Tomo #1
Este librito resuelve sus problemas
Para que todo aquel que tenga sed por la verdad pueda conseguirla, este librito de preguntas y respuestas está enviado gratis, como servicio Cristiano. Pídalo. Exige una sola cosa: la obligación del alma de examinarlo todo y de retener lo bueno. Las únicas cuerdas que van con esta oferta gratis son los lazos de carmesí del Calvario—las cuerdas que ligan.
Nombres y direcciones de Adventistas del Séptimo Día serán apreciados.
Impreso en los Estados Unidos.
Preguntas y Respuestas Sobre Temas de la Verdad Presente en el Interés de los Hermanos y Lectores Adventistas de La Vara del Pastor Por V. T. Houteff
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CONTENIDO
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¿Saben ustedes?
Queridos hermanos en Laodicea, ¿saben ustedes que la profecía declara positivamente que el pueblo de Dios en la iglesia de Laodicea está en una condición crítica, peligrosa y no lo sabe? Bien hermanos, que lo sepan o no, que lo crean o no, eso es precisamente el caso, y si tienen esperanza de entrar en la vida eterna, tienen que creerlo, y eso sin demora. No importa que creen o que no creen, esta cosa si tienen que creer, “por que es el testigo fiel quien habla y su testimonio debe ser correcto.” —Joyas de los Testimonios, Tomo 1, p. 327, 328.
Y recuerden que por encima de toda la gente, los Laodicenses no sólo deben ser los últimos, sino los menos dispuestos a la crítica, porque ellos mismos, dice el Testigo Fiel, son un pueblo “cuitado y miserable, y ciego y desnudo,” y sin sospecharlo. Ellos más bien complacientemente van imaginándose ricos y que están enriquecidos y en “necesidad de ninguna cosa.” Apoc. 3:17. ¡Cómo entonces pueden estar en una condición, para poder saber la posición de otros!
¡Piensen hermanos, y despierten a la vida! ¡Esta voz que está instándoles a despertarse y a evitar los lazos del enemigo, no puede ser posiblemente
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la voz del enemigo! Recuerden que el Señor “nos sorprende al revelar Su poder mediante instru mentos de Su propia elección, mientras El pasa por alto a los hombres por cuyo intermedio esperábamos que vendría la luz. Dios quiere que recibamos la verdad por sus propios méritos,— porque es verdad.”—Testimonios para los Minis tros, p. 106. “No importa por medio de quien sea enviada la luz, debemos abrir nuestros corazones para recibirla con la mansedumbre de Cristo....Todos deberíamos saber lo que se enseña entre nosotros; porque si es verdad, la necesitamos.”—Obreros Evangélicos, p. 316.
“El gran peligro para nuestros hermanos ha sido el de depender de los hombres, y hacer de la carne su brazo. Los que no han tenido el hábito de escudriñar la Biblia por si mismos, o de pesar evidencia, tienen confianza en los hombres prominentes, y aceptan las decisiones que ellos hacen; y así muchos rechazan precisamente los mensajes que Dios envía a Su pueblo, si esos hermanos prominentes no lo aceptan.” — Testimo nios para los Ministros, p. 106, 107.
“El empleará para el cumplimiento de Sus propósitos, a hombres quienes algunos hermanos rechazarán como no idóneos para empeñarse en la obra.”—The Review and Herald, Feb. 9, 1895. En la luz de estas amonestaciones; no tomarán
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tiempo cuidadosamente y con oración para asegurarse si o no Dios está en esta obra de reforma? El ha prometido a todos los que harán esto, que no los dejará en tinieblas sino les guiará a toda Verdad. ¿Así que no le tomarán a Su Palabra para probarle?
Le instamos a hacer esto porque ya “las agencias del mal están combinando sus fuerzas y fortaleciéndose. Se están fortaleciendo para la última gran crisis. Grandes cambios han de tomar lugar en nuestro mundo,” dice la Inspiración, “y los movimientos finales serán rápidos.... El tiempo viene, cuando en su fraude y arrogancia los hombres alcanzarán un punto que el Señor no les permitirá pasar, y aprenderán que hay un límite a la paciencia de Jehová. . . . Los que tienen las riendas del gobierno, no son capaces de resolver el problema de la corrupción moral, la pobreza, el pauperismo, y el aumento de crimen. Luchan en balde para colocar las operaciones de negocios en una base más segura. . . . Pronto será sacudida cada cosa que puede ser sacudida, para que esas cosas que no pueden ser sacudidas queden....
“Es imposible dar cualquier idea de la experiencia del pueblo de Dios quienes vivirán sobre la tierra cuando la gloria celestial y una repetición de las persecuciones del pasado serán combinadas. Andarán en la luz procedente del trono de Dios.
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Por medio de los ángeles habrá una comunicación constante entre el cielo y la tierra.”—Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p.11,13, 15, 16. En vista de estas solemnes realidades levantán dose aun ahora, ante nuestros ojos, ya no más Hermano, Hermana, se esconda en las tinieblas. Colóquese en la luz, a no ser que tropiece y caiga y no se encuentre. Véngase, tome tiempo y
Razonemos Juntos. La iglesia de Laodicea, la última de las siete iglesias (Apoc. 2; 3), siendo figurativa de la iglesia cristiana en su último período, nuestro tiempo, el mensaje registrado a ella es, por lo tanto, el último mensaje a la iglesia. Por eso, claramente si hay cualquier tema bíblico esencial para que la iglesia estudie, el mensaje a los Laodicenses ciertamente lo es.
Aunque satisfechos con sus logros, los Laodicenses quienes creen y toman a Dios a Su Palabra, no le desmentirán en cuanto a su condición, sino más bien, aunque lo vean o no, reconocerán que ellos están en un “triste engaño,” “cuitados, miserables, pobres, ciegos, y desnu dos.” Habiendo honestamente hecho este reconoci miento, ellos, por consiguiente, obedecerán el consejo del Testigo Fiel para comprar el colirio que El sólo puede suplir, para ungir sus ojos con ello y así podrán ver. Aquellos que descansan en la falsa seguridad de la auto-complacencia, no prestarán atención al
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consejo de advertencia, y como resultado, perderán todo—¡serán vomitados! ¡Con todo cuán pocos están alarmados por esta amenaza! ¡Cuán pocos son impelidos para saber donde el problema estriba, y cómo ellos se encuentran! ¡Cuán pocos de veras están preocupados! Y ¡cuán pocos se inclinan a investigarlo por temor que reprenda su curso de maldad o los despoje de algún placer pecaminoso que acaricien! Sorprendentemente pocos en realidad.
Luego, también, se ha metido en ellos un gran temor de falsos profetas, mientras que no ha sido inculcado en ellos, ninguna esperanza de los verdaderos (aunque no puede haber falsos donde no hay verdaderos), así están casi más allá, por lo tanto, del alcance. Y por medio de su descuidada, actitud se ve la verdad que, “las molestias del deber y los placeres del pecado son las cuerdas con las cuales Satanás ata a los hombres en sus lazos.” (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 53), mientras que detrás de este temor a falsos profetas que es diligentemente inculcado en ellos, se ve el afán del falso atalaya para impedir que lleguen en contacto con los mensajeros que Dios envía a ellos. Nuestra profunda preocupación, por lo tanto, es que se despierte un interés en usted, querido Laodicense, para ir al fondo del asunto, y asegurar su salvación. Por eso, ¿no será lo suficiente inteligente y cortés para sentarse con este portador de luz, en un estudio humilde,
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imparcial, y con oración, el cual le recompensará muchas veces lo que presta a ello? Recuerde, que hay una ley divina que convierte cada esfuerzo honesto en gozo, una experiencia personal con Dios y la vida eterna. Por eso, ¿no empezará a medirse, ya no más por lo que usted piensa que sea, sino por lo que el Señor dice que es, y lo que debe ser? Empiece su investigación con las siguientes
Siete Preguntas.
1. ¿Quién es Laodicea ?
2. ¿A quién representa el ángel?
3. ¿Qué quiere decir ‘cuitado’, ‘miserable’, ‘pobre’ ‘ciego’ y ‘desnudo’?
4. ¿Qué quiere decir “tibio”?
5. ¿Por qué prefiere Dios que uno sea frío o caliente más bien que tibio?
6. ¿Qué es el colirio?
7. ¿Si Laodicea no se arrepiente, en que forma será descubierta su vergüenza?
El Apocalipsis capítulos 2 y 3 se describe la condición de cada una de las siete iglesias, la última de las cuáles siendo Laodicea. Estas iglesias, se reconocen, representan la iglesia cristiana en siete diferentes períodos; la séptima representa el período justamente antes de la
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“siega,” la última en la cuál “el trigo” y “la cizaña” están mezclados, y la cuál tendría la experiencia de la separación de lo malo de entre lo bueno (Mat. 13:30, 47-49).
Puesto que en cada sección la iglesia tiene que ser fiel a su nombre (ello siendo su única identificación), por lo tanto, considere la pegunta:
¿Quién es Laodicea?
Laodicea puede ser reconocida infaliblemente entre los muchos “ismos” de la cristiandad por la obra que ella está realizando—declarando el juicio. De hecho, esta marca de identificación es señalada por el mismo nombre Laodicea, compuesta de dos palabras griegas lao y dekei, el uno significa “pueblo” también “habla,” y la otra significa “juicio,” las dos en uno, significan el pueblo que declara el juicio. La iglesia, por lo tanto, que declara, “Temed a Dios y dadle gloria; por que la hora de su juicio es venida” (Apoc. 14:7), es evidentemente la que es llamada Laodicea. Y se conoce igual, tanto fuera de círculos Adventistas como adentro, que la iglesia Adventista está procurando llevar el mensaje del juicio de Apocalipsis 14:7, y está, por lo tanto, sin desafío en cuanto a su derecho al título de Laodicea.
Puesto que, por lo tanto, la iglesia Adventista del Séptimo Día es la única que está proclamando
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el juicio, y puesto que cada uno de los siete mensajes es dirigido al ángel de la iglesia respectiva, el mensaje a Laodicea es, por consiguiente, dirigido
Al Ángel Adventista del Séptimo Día.
