener allí alguna satisfacción, pero están
encaminados para una gran prueba y también para una gran pérdida.
A menos que los que no han "nacido otra vez" vengan en sí mismos
como lo hizo el pródigo, ellos tendrán que ir a lo largo
del camino hasta su fin. ¿Y qué entonces? -el Diablo a su
espalda y el gran abismo al frente. Allí será el lloro y
el crujir de dientes. ¿Porqué entonces continuáis
por el camino de los necios?
Es mejor que no perdáis la oportunidad entre tanto que está llamando a vuestra puerta. Elegid "el camino recto" y permaneced en él, y tendréis paz y prosperidad todos los días de vuestra vida. Vosotros no tendréis ni pesar ni falta de nada. Esta paz de espíritu os hace falta. ¿Porqué no tomarla?