De acuerdo a Apocalipsis 1:20, los “candelabros” simbolizan las iglesias, y las “estrellas” son los ángeles (dirigentes) quienes tienen cargo sobre las iglesias. Los que cuidan las iglesias— “los ángeles”, representan el ministerio, quienes tienen la responsabilidad de cuidar las lámparas, llenarlas con aceite, para que resplandezcan brillantemente, para que la iglesia pueda dar luz a todos los que la rodean.
Por consiguiente, el ángel de Laodicea, aquel a quien el mensaje de condenación es enviado, es simbólico del ministerio en Laodicea, él debería, como resultado, descubrir donde descansa el problema, porque él es, dice el Señor,
Cuitado, Miserable, Pobre, Ciego, y Desnudo.
¿Con un ministerio cuitado miserable, pobre, ciego y desnudo, ¿cuál iglesia (candelabro) podría mantenerse prendida? Y con su luz casi apagada o apagándose, ¿cómo puede alumbrar el mundo como Dios la ha comisionado hacer? Por los ojos del Testigo Fiel, por lo tanto, la tragedia de
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Laodicea se ve claramente— “¡predicadores dormidos predicando a un pueblo dormido, ((Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, p. 337), mientras que un mundo envuelto en tinieblas, se precipita en sus tinieblas para el infierno! ¡Oh que triste situación! ¡Y con todo, se pasa completamente por alto!
Con el ministerio y el laico en tal estado triste de tinieblas, resulta claro que aunque la iglesia de Laodicea es la última en el orden de las siete iglesias, Dios no puede por ella alumbrar el mundo y preparar Su pueblo para el Reino, cuando ella está en tinieblas y no preparada. Por esto la necesidad de un nuevo orden, un nuevo ministerio, como predicho en (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 80, y en Sofonías 3:11, 12.
Entonces ocurrirá que, “solamente a los que han resistido la tentación en la fortaleza del Todopoderoso, se les permitirá participar en la proclamación de ello [el Mensaje del Tercer Ángel] cuando éste se haya henchido hasta ser el Fuerte Pregón.”—The Review and Herald, No. 19, 1908.
En la luz de estos hechos, el mensaje profético al ángel de los Laodicenses debe obviamente ser traído y proclamado por alguien aparte del ángel mismo. Pero esto, por supuesto, es la misma cosa que ni el ministerio ni el laico esperan o quieren que ocurra. Por amor a los fieles, sin embargo, está ocurriendo.
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Así que la Palabra de Dios dice que el ministerio de la iglesia de Laodicea es cuitado, miserable, ciego, desnudo, y que ni ellos ni el laico son conscientes del hecho, y eso presta mucho realce a las declaraciones: “¡Predicadores dormidos predicando a un pueblo dormido!” ((Testimonios para la Iglesia, tomo 2, p. 337); “el mensaje del Testigo Fiel, encuentra al pueblo de Dios en un triste engaño, con todo, es honesto en ese engaño.”—Joyas de los Testimonios, Tomo 1, p. 327. Aunque ellos estén en esta condición terrible, uno que los debería hacer temblar con miedo, y dar cualquier cosa para salir de esa condición, con todo siguen
Tibios—Ni Fríos Ni Calientes.
¡Cuando uno se encuentra en un clima que no es frío ni caliente, sino tibio, una temperatura deseable y buscada por todos hoy, ¡se goza del sol como un mendigo llegado a ser príncipe! ¡Así es con los Laodicenses, como representados en la profecía, aunque sus supuestas riquezas no son nada menos que un lazo de muerte!
¡Para rescatar a uno de semejante terrible engaño, es una tarea que exige la mayor sabiduría, no sólo porque la víctima es ciega a su peligrosa condición, mientras que le están procurando rescatar para que no perezca, sino que también él los considera como sus enemigos, como falsos profetas, en lugar de sus amigos, libertadores y mensajeros de Dios!
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El retrocede de esta salvavidas, del mensaje para salvarle que le extienden con amonestación, y por consiguiente, en su actitud en contra de ellos, él grita: “Fuera, fuera, estoy rico y me he enriquecido: y no tengo necesidad de ninguna cosa; tengo toda la verdad, estoy satisfecho con mi posición, he establecido mis estacas, y no seré movido fuera de mi posición, venga lo que viniere.”—Testimonios sobre la obra de la Escuela Sabática, p, 65 inglés; Consejos Sobre La Escuela Sabática, p. 28 inglés.
Protestando que no son cuitados (no infelices), no son miserables (no angustiados), no pobres (no en necesidad de verdad), no ciegos (no en tinieblas o no sin letras), no desnudos (no sin la justicia de Cristo), los Laodicenses están contradiciendo al Testigo Fiel, rechazando Su consejo, y menospreciando Su remedio—
El Colirio.
Y como sólo el “colirio” los sanará de su fatal enfermedad Laodicense, por eso si dejan de aprovechar el remedio (escudriñando la verdad como tesoro escondido) y dejan de aplicarla (arrepentirse), serán vomitados. ¿Oh Hermano, Hermana, ¿no pedirá el “colirio”? ¿o seguirá en su condición de ser cuitado, miserable, ciego, y desnudo, y así obligarle a vomitarle, y
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Descubrir Su Vergüenza?
Que su vergüenza hermanos no aparezca a todos, Dios se ha refrenado por mucho tiempo, para no exponer al mundo los pecados que han acariciado y han tapado. No para siempre, sin embargo, El se refrenará. Por eso, por amor a su propia alma, no contiendan ni declaren más que tienen toda la Verdad; dejen de añadir pecado a pecado; arrepiéntanse, y vuelvan a El; El les aceptará gozosamente y hará una fiesta para ustedes como hizo el padre en la parábola para dar la bienvenida a su hijo pródigo, haciéndole una fiesta.
No sean como el Judío. Pero abran su corazón; arrojen su orgullo, su prejuicio, y su arrogancia; que estos no les despojen a una hora tan tarde como ésta. Si repiten los errores de los Judíos, su vergüenza y su pérdida será mucho mayor que la de ellos como su luz y las oportunidades y privilegios. Sí, ¡fuera de comparación! Por eso no fracasen, les amonestamos a poner fin a su enfermedad y pobreza Laodicenses, para ya no más imaginarse que son
Ricos, Aumentados Con Bienes.
Jamás han intimado que ¡tienen todos los edi ficios, todas las instituciones, todo el dinero, todos los obreros, todos los conversos que necesitan! ¡Su única jactancia es de no tener necesidad de más verdad! Esta actitud, por lo tanto, el Señor dice, es la forma en la cual se está diciendo,
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“Estoy rico y me he enriquecido y no tengo necesidad de ninguna cosa.” Ello es la fuente de su problema, y la cosa que El espera que confiesen, y de la cual arrepentirse.
La pretensión equivocada del ángel (del ministerio) de ser rico y aumentado con bienes, sin necesidad de alguna cosa, no le hace un mentiroso, sino más bien demuestra que es una víctima de ignorancia y engaño. Pero su creencia que él tiene y sabe toda la Verdad hace su condición aún más desesperante y peligrosa que esa de un mentiroso, por que un mentiroso sabe que está mintiendo. Oh despiértese Hermano, Hermana ¡despiértese! ¡despiértese!
Hagan Como Nataniel Hizo.
¡Vénganse a ver!
¿Ver qué cosa? ¿Laodicenses, ricos y aumentados con bienes y en necesidad de ninguna cosa, con la excusa que las cosas materiales de su vida que necesitan, (Lucas. 14:15-19), prohíben su aceptación de la invitación?
¡Por supuesto que no!
¡Ver los Laodicenses de las calles y plazas—“los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos” (Lucas 14:21), con gozo aprovechar del remedio! Pero tristemente no todos los que vienen se quedan, porque “cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, entonces
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viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.” No sean como él, pero hagan el esfuerzo exigido para comprender la Verdad. Y otros “al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra,” son ofendidos. Estos son los “que recibieron la semilla en pedregales.” No sean como ellos; sean arraigados en la Verdad. “Más el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra y da frutos; y produce a ciento y sesenta y a treinta por uno.” Mat. 13:19-23.
Aunque el “malo” junto con el “bueno” todavía entran (porque todavía estamos en el período en el cual el trigo y la cizaña, el bueno y el pez malo son juntados), usted no necesita ser de la cizaña o de los “peces malos.” Sea del trigo, haga como el “bueno”: ponga a un lado sus pensamientos y caminos, luego acepte los del Señor, pues El dice: “...Mis pensamientos no son vuestros pensa mientos, ni vuestros caminos mis caminos... Como son más alto los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensa mientos.” Isa. 55:8, 9.
Y finalmente, nunca sea como el Fariseo quien puede ver la mota en el ojo de su hermano, pero no puede ver la viga en su propio ojo (Mat. 7:3). Después de todo, “¿Quien eres tú?” pregunta el Señor. “¿No eres tú también un Laodicense? ¿Cómo ‘juzga’ usted al siervo ajeno?
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para su propio Señor está en pie, o cae. Más se afirmará, que poderoso es el Señor para afirmarle.” Rom. 14:4.
No se preocupe de la otra persona hermano, apenas tiene tiempo para cuidarse. Y más aún, no mida la Verdad con la Vara de hombre, sino con la Vara de Dios: “Oíd la Vara, y a Quien la establece,” (Miq. 6:9), amonesta el Señor. ¿No tomará Su consejo? Si quiere, luego sin más demora, envíe su nombre y dirección para la literatura de la Verdad Presente—la fiesta que aunque valga todo, le costará nada. Y además, siendo el único remedio para su Laodiceanismo, le emocionará y satisfará su alma hambrienta con algo verdaderamente ¡rico y extraordinario!
Luego todos juntos “tendremos discernimiento espiritual para discernir los atrios interiores del templo celestial. Atrapemos los temas de canto y acción de gracias del coro celestial alrededor del trono. Cuando Sión se levantará, y resplandecerá, su luz será muy penetrante, y cantos preciosos de alabanza y acción de gracias serán oídos en las asambleas de los santos.... Al aplicar el colirio áureo, vemos las glorias más allá. La fe cortará la sombra pesada de Satanás, y vemos a nuestro abogado presentando la esencia de Sus propios méritos por nuestra parte. “Cuando veamos esto como es, como el Señor quiere que lo veamos, seremos llenos de un —19—
sentido de la inmensidad y diversidad del amor de Dios.”—(Testimonios para la Iglesia, Tomo 6, p. 368. y luego ya no haremos la pregunta:
¿El Consejo De Quien Ha De Seguirse?
Ahora queremos que sepa que apreciamos su preocupación por nuestro bienestar, como expre sada en muchas de sus críticas, y le aseguramos que nos damos cuenta que si nos equivocamos, su consejo de seguro, será tan valioso para nosotros, como si tenemos razón, nuestro consejo será para usted. Así que estamos confiados que estará de acuerdo con nosotros que necesitamos contestar la pegunta.
¿Quién es quién?
Para empezar nuestra investigación, es necesario, en justicia para ambos lados, tomar en cuenta el conocimiento y la experiencia de cada partido.
En vista de nuestra larga experiencia con el Mensaje del Tercer Ángel en su primera parte igual como en la parte adicional de hoy (Véase Primeros Escritos, p. 277), como expuesta en La Vara del Pastor, en comparación con su experiencia en la primera parte solamente, somos constreñidos a creer que la posibilidad de que sean extraviados por el ángel de Laodicea, es mayor que la posibilidad de que nosotros les extraviemos por el mensaje de la Vara.
Si estuvieran en una posición, tal como la cual en que nos encontramos, para ser totalmente informados de los dos mensajes,
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el mensaje de 1844 y el de hoy,—luego la posibilidad de que tengan razón, y de que nosotros no la tengamos, en comparación con la posibilidad de que tengamos razón y ustedes no, será más o menos igualmente balanceada. Por cuanto, sin embargo, que están solamente familiarizados con el primer mensaje, hay mayor probabilidad que nuestra posición lleve un mayor porcentaje de ser correcta que la de ustedes.
Más aún, si la Vara tiene razón o no, “el ángel de la iglesia de Laodicea” como el Señor mismo ha dicho, está muy claramente en una condición temible y en un triste engaño (Joyas de los (Testimonios para la Iglesia, Tomo 1, p. 327, 328, 333), y está a punto de ser vomitado.
En vista, por lo tanto de que la mayor responsabilidad está descansando sobre nosotros, no podemos estar menos interesados en ustedes de lo que están en nosotros. Y no pueden darse el lujo de prestar menos atención a nuestro consejo, igual que no podemos nosotros darnos el lujo de no prestar atención al de ustedes.
Y finalmente, creyendo que son honestos como nosotros, estamos confiados que se fijarán detenida y cuidadosamente cada palabra aquí.
Siendo, como saben, fieles creyentes de la Biblia y de los escritos de la Hermana White, y maduros Adventistas del Séptimo Día estamos seguros que la Biblia y los escritos de la Hermana White apoyan la Vara cien porciento.
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En vista de que nosotros sostenemos esta sólida convicción, pueden comprender claramente que su acto de rechazar la Vara con el argumento que no está en armonía con los escritos de la Hermana White, no es la misma realidad para nosotros que parece a ustedes.
Luego también teniendo toda razón para creer que nuestras mentes son muy razonables, por consiguiente, tenemos todo motivo para creer que no somos menos capaces que otros para inteligentemente estudiar la Biblia junto con los escritos de la Hermana White. Por eso, como Cristianos que realmente quisieran saber la verdad, queremos empezar a
Examinar La Posición De Ustedes y La De Nosotros.
Para comenzar, ¿no es correcto que el libro de texto del Cristiano es la Biblia? Si su respuesta a esta pregunta fundamental es afirmativa, luego nos obliga a estudiar los escritos de la Hermana White en la luz de la Biblia, no la Biblia en la luz de los escritos. Este punto, de hecho, ella misma dice claramente: “Sólo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras, y hayan recibido el amor de la verdad, serán protegidos de los poderosos engaños que cautivan al mundo.
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Merced al testimonio Bíblico [no por el de ella] descubrirían al engañador bajo su disfraz. . . . ¿Se sienten los hijos de Dios actualmente bastante firmes en la Palabra Divina para no ceder al testimonio de sus sentidos? ¿Se aferrarán ellos en semejante crisis a la Biblia y a la Biblia solamente?”—Conflicto de los Siglos, p. 683.
Claramente, por lo tanto, su obra nunca debería interpretarse de tal manera para contradecir la Biblia, sino siempre para aclararla. Si esta regla absoluta de interpretación se sigue fielmente, ustedes nunca podrán posiblemente tener problema con la Vara o con cualquier mensaje que el Señor pudiera enviar.
Sus interpretaciones de muchos de los escritos de la Hermana. White, más notablemente, tal vez, estos concernientes al Reino, siendo manifiesta mente contradictorias a las profecías de la Biblia, hacen que uno que acepta sus escritos, duda la Biblia, y al que se aferra a la Biblia, causa que esté en contra de sus escritos. De esta forma trae disputa y conflicto entre los hermanos. Tales interpretaciones divisorias y faltas de balance, son por lo tanto, terriblemente injustas, no sólo a la Biblia y a los escritos de la Hermana White, sino a ustedes mismos, y por consiguiente, a la causa de la Verdad.
Así que, confiamos que verán, que mientras están intencionalmente tratando de refutar la Vara, están en realidad inconscientemente procurando mostrar la Hermana White en un estado de conflicto con la Biblia ,—una obra que está
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esparciendo de Cristo en lugar de unir con El.
Puesto que la posición doctrinal de ustedes y la de nosotros debe estar en armonía perfecta con la Biblia, le preguntamos y pedimos armonizar por lo tanto su posición sobre el Reino con Daniel 2:44; Jeremías 51:20; Oseas 3:4, 5; Isaías 2:1-4; Miqueas 4:1-6, Isaías 11:12-16, Jeremías 30:18, 21; 31:2-13; 32:37; Ezequiel 37:15-28.
La consideramos una verdad sencilla, y auto- evidente que, como la piedra (Dan. 2:34) es simbólica del Reino y que como hiere los dedos de los pies de la imagen, necesariamente tiene que establecerse antes que los hiera, justo como Daniel dijo: “En los días de estos reyes [los reyes de los dedos de los pies: los reyes de hoy] el Dios del cielo levantará un reino.” “En los días de estos reyes,” no puede significar después de sus días. Y a menos que el Reino sea establecido (traído a la existencia), no puede herir las naciones.
Si, más aún, Judá e Israel (los dos reinos) no son recogidos juntos en un sólo reino, como las profecías dicen que ocurrirá (Eze. 37:15-28), luego ¿cómo pueden ellos ser Su “martillo” de batalla (Jer. 51:20)? ¿Y cómo pueden cumplirse las profecías?
Es igualmente auto-evidente que los “muchos días” (Oseas 3:4, 5) son los largos años desde el tiempo cuando el Reino se destruyó, hasta el tiempo cuando será finalmente restablecido. Por eso la palabra “regresar” no puede significar
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cualquier otra cosa salvo que los que están dispersos por “muchos días” han de regresar a la tierra de donde fueron llevados cautivos.
Esto, además es la única posición consecuente de todas las doctrinas Bíblicas pertinentes que asegura el cumplimiento de la profecía de Isaías 2 y la de Miqueas 4.
Una vez más: de Isaías 11 vemos que el Señor “alzará otra vez Su mano para recobrar el remanente de Su pueblo” (verso 11) y cuando Él haga esto Él preparará un camino para ellos “de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.” Verso 16.
Y Jeremías testifica que el Señor “hará volver los cautivos de las tiendas de Jacob y de sus tiendas tendrá misericordia y la ciudad será edificada sobre su colina.... de ella saldrá su príncipe y de en medio de ella saldrá su señoreador.” Jer. 30:18, 21.
A Ezequiel también, “Así ha dicho Jehová el Señor: he aquí yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron y los recogeré de todas partes y los traeré a su tierra.” Eze. 37:21.
La Biblia o tiene razón o se equivoca. Si usted la cree correcta, tómela a pecho, y tome su posición sobre Ella, por lo menos sobre tales pasajes abiertas aquí citadas—Escrituras que no necesitan interpretación.
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Y de seguro Dios no aceptará ninguna excusa por evitarlas, pues son tan claras y positivas. Tampoco tendrá éxito cualquiera que trate de escapar de los juicios de Dios procurando, por una parte, deslizarse por medio de lo que considera vías de escape en la Vara, e intentando, por otra parte, servirse de los escritos de la Hermana White como montañas detrás de las cuales puede esconderse.
Tales vanos intentos hoy dejarán a sus perpetradores no más excusables (de hecho menos así) que los vanos esfuerzos de los judíos ayer los dejaron en su intento de buscar vías de escape en la obra de Cristo, sirviéndose de los escritos de Moisés.
Si la excusa de uno es que las enseñanzas de la Vara no se encuentran en los escritos de la Hermana White, no más será reivindicado al rechazar su voz con tales argumentos que los Judíos para pelear y rechazar las Escrituras del Nuevo Testamento, con el argumento de que no se encontraban en los escritos de los profetas.
Si son realmente creyentes sinceros y fieles en la Biblia y el Espíritu de Profecía, obedecerán este consejo: “...si le viene un mensaje que no com prende, esmérese por escuchar las razones que el mensajero pueda dar.”—Testimonios sobre la Obra de la Escuela Sabática, p. 65; Consejos sobre la Escuela Sabática, p. 29. en inglés.
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Su integridad al renunciar el mensaje el sellamiento, con el argumento que contradice los escritos de la Hermana White, será probada por su reacción a la amonestación de ella para que razonen con los mensajeros más bien que razonar con sus enemigos.
Lo que para algunos de ustedes puede colocar ésta o aquella enseñanza de la Vara sólidamente en contradicción con los escritos de la Hermana White, no es ni en la mitad plausible como aquella que aparentemente colocaba la declaración del Señor en Mateo 10:23, sólidamente en contradicción a Sus promesas que siguen. Dice Jesús en las Escrituras, “No, acabarías de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.” Pero los apóstoles sí predicaron el Evangelio no solamente a las ciudades de Israel sino también “a cada criatura que está debajo del cielo” (Col. 1:23), con todo el Hijo del hombre todavía no ha “venido,” aunque 1900 años han pasado desde aquel tiempo. Cristo sí en realidad, habló la verdad, pero no es comprendida, justo que muchos puntos en conexión con la Verdad Presente no son comprendidos, y por eso en muchos casos torcidos.
Cuando Moisés escribió la primera parte de la Biblia, no le fue dado el privilegio de escribir la entera Verdad que Dios se proponía revelar a Su pueblo. Más tarde en el período del Viejo Testamento vinieron Isaías, Jeremías, Ezequiel y otros. Luego en el período del Nuevo Testamento vinieron Juan el Bautista, Cristo, los apóstoles, los reformadores, Miller y la Hermana White,
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cada uno en su turno, enseñando verdades que no podían, sin embargo, ser sostenidas solamente por los escritos de Moisés. Esto es la regla divina al revelar la verdad. Y sólo será para la pérdida de uno mismo, si él no quiere reconocer que todavía esto opera lo mismo hoy como antes, aunque el mensaje hoy proviene enteramente de los escritores inspirados antes de ello.
Aunque hay mucho qué decir sobre estos asuntos, bastan estas lineas por el momento, porque a menos que por amor a su vida respondan a ellos, decir más sólo les será un cansancio y una pérdida de tiempo para nosotros.
Nuestra sincera oración y esperanza fervorosa, por lo tanto, es que el tiempo valioso y preciosísimo gastado en este esfuerzo de buena voluntad, y la profunda preocupación por sus almas, serán el medio de traerles al punto de regocijarse en la esperanza gloriosa que la Vara presenta ante ustedes. Que sus corazones sean responsivos a “La voz de Jehová,” que todavía “clama a la ciudad, . . . Oíd la Vara, y a quien la establece.” Miq. 6:9.
Si están resueltos a cumplir con esta amonestación, y con esa en Testimonios Sobre la Obra de la Escuela Sabática, p. 65, que insta a esmerarse para escuchar las razones que el mensajero puede dar, y a hacer preguntas sobre el mensaje, sea con respecto a la Biblia o a los escritos de la Hermana White, estén seguros que estaremos muy contentos de recibir noticias de ustedes, y con gozo haremos lo mejor para aclarar lo que sea involucrado.
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Preguntas y Respuestas
Pregunta No. 1:
¿Cuál es el problema con Laodicea y cuál es el remedio?
Respuesta:
Describiendo su condición en lenguaje moder no, la Inspiración declara:
“El mensaje a la iglesia de Laodicea es una denuncia sorprendente y se aplica al pueblo actual de Dios....
“En el mensaje a los Laodicenses, los hijos de Dios son presentados en una posición de seguridad carnal. Están tranquilos, creyéndose en una exal tada condición de progreso espiritual....
“Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que en ellos todo está bien, cuando ¡todo anda mal! El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño, y con todo honesto en ese engaño. No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios aunque aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su
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seguridad con la sorprendente denuncia de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error porque es el Testigo Fiel el que habla y su testimonio debe ser correcto”—Joyas de los Testimonios, Tomo 1, p. 327, 328.
“Pregunté cual fue el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo que el Testigo Fiel dio a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo sobre el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estandarte y a difundir la recta verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo entre el pueblo de Dios.
“Vi que el testimonio del Testigo Fiel había sido escuchado tan sólo a medias. El solemne testimonio del cual depende el destino de la iglesia se tuvo en poca estima, cuando no se lo menospreció por completo.”—Primeros Escritos, p. 270.
“. . . nuestro propio curso de apostasía continua nos ha separado de Dios. El orgullo, la codicia y el amor al mundo han vivido en el corazón sin temor a la expulsión o condenación. Pecados dolorosos y presuntuosos han morado entre nosotros, y con todo la opinión general es que la iglesia está floreciendo, y que la paz y prosperidad espiritual están en todos sus confines ”.
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“La iglesia ha vuelto de seguir a Cristo su líder y está retrocediendo constantemente hacia Egipto. Con todo, pocos están alarmados por su falta de poder espiritual. La duda y hasta el descreimiento de los testimonios del Espíritu de Dios están leudando nuestras iglesias por doquiera. Satanás quiere que esto sea así. Ministros que predican a sí mismos en lugar de Cristo, quieren que sea así. Dios ha hablado a usted. La luz ha estado brillando de su Palabra y de los testimonios, y los dos han sido menospreciados y descuidados. El resultado es aparente en la falta de pureza y consagración y fe fervorosa entre nosotros.” —Servicio Cristiano, p. 49, 50.
Que Laodicea es un nombre típico para la denominación Adventista del Séptimo Día, cada Adventista del Séptimo día sabe y con todo ¡no se preocupa de hacer nada en cuanto a ella! ¡Más bien, todos están satisfechos que tienen toda la verdad para llevarlos sin problemas a su destinación!
Para prolongar su condición tibia indefinida mente, el poder Demoniaco ha perfeccionado un cubierto aislado compuesto de una capa impene trable de prejuicio, confianza propia, y el temor de que alguien esté haciendo lo máximo para engañarlos por palabra o literatura. Por eso la mayoría de nosotros, como Adventistas del Sép timo Día, no discuten o leen verdades Bíblicas que no son expuestas por cualquiera que no es aprobado por el ángel de la iglesia de Laodicea— los prelados de la conferencia.
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Por consiguiente, los tales no pueden ser alcan zados con un mensaje del cielo hoy de una forma más fácil que los Judíos en su tiempo. Con todo, el Omnisapiente mandó:
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea; He aquí el Amén; el Testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente, Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca. Porque tu dices: Yo soy rico y me he enriquecido y de ninguna cosa tengo necesidad; Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego, y desnudo. Por tanto yo te aconsejo que de Mi compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos con colirio, para que veas.” Apoc. 3:14-18.
Por eso cuando en Apocalipsis 2:5 el Señor se dirige severamente a un grupo de líderes, amonestándolos a menos que se arrepientan e hicieran sus primeras obras, él les vendría rápidamente a quitar el candelabro de su control, El hace ese destino enteramente condicional a la respuesta a Su penetrante reproche.
Pero más tarde al liderazgo de Laodicea (al ángel), Él hace un decreto aún más terrible.
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una declaración final aguda y no condicional, que Él los vomitará, así trayendo el gobierno de la iglesia de Laodicea a un fin cataclísmico e abrupto. y a este mismo tiempo, entonces, la iglesia ha de pasar por una cabal limpieza de casa, un cambio de administración y organización, aún como antiguamente el reino fue “quitado de” Saúl y dado a David (1 Sam. 15:28).
“E igual como David, el hijo octavo de Isaí no fue elegido hasta que la sucesión de sus siete hermanos hubiesen pasado en desfile, así “la casa de David” (Zac. 12:8; (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 81), la iglesia liberada de “la cizaña”, la iglesia octava en la sucesión del Nuevo Testamento, no había de llegar a la existencia hasta que la sucesión de siete hubiese desfilado una por una. (Véase tratado No. 8, Monte Sión a la Hora Undécima.)
Claramente el “ángel” y la iglesia aquí mencionados, necesariamente representan dos par tidos—el ministerio y el laico. Pero el uno al cual se dirige directamente y quien es condenado es ángel, el que tiene la carga de los laicos. El Tes tigo Fiel con su denunciación sorprendente, por lo tanto, aunque no exceptuando al laico, está expre sa y particularmente dirigiéndose al ministerio. Por eso, ellos especialmente, deberían prestar atención y tomar a pecho el gran principio que el Pastor Maestro no permitirá a ninguna de sus ovejas pasar sin ser cuidada debidamente, para caer en el abismo, si El puede impedirlo.
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Pero puesto que, como subpastores, ellos han por mucho tiempo alevosamente descuidado su tarea, el Señor, hace muchos años, prometió que pronto El mismo se encargará de su rebaño.”— (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 80.
Como predicción de este cambio completo de administración de la condición laodicense, el Espíritu de verdad afirma solemnemente: “Dios usará formas y medios por las cuales se verá que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros serán sorprendidos. . .”—Testimonios para ministros, p. 300.
De nuevo leemos que Dios pondrá a un lado los que son “autosuficientes, independientes de Dios,” y quienes “Él no puede usar.” “Y revelará a los preciosos suyos, quienes ahora están escon didos, y que no han doblado la rodilla ante Baal.”— (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 80, 81.
Así, la historia sagrada se repite aún más precisamente que ocurre con la historia secular. Y las palabras terribles e irrevocables del profeta Samuel, vienen resonando por las edades con doble finalidad a los Laodicenses: Entonces Samuel le dijo: “Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel; y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. El que es la gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta”. (Sam. 15:28, 29)
La tibieza de Laodicea —la noción satisfecha de ser rica y aumentada con bienes, de tener la
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verdad, y aun de añadir a ella—es nada menos que pura auto-complacencia. Es de esta forma que los laodicenses son un pueblo “cuitado, miserable, ciego y desnudo” (Apoc. 3:17), equivocadamente creen que son ricos y aumentados con bienes. Pero tan crítico como sea este engaño, no necesita ser fatal si tan sólo se humillaran y compraran el “colirio” ofrecido a ellos para que puedan ver su desnudez, luego arrepentirse, buscar perdón, y avanzar en verdad. Pero, tristemente, su estado tibio: (satisfecho), ni frío ni caliente (no descontento), lo hace tan difícil para que reconozcan su condición como lo fue para los judíos en tiempo de Cristo.
Pregunta No. 2:
Si la iglesia es el objeto más acariciado sobre la tierra (Testimonios para los Ministros, p. 20) y si él está guiando la iglesia, ¿por qué la necesidad de “un reavivamiento y una reforma?
Respuesta:
Puesto que la iglesia en realidad es el objeto más acariciado de Dios sobre la tierra, Él con frecuencia tiene que amonestar, reprender y disciplinarla para que ella mantenga la alta norma que él ha establecido para ella y aunque su historia es un registro largo y triste de pecar y arrepentir, con todo, el Señor ha aguantado en la paciencia y longanimidad de su amor Divino, como se ilustra
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tan bellamente en la parábola del hijo pródigo. Y finalmente en este amor indescriptible, “Él se dio” (Gal, 1: 4) por ella en la persona de Su Hijo unigénito. Pero a pesar de este supremo sacrificio, ella nunca todavía ha apreciado plenamente Su eterno amor por ella. Aún ahora, el Señor tristemente declara que Él tiene algo contra ella, y la amonesta con palabras fuertes a arrepentirse y sentarse con Él en Su trono (Apoc. 3:14-21), mostrando claramente el destino inevitable de todos los que no quieren escuchar Su consejo (verso 16). Pero, trágicamente ella no le ha prestado atención, y por eso, El “trajo contra ministros y pueblo la pesada carga de debilidad espiritual diciendo, ‘conozco tus obras que ni eres frío ni caliente: Ojalá fueses frío o caliente.’ ” —Cristo nuestra justicia, Edición de 1941, p. 121 [en inglés].
Así Dios, en su amor infinito y todo compren sivo para su iglesia, “‘exige un reavivamiento y reforma espirituales. A menos que esto tome lugar, los que son tibios seguirán cada vez más abominables para el Señor, hasta que él rehúse reconocerles como sus hijos.
“ ‘Un reavivamiento y una reforma deben tomar lugar bajo la administración del Espíritu Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas dife rentes. Reavivamiento significa una renovación de vida espiritual, una vivificación de los poderes de la mente y el corazón, una resurrección de la
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muerte espiritual. Una reforma significa una reorganización, un cambio en ideas y teorías, hábitos y prácticas. Una reforma no acarreará los buenos frutos de justicia a menos que sea conectada con el reavivamiento del Espíritu. Reavivamiento y reforma tienen que hacer su obra designada y al hacer esta obra, tienen que armonizarse.’”— Cristo Nuestra Justicia, Edición de 1941, p. 121 en inglés.
En estas declaraciones inspiradas tres hechos se destacan: (1) Dios envía esta muy clara llamada primero a los ministros, y luego a los laicos; (2) El hace una declaración positiva que vomitará de su boca a todos los que no dan atención a ella, para entrar en un reavivamiento y reforma espirituales”; y (3) El hace claro que tal movimiento significa una reorganización, un cambio de ideas y teorías. Claramente entonces, la iglesia tiene que experimentar un triple cambio antes que ella pueda verse, “hermosa como la luna, esclarecida como el sol, y terrible como un ejército con banderas, saliendo en todo el mundo, vencedora y para vencer.”—Profetas y Reyes, p. 535.
“Dios ha de gobernar en su iglesia ahora como en el tiempo de Moisés: El gobierno de Israel se caracterizaba por la organización más cabal, tan admirable por su esmero como por su sencillez. El orden tan señaladamente puesto de manifiesto en la perfección y disposición de todas las obras creadas por Dios se veía también en la economía Hebrea.
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Dios era el centro de la autoridad y del gobierno, el soberano de Israel. Moisés se destacaba como el caudillo visible que Dios había designado para administrar las leyes en su nombre. Posterior mente, de los ancianos de las tribus, se escogieron setenta hombres para que asistieran a Moisés en la administración de los asuntos generales de la nación. Enseguida venían los sacerdotes, quienes consultaban al Señor en el santuario. Había jefes, o príncipes, que gobernaban sobre las tribus. Bajo estos había “jefes de millares, jefes de cientos, y jefes de cincuenta, y cabos de diez” (Deut. 1:15), y por último, funcionarios que se podían emplear en tareas especiales.”—Patriarcas y profetas, p. 391.
Si “los mismos principios de piedad y justicia que habían de guiar los príncipes entre el pueblo de Dios en el tiempo de Moisés y de David, también habían de seguirse por los que tenían la supervisión de la recién organizada iglesia en la dispensación del Evangelio” (Hechos de los Apóstoles, p. 78). ¿Y si el hombre no puede mejorar el gobierno de Dios, luego ¿por qué no deberíamos seguirlo como modelo? Es por eso la necesidad de “un reavivamiento y reforma.
Como restauradores de toda institución divina, estamos felices por anunciar a los lectores de la Verdad Presente que además de la literatura de “reavivamiento,” ellos pueden también obtener esa de “reforma,” nuestra publicación organizacional, El Levítico De Adventistas Davidianos del Séptimo día.
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Pregunta no. 3:
¿Qué es interpretación privada? ¿De qué manera es uno inspirado? ¿y por quién trabaja la Inspiración?
Respuesta:
“Toda Escritura es inspirada y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16, 17.
“Entendiendo primero esto, que ninguna profe cía de la Escritura es de particular interpretación; porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.” (2 Ped. 1:20, 21).
Declarada de una forma afirmativa, toda Escritura (no solamente una parte de Ella) es inspirada. Negativamente declarada, ninguna parte de Ella es interpretada particularmente por la razón de que Ella no llegó de hombres sino de Dios, y puede ser interpretada por hombres sola mente mientras y cuando el Espíritu decrete. De acuerdo, cada jota y título de la Escritura y su interpretación es de inspiración, y así totalmente provechosa para guiar al hombre doctrinalmente, para reprenderle y corregirle, e instruirle en justi cia, hasta la perfección de fe y obras.
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Por lo tanto, hagamos un pacto con el Señor que de aquí en adelante, nunca aceptaremos ni promulgaremos como verdad revelada, cualquier interpretación privada de las Escrituras. Y para guardar esta promesa solemne sin violación y debidamente para con el Señor, debemos primero por lo tanto, comprender
El Fenómeno de La Inspiración.
En su sentido Escriptural, la inspiración es definida como “una influencia divina directa e inmediatamente puesta sobre la mente o alma del hombre” (The New Century Dictionary); en otras palabras, es una función especial del Espíritu de Dios. Es, por lo tanto, en sus varias manifes taciones, puesto en operación, no por la obra de la mente misma, sino por el Espíritu. Para compren der debidamente este proceso, sin embargo, uno debe verlo necesariamente en su perspectiva histórica, operando en la raza humana desde el comienzo de la creación.
En Su propia imagen Dios creó a Adán y le dio potestad para que enseñoree en los peces de la mar, en las aves de los cielos, en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra (Gen. 1:26).
De esta forma, Él hizo a Adán el rey del primer dominio de la tierra, y todas las criaturas vivientes los súbditos de ella. La capacidad Natural de Adán de enseñorear en ellos, y su sumisión natural a él, muestran que toda la creación,
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hombre y bestia, y las cosas que se arrastran en la tierra, fueron influenciados o capacitados divina mente —inspirados. Así que cuando Adán revisó la entera creación animal mientras desfilaban ante él, no pasó tiempo estudiando la naturaleza de las criaturas para poder identificarlas, sino instan táneamente dio a cada especie su nombre, ellos, a su vez, inmediatamente le reconocieron como su rey—se sometieron a él. Esta Super- inteligencia (como concedida en Mateo 10:19), muestra claramente que toda la creación fue influenciada por un poder por encima y más allá de ella. En breve, la comprensión de Adán y de los animales llegó por la inspiración.
La inspiración, por consiguiente, no es limitada en Sus manifestaciones, al hombre solamente. La Historia Sagrada revela que tampoco es limitada a visiones (Dan. 7:2), o sueños (Gen. 28:12), o comunicación indirecta (Éxodo 40:35; 28:30,), o de conversación cara a cara (Gen. 18:2,) con seres sobrenaturales, o cualquier otra forma de expresión. Más bien llega “en diferentes maneras; Por eso, Dios “a diferentes tiempos . . . Habló en tiempos pasados a los padres.” Heb. 1:1.
Esta verdad fundamental fue tal vez mejor ejemplificada en la obra de Noé, particularmente en su culminación cuando una inteligencia especial fue impartida a miembros selectos de la creación animal, así que de cerca y de lejos podían encontrarse en el arca y mantener paz entre ellos. (Véase Génesis 1:1-4).
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Pero habiendo sobrevivido el diluvio, los descendientes de la familia de Noé luego enseguida olvidaron la valiosa lección. Por eso aconteció que los postdiluvianos estuvieron resueltos a creer que podía llegar otro diluvio universal como los antediluvianos estaban resueltos a no creer en el primer diluvio. Así que la incredulidad en la inspiración de Noé llegó a ser tan destacada después del diluvio como lo fue antes, con los resultados de que en el esfuerzo a conseguir seguridad debida, los hombres intentaron edificar la torre de Babel, el primer rascacielos del mundo y el monumento más temprano de la insensatez de las labores más prodigiosas del hombre para conseguir su salvación sin la ayuda de la inspiración Divina. Esta actitud tan insultante de los edificadores hacia la promesa del Señor por Noé, despertó tanto Su desagrado que Él borró de las memorias el idioma que Él le había dado a ellos por Adán y, en su lugar, inspiró en ellos todas las diversas lenguas de la tierra, con el resultado que los edificadores llegaron a estar confusos entre ellos y no podían ya más continuar con el edificio (Gen. 11:7-9).
En este evento preternatural que tan radicalmente cambió el curso de la sociedad humana, vemos otra forma de inspiración revelando que mientras un individuo o grupo de individuos pueden intencionalmente trabajar en contra de los propósitos de Dios, Él puede conceder Su don aún sobre ellos, para frustrar sus designios malignos (Gen. 11:1-9), mientras que el
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avanza Su propósito eterno, consiguiendo alabanza a Su nombre (Sal. 76:10).
Otro ejemplo de esta manifestación maravillosa se ve en la contravención del designio maligno de Balaam. El Señor controló de tal forma la lengua de Balaam que aunque en su mente estaba resuelto a maldecir a Israel, él sólo pudo pronunciar bendiciones (Núm. 22, 23).
Que estos ejemplos “nos recuerden constantemente que cualquiera que se emprende para obrar en contra de la revelada voluntad del Señor está destinado al fracaso y la vergüenza,
Más tarde en los días después del diluvio el Señor apareció y dijo a Abram: “A tu simiente daré la tierra.” Gen. 12:7. Luego algunos años después “tres hombres estaban con el,” y uno de ellos le dijo, “Sara tu mujer tendrá un hijo.” Gen. 18:2, 10. Así por agencia Divina, en algunos respectos diferente de aquella que controló a Adán y Noé, Abraham fue capacitado” o inspirado para comprender lo que el futuro tenía para él y su posteridad.
Luego también, hubo un tiempo cuando Balaam, (instado por el rey Balac, estaba de camino para Moab) él castigaba su asno fiel, y en seguida éste recibió el don del habla, y dijo a su amo abusivo; “¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?” Núm. 22:28. La criatura muda, vemos,
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fue capacitada (inspirada para hablar por el Poder que la creó.) Por eso, será conveniente de veras, para cada hombre prestar atención a lo que el Señor dice y hace, no importa cómo, cuando, donde, o por medio de quien Él lo diga o haga.
De nuevo, años antes de que Israel saliera de Egipto Dios en su providencia (Gen. 45:5) influyó en Jacob a hacer una túnica de diversos colores para su hijo menor José. Esta parcialidad apa rente, junto con el sueño de José y la interpreta ción de ella de su padre (Gen. 37:10), provocó a sus hermanos celosos a venderle como esclavo, para ser llevado a Egipto y así impedir que él los superara en influencia o posición. Pero allí en Egipto el Señor en Su propio tiempo lo levantó al segundo trono del reino, luego trajo los años de abundancia, también los años de hambre, como medio para mover el entero hogar de Jacob a Egipto.
En su intento desesperado para deshacerse de José, para evitar que fueran gobernado por él, sus hermanos sólo lograron (agitando el potencial siempre alerta de Providencia) exaltarlo a la administración del trono de Egipto, y llevarse a sí mismos a humillarse a sus pies. Aquí hay eviden cia notable que el que intenta frustrar los propó sitos de Dios logra solamente derrotar su propio propósito.
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Cuando, como fugitivo de Egipto Moisés estaba cuidando los rebaños de su suegro en Madián, y apareciósele el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza, y él miró y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consu mía.” Ex. 3:2. Por esta manifestación, Moisés fue inspirado a liberar a Israel de su dura esclavitud Egipcia. Y luego como el líder de los Hebreos durante sus 40 años vagando en el desierto, él se comunicaba cara a cara con el Señor (Éx. 34:30- 35), y salió con su rostro divinamente irradiado. Así su experiencia fue anómala a la de otros antes de él.
Faraón y Nabucodonosor tenían sueños. José y Daniel los interpretaban (Gen. 40:8-12; 41:25-38; Dan. 2:28; 4:20, 24). Daniel el profeta, Juan el revelador, y otros santos hombres de Dios tenían visiones. Cada uno fue el recipiente especial de la inspiración en una forma distinta, y a un grado mayor o menor.
De estos y muchos otros ejemplos, vemos que la Inspiración obra en formas diferentes para lograr Sus maravillas. Por medio de hombre y bestia, de hecho, por toda su creación, Su obra se ve en muchas formas. Algunos la han oído en voz audible por agentes visibles (Éx. 34:30-35), y agentes no visibles (Éx. 3:2). Otros la han presenciado por impresiones definitivas, por
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sueños, visiones, y dones de habla preternaturales e instantáneos.
Con toda diligencia, por lo tanto preste atención a cualquier manifestación sobrenatural en la iglesia de Dios, no importa la fuente, sea humana o sea de bestia, sea de uno que es pequeño, grande, negro, blanco, rico o pobre. Imparcial mente compare su obra con las Escrituras, y si está en armonía con ellas, si encuentra su fundamento y predicción allí, si hace a los hombres leales a la ley y a los profetas, y añade luz a la Verdad Presente, acéptela no importa el costo en dinero, propiedad, posición, amigos, y parientes, porque es su misma vida. El que se probará fiel en esta responsabilidad recibirá cien veces el sacrificio que le haya costado para ser fiel a la voz del Señor (Mat. 19:29).
Pero para ser verdadero, y así evitar el pecado no perdonable, uno tiene que estar constantemente en guardia. Y él puede hacer esto solamente con oración investigando el espíritu que pretende venir en el nombre del Señor, fracasando en hacer esto, está en mayor peligro de rechazar la amonestación del Espíritu Santo (Inspiración), y de esta manera indiferentemente descartar su misma vida.
“Cuando un mensaje viene en el nombre del Señor a Su pueblo,” dice el Espíritu de Verdad, “nadie puede excusarse de una investigación de sus pretensiones. Nadie puede darse el lujo de apartarse en una actitud de indiferencia y auto-
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complacencia, para decir ‘yo sé que es verdad. Estoy satisfecho con mi posición. He fijado mis estacas, y no seré removido de mi posición, venga lo que viniere no escucharé el mensaje de este mensajero; porque no puede ser la verdad.’ Fue persiguiendo este mismo curso como las iglesias populares fueron dejadas en tinieblas parciales, y es por eso que los mensajes del cielo no las han alcanzado.”—Testimonios sobre La Escuela Sabá tica p. 65; Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, p. 28.
La inspiración hace muy claro que los mensa jeros del Señor no se atreven en ninguna forma a improvisar sobre la revelación (Apoc. 22: 18-20), aunque sean privilegiados a comunicarlo en sus propias palabras. Juzgada por la misma norma, ninguna otra persona se atreve a entrometerse con la obra inspirada del autor. Esta secuencia racio nal concluye de una forma consecuente, que cuando un punto en los escritos de uno no es claro, luego sólo el escritor mismo debería ser consultado concerniente a ello, si él está viviendo. De otro modo, sólo el mismo Espíritu de Inspiración, el Autor original de los escritos, puede aclarar lo que sea involucrado. En verdad, “si un mensaje viene,” dice la inspiración, “que usted no comprende, afánase por escuchar las razones que el mensajero pueda dar, comparando escritura con escritura, para que pueda saber si o no es sostenido por la Palabra de Dios.”—Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, p. 29.
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En ningún caso es un procedimiento moral seguro, apelar a un enemigo de los escritos de uno para explicar cualquier parte de ellos. Un Democrático no pensaría en acudir a un Republicano para iluminar la plataforma Democrática o viceversa, si él quería saber la verdad. Recuerde que el acto de Eva de creer en la interpretación del Enemigo de la Palabra del Señor (Un acto que resultó en la transgresión de ella y de Adán y su caída, y su destierro del Paraíso) es la que trajo la maldición del pecado y la muerte sobre toda la creación de la tierra. Más bien, nos conviene saber evitar esta vieja piedra de tropiezo para no caer al pozo sino para emp learla como piedra de progreso para ir al Reino.
Recuerde también que la práctica de comparar declaraciones fuera de su contexto es fundamental mente deshonesta, y conduce hoy a tantas perver siones y malas aplicaciones de la verdad, como cuando Satanás deliberadamente torció la Palabra en su desafío a Cristo en estas palabras: “Si eres Hijo de Dios, Échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, y te alzarán en las manos, para que nunca tropieces con tu pie en piedra.” Mat. 4:6.
De los puntos hasta aquí presentados, podemos ver lo suficiente claro que los productos finales de Inspiración caen en dos categorías— la Inspiración
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de palabras o la Inspiración de ideas. Para ilustrar específicamente: si un ángel aparece y le dice a uno, “El Señor a tal tiempo ha de hacer tal obra con Su pueblo. Llévales este mensaje, y muéstraselo de las Escrituras de verdad, pues los profetas han hablado de ello en lo pasado.” El mensaje del ángel ha de comunicarse con fidelidad a la idea: aunque obviamente, la elección de palabras, exceptuando las citas, es dejada al mensajero. Por consiguiente, en cualquier momento que ve la posibilidad de hacer la idea inspirada resaltar de una forma más clara y enfática, el mensajero está bajo la más profunda obligación moral de revisar su lenguaje. Sólo de esta manera el arroyo de ideas inspiradas puede llegar a ser progresivamente más lúcido y bello.
Además, hay circunstancias en conexión con ciertos aspectos de todo mensaje que necesitan aclaración. Tal aclaración, sin embargo, no puede ser mayor que la luz que brilla en ese tiempo. Y la luz puede provenir directo del mensaje mismo, o puede provenir de una limitada comprensión común “a esa época”—una comprensión que el mensajero mismo comparte.
Tal fue el caso de Juan el Bautista. Inspirado para declarar solamente la venida del Rey, Juan fue directamente confrontado con la pregunta concerniente al establecimiento del reino. El contestó de acuerdo con la comprensión general
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que él, junto con el pueblo, tenía del reino—que cuando el Rey llegara, Él sin duda iba a establecer Su reino y así liberar a Su pueblo del yugo Romano. Pero cuando finalmente Cristo vino, él explicó que el tiempo para que se estableciera el reino y para que el yugo Romano se quitara de los hombros de Su pueblo, no había venido. Los verdaderamente “sabios” no se preocuparon por estos conflictos aparentes, sino felizmente aceptaron la verdad en su forma progresiva y avanzaron para obtener más altos logros espiritualmente, mientras los que tropezaron sobre esta diferencia, o rechazaron a Juan como falso profeta y aceptaron a Jesús como el Cristo, o aceptaron a Juan como el verdadero profeta y rechazaron a Jesús como el falso Cristo, y por consiguiente, resbalaron cada vez más atrás y para abajo hasta que fueron ni seguidores de Cristo ni de Juan.
Las formas de inspiración son constantes, lo mismo ayer, hoy y mañana. Preguntas concernientes a la verdad revelada deben, por lo tanto, contestarse en la misma forma hoy como en tiempo de Juan. Y así ahora como entonces, los escépticos y aquellos a quienes les gusta criticar y los que son propensos a la duda, encontrarán muchos ganchos sobre los cuales colgar sus dudas. Pero ahora, como en ese tiempo, los que dudan serán prendidos en su propia astucia.
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La Inspiración, además, siempre trae a los mensajeros de Dios en armonía perfecta, nunca en división. Esta verdad principal se ve bellamente ilustrada en la experiencia de Pedro, un judío, con Cornelio, el Centurión Romano, un Gentil. El Señor sabía que Pedro nunca recibiría a un Gentil, y que Cornelio nunca se presentaría a un Judío. Así que ambos fueron dados una visión instruyéndoles qué hacer. (Véase Hechos 10.) y obedeciendo la visión celestial a la cual tenían respeto mutuo, sin problemas llegaron a estar en acuerdo mutuo.
Luego hay la experiencia maravillosa de Pablo. Mientras que él fue empeñado en la obra mala de perseguir a los cristianos, el Señor le encontró en el camino a Damasco, le convirtió, y le dio instrucciones a entrevistar a Ananías. Pero sabiendo que Ananías, quien conocía a Pablo solamente como perseguidor de los fieles, nunca recibiría este último por su propia profesión tocante a su conversión y amistad, el Señor dio a Ananías una visión también revelándole la conversión de Pablo. Y así ellos, también, como Pedro y Cornelio, no fueron desobedientes a la visión celestial (Hechos 26:19).
En los días de Moisés, se levantaron algunos pretendiendo que el Señor hablaba por ellos también igual que hablaba por Moisés (Núm. 16:2, 3). Su agitación, sin embargo, en lugar de
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traer orden y armonía entre ellos y Moisés, trajo confusión y disensión, con el resultado trágico que miles perdieron su vida (Núm. 16:37, 35, 49). Si el Señor hubiese hablado a esos hombres, de seguro hubiera revelado esto a Moisés. Pero la misma ausencia de semejante revelación, hizo claro a Moisés que el Señor no estaba exaltando a Coré, Datán, y Abirán como pretendían, sino más bien ellos como rebeldes celosos e impostores, se exaltaban a si mismos. Si Moisés, como siervo de Dios, hubiese cedido a sus pretensiones, él seguramente habría recibido algún castigo, como el hombre de Dios quien, persuadido por un “viejo profeta” desvió del camino y comió pan con él, cuando el Señor le había encargado no hacerlo, fue matado por un león. ¡Solemne lección! No preste atención a voces humanas en contra de la voz de Dios. (Véase 1 Reyes 13.)
Aquellos, además, a quienes el Señor promueve, siempre se retroceden de exaltarse. Aunque David fue ungido por Samuel para ser rey sobre Israel, nunca intentó quitarle el trono, de hecho ni aún mencionó su elevación. Y luego a riesgo de muerte por la misma mano de Saúl, él hasta lo protegió. En toda esta bella nobleza, David mostró su amor y humildad, su justicia, mansedumbre, nacido (inspirado) del Espíritu del Señor. Él tenía la paciencia, calma, bondad, y tolerancia que llega con un conocimiento seguro
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que Dios está en control. Sabiendo que el Señor le había designado para ser rey, él felizmente esperaba hasta que el Señor mismo juzgara conveniente para colocarle en el trono.
De estos y muchos otros ejemplos, vemos que Dios nunca delega a un agente para poner en una nueva forma, o anular el mensaje, que Él ha comisionado a otro agente, sin que primero Él haga saber el asunto a ambos. Pero también Él nunca honra con promoción a los que buscan elevarse y engrandecerse. Sino que Él exalta a tiempo a los que se humillan bajo su poderosa mano (1 Pedro 5:6).
Como corolario lógico a las fases anteriores del tema de la inspiración, ha de reconocerse que todos los que llegan a ser convertidos y sumisos en el Señor son recipientes de la iluminación Divina. Pues ninguno sino el Espíritu Santo puede convencer a uno de la Verdad, darle convicción de sus pecados, darle arrepentimiento, y capacitarle para obedecer las leyes de Dios, Sus estatutos y Ordenanzas. El hombre mismo no puede efectuar estas transformaciones no más que el leopardo puede cambiar sus manchas.
“Si percibís vuestra condición pecaminosa: no aguardéis hasta haceros mejores a vosotros mismos. Cuántos hay que piensan que no son bastante buenos para ir a Cristo. ¿Esperáis haceros mejores por vuestros propios esfuerzos?
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‘¿Mudará el negro su pellejo, el leopardo sus manchas? Así también vosotros podríais hacer bien, estando acostumbrados a hacer mal.’ Única mente en Dios hay ayuda para nosotros hoy. No debemos permanecer en espera de persuasiones más fuertes, de mejores oportunidades, o de tener un carácter más puro. Nada podéis hacer por vosotros mismos. Debemos ir a Cristo tal como somos.”—El camino a Cristo, p. 31.
“No puedes expiar tus pecados pasados; no puedes cambiar tu corazón y hacerte más Santo, más Dios promete hacer todo esto por ti mediante Cristo. Cree en esa promesa. Confiesa tus pecados y te entregas a Dios. Pon tu voluntad para servirle. Tan ciertamente como haces esto, el Señor cumplirá Su palabra contigo. Si crees que estás perdonado y limpiado, Dios suple el hecho; igual como Cristo dio potencia al paralítico para que anduviera, cuando el hombre creyó que hubiese sido sanado. Así es si lo crees.”—Camino a Cristo, p. 55.
Así cada verdadero seguidor de Cristo es inspirado en su propia suerte—uno para interpretar. Otro para enseñar y todavía otro para estudio, y todavía otro para discernir, y todos para sacrificar por Su causa.
Así también cada verdadero Cristiano es divina mente capacitado para sufrir o regocijarse. Por eso, cualquier cosa que le sobrevenga como sufri miento o dolor, o bienestar o gozo, el hijo que
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confía en el Señor, se atreve a dar crédito sólo al Señor y a ningún otro para su suerte. Y recuerde que no nos ha sobrevenido ninguna tentación, que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, Sino que dará juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar.” 1 Cor. 10:13.
“He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra en tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu entrada y salida; desde ahora y para siempre.” Sal. 121:4-8.
Por eso no sean murmuradores como los que “menospreciaban la tierra buena” y “no creyeron Su Palabra; sino murmuraron en sus tiendas y no escucharon la voz del Señor, por lo tanto él alzó su mano contra ellos para vencerles en el desierto.” Sal. 106:24-26.
Más bien sean como el apóstol fiel; “No lo digo por que tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener en abundancia; en todo y por todo estoy enseñado y así para estar saciado como para tener hambre, y para tener abundancia como para padecer necesidad.
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Todo lo puedo en Cristo quien me fortalece.” Fil. 4:11-13.
Pero mientras que fluye del depósito de oro (Zac. 4:2) esa Inspiración que capacita a uno para ser un verdadero cristiano, fluye también del candelero del infierno esa inspiración opuesta que trabaja para hacer de uno, un falso cristiano. La una salva la otra destruye. Con la necesidad que tenemos de ser plenamente conscientes y respetu osos del uno, lo Divino, a la misma vez tenemos igual necesidad de llegar a ser completamente alertas a su falsedad—
La Inspiración Satánica.
Trágicamente este poder Satánico por las edades ha sido invariablemente exitoso de una forma notable entre los liderazgos de la iglesia. Sin conciencia, ellos en todo el camino han sido engañados para seguir los designios y esfuerzos de Satanás para destruir (remodelar) la misma obra que edificaban.
A la primera venida de Cristo los líderes de la iglesia eran tan inspirados con el Espirito de Satanás, como la historia de la iglesia revela, que a veces actuaban como demonios, como hombres que habían perdido su facultad de raciocinio. Impermeables, ellos mismos a la lluvia de la Verdad, como caía en ese día, los Sacerdotes, Escribas y Fariseos eran naturalmente inspirados con el celo para apartar al pueblo de los aguaceros de la Verdad.
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Por eso empleaban cada medio posible para colocar un paraguas, por así decirlo, sobre las cabezas del pueblo. Para impedir que cualquier gota de los aguaceros salutíferos de la lluvia temprana cayera sobre la gente. Por consiguiente, aunque algunas gotas de Verdad cayeron sobre todos los que estaban alrededor, como nunca antes ellos estaban contentos para quedar en sequedad bajo el paraguas de los sacerdotes quienes eran impermeables a la Verdad.
Fue en estas horas de tinieblas de la historia humana que la verdad y el error, que luz y tinieblas, libertad y esclavitud fueron unidos en lo que, tal vez, fuera el mayor conflicto de todo tiempo. Hasta el Pentecostés sólo ciento veinte personas de entre los millones que vivían en ese tiempo fueron rescatados de la sequedad espiritual de toda la tierra. Y no hasta que fueron bautizados con el Espíritu Santo y henchidos con el poder del Pentecostés, fueron capacitados para ayudar a otras almas sedientas a salir del círculo Satánico.
Derrotado en este esfuerzo para apagar para siempre la Verdad, Satanás rápidamente renovó sus esfuerzos. Con las Edades Oscuras se le observa una vez más inspirando hostilidades en contra de la Verdad y sus adeptos. Soltando a todos sus demonios en toda su furia sobre la iglesia, él trajo “la gran tribulación, que no hubo desde la fundación del mundo hasta este tiempo, ni jamás habrá.” “y si esos días no hubieren sido abreviados, no hubiese quedado ninguna carne a
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salva, “pero por causa de los elegidos esos días” fueron acortados (Mat. 24:21, 22), por la Reforma. De acuerdo, sólo la intervención Divina impidió que acallaran su voz y que disiparan su poder. Así ha sido siempre, así es hoy, y así será hasta el amargo fin.
Como resultado ahora a pesar de toda la luz brillando, multitudes insensatamente siguen agol pándose bajo el dosel de Satanás, a la misma vez ayudando a arrastrar y a mantener multitudes de otros en la perdición con ellos. No obstante
La Promesa de Dios Queda Firme.
“Escuchad, cielos y hablaré; y oiga la tierra los dichos de Mi boca. Goteará como la lluvia Mi doctrina (Enseñanza) destilará como el rocío Mi razonamiento, como la lluvia sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba.” Deut. 32:1, 2.
“Vosotros también, hijos de Sión, alegraos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía, como al princi pio. (En inglés dice “como al primer mes.” —Versión King James) Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. ...Y después de esto derramaré Mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos, y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y las siervas derramaré Mi espíritu en aquellos días.” Joel 2:23, 24, 28, 29. —58—
“Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. “El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Isaías 35:6, 7,
A pesar de las luchas de Satanás para poner toda la tierra debajo de su pabellón, con sus agencias para resistir a la Verdad: “Acontecerá en lo postrero de los tiempos que el monte de la casa de Jehová, será establecido por cabecera de los montes y más altos que los collados, y correrán a él los pueblos, vendrán muchas naciones y dirán: venid; y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en Sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
“Y Él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación. Ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrante; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.” Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su Dios, nosotros con todo, andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente
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y para siempre.” Miq. 4:1-5.
¿ESTÁ SATANÁS VENDIENDO EL ENGAÑO AL POR MAYOR, O AL POR MENOR?
Pregunta # 4
¿Coloca Satanás una piedra de tropiezo especial ante la iglesia como un cuerpo, o solamente ataca a sus miembros individual mente?
Respuesta:
Después de ese día trágico en el Edén cuando introdujo el pecado en el mundo y causó la caída del hombre, Satanás ha echado en el camino de cada movimiento de redención una diferente piedra de tropiezo sobre la cual multitudes han tropezado y caído. Ciertamente, por lo tanto, se ha de esperar que hay un peligro distintivo para echar en nuestro camino hoy. Nosotros, sin embargo, tenemos en esta edad la tremenda ventaja de saber de los hoyos respectivos que han resultado fatales para las multitudes en los mo vimientos pasados. Nosotros sufriremos una con denación y castigos mayores, si sabiendo todo esto, fracasamos en reconocer nuestro peligro. Y lo que es más, si fracasamos de esa forma, daremos evidencia al universo que somos los más débiles. Tenemos que pararnos—en contra de la trampa más ingeniosa y especial jamás inventada por el Maligno!
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¿Pero como haremos esto si no sabemos qué es o dónde está?
Para encontrar el peligro donde realmente se acecha, miremos brevemente en lo pasado a algunos lazos anteriores, por los períodos en los cuales fueron tendidos, empezando con el Movimiento de la primera iglesia registrada:
El Movimiento Noático fue comisionado a edificar una arca como advertencia al diluvio pendiente y como refugio de ella. La piedra de tropiezo especial que Satanás echó en el camino de las multitudes de ese tiempo, él inventó del hecho que nunca en toda la naturaleza habían visto algo que prestaba la evidencia más remota de que se realizaría tal fenómeno como lluvia. De esta manera, descansando en su conocimiento finito de la naturaleza y de sus posibilidades, ellos se burlaron de y menospreciaron de la ciencia de Noé y su advertencia de peligro, y continuaron “comiendo, casándose y dándose en casamiento, “hasta el día en que Noé entró en el arca y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos.” Mat. 24:38, 39.
Exaltaban la ciencia humana y menospreciaban la ciencia divina, por lo tanto fueron prendidos en el lazo que se los llevó en el diluvio. Su suerte nos advierte solemnemente a evitar su equivocación cuidadosamente.
En el Movimiento Abrahámico el padre de los fieles fue llamado a salir de las ciudades del mundo Antiguo, en la esperanza de que el Movi-
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miento posesionara algún día triunfalmente la tierra prometida. Plenamente consciente de este hecho, Satanás trabajó poderosamente para des viar el Movimiento a las ciudades de las naciones por el camino. Sobre esto tropezó y cayó Lot, con el resultado que cuando finalmente el Señor le arrebató de la destrucción de Sodoma, cual tizón arrancado del incendio, él salió el más pobre de los pobres.
Así que las ciudades del mundo fueron las arenas movedizas para los primeros que vivieron después del diluvio. Que nosotros no perdamos todo allí, como Lot.
El Movimiento Mosaico fue guiado a salir fuera de Egipto para tomar posesión de la tierra prometida, y así llegar a ser un reino. Astuta mente acomodando sus tentaciones a sus propensiones, Satanás inspiró a los que fueron de edad madura cuando salieron de la tierra de Faraón, a murmurar, a quejarse, a buscar oficios, cargos y a la rebelión continua, y finalmente a tener miedo de los gigantes de la tierra Prometida. Dejando de ver que su fuerza era en la mano del Señor poderoso, fueron obligados consecuente mente a vagar cuarenta largos años en el desierto y a dejar allí al sol los huesos de todos exceptuando dos de sus miembros quienes fueron de madura edad cuando salieron de Egipto.
La incredulidad, la testarudez, la desconfianza del liderazgo Divino, y el buscar cargos, fue el monstro de cuatro cabezas que devoró al Éxodo.
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Y estos devorarán a cada creyente de la verdad-Presente quien se extravía hasta su pozo.
El Movimiento de Canaán fue desecho de todos sus pecadores y comisionado a poseer la tierra, a expulsar a los paganos, y a establecer un reino eterno. Sabiendo que la continuación de ello dependía de su obediencia a las instrucciones del Señor por medio de sus profetas, Satanás influyó en el pueblo a burlarse de los mensajeros de Dios, a menospreciar sus palabras, y a burlarse de sus profetas, “hasta que la ira del Señor se levantó contra su pueblo, hasta que no hubiese remedio” (2 Cron. 36:16), y El los volvió a la cautividad.
Por eso, los sujetos del reino, tenían a los profetas como la gran roca de escándalo—una roca sobre la cual ninguna edad antes o después ha sido sin peligro de tropezar. A los sabios de hoy, por lo tanto, se aconseja: “No menospreciéis las profecías” 1 Tes. 5:20.
El movimiento apostólico fue levantado para proclamar el traslado del servicio del Santuario terrenal al “tabernáculo del cielo que el Señor estableció, y no los hombres,” (Heb. 8:2), y para bautizar en el nombre del Padre del hijo y del Espíritu Santo” (Mat. 28:19) a todos los que se arrepintieron de sus pecados. Pero para frustrar su propósito, Satanás se puso diligentemente a la tarea de preparar otro engaño, y con la muerte de los Apóstoles, rápidamente tuvo éxito en causar a la iglesia a perder completamente de vista
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la verdad del sacerdocio de Cristo y la verdad del bautismo, y a establecer en su lugar un sacerdocio terrenal y bautismo de infantes.
De esta manera, impelidos a descuidar y a menospreciar los Servicios del Santuario y el bautismo, su misma salvación, la iglesia cristiana cayó por el lazo de Satanás en el error. Y esa puerta todavía está prendida para atrapar a los incautos—todos los que menosprecian o estiman en poco, la Verdad que siempre avanza revelada en el mensaje del sellamiento especial para hoy.
Los movimientos Protestantes fueron levantados para declarar y para sacar toda ventaja de la supremacía de la Biblia, porque el mundo antes de la reforma fue atado en tinieblas por el gobierno religioso del hombre no inspirado, que no permitía al pueblo común el derecho de tener una Biblia. Hacían a la gente dependiente de su interpretación privada de ella. Por eso, llegaron las iglesias protestantes en sucesión, para restaurar la pisoteada verdad, cada una en contra de estos abusos y usurpaciones de los derechos humanos, cada una siendo levantada para hacer comprender al mundo cristiano de la verdadera inspiración y de libertad de religión, el derecho de tener una Biblia y el derecho de estudiarla para sí mismo y el deber de hacer la Biblia y la Biblia solamente, la regla de la fe.
Siendo resuelto, sin embargo, para destruir la reforma, Satanás desde un principio ha trabajado constantemente para inducir a cada miembro de
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la iglesia a complacerse en la interpretación privada de las Escrituras y en teorías fuera de la Biblia. Por consiguiente, el protestantismo hoy se encuentra siguiendo no solamente el camino de interpretaciones bíblicas no inspiradas de un hombre, sino en los caminos de interpretaciones no inspiradas de miles de hombres! Y el resultado es que el Cristianismo abunda en divisiones y confusión, sin paralelo en la historia—evidencia que la gran obra de los padres y pioneros de la Reforma Protestante ha sido pervertida y hecha una fuerza para minar y frustrar la obra especial de Dios para la iglesia de hoy.
Así que vemos que la reforma que originalmente, bajo la dirección de hombres inspirados, sacó la iglesia de un pantano, más tarde, bajo la dirección de hombres no inspirados, fue lanzada en otro pantano donde ella ha estado sufriendo desde ese tiempo. Y a menos que permitamos que la verdad nos desenrede y nos saque de este pantano de confusión, no podemos vencer a este enemigo de la inspiración en sus esfuerzos incansables y poderosos para pervertir los implementos de nuestra salvación hasta ser armas para nuestra destrucción.
El Movimiento de la iglesia Adventista del Séptimo Día fue levantado para declarar la obra del santuario. “Temed a Dios y dadle honra y gloria porque la hora del juicio (la Siega) es venida.” (Apoc. 14:7), para quitar del libro de vida del Cordero, los nombres de los que no habían llenado sus vasos con el aceite extra (Mateo 25:3); a y los que no habían puesto el
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vestido de boda (Mat. 22:11), a los que no habían aumentado sus talentos (Mat. 25:14-30); y también para quitar la cizaña de entre el trigo (Mat. 13:30).
Esta proclamación concerniente a los muertos, había de preparar a los vivos para el juicio venidero. Por esta razón Satanás ha empleado toda agencia para tranquilizar a todos los Adventistas para que sean oidores y predicadores pero no hacedores de la Palabra; para diezmar menta y anís y comino, por, así decirlo, pero omitiendo los asuntos más pesados de la ley. En breve, los ha hecho pobres miserables, ciegos y desnudos al fracasar por una parte de ser fieles ellos mismos a lo que enseñan otros a hacer; y al fracasar, por otra parte, de guardarse limpios de hacer las cosas que enseñan a otros a no hacer. Y para impedir que despierten de este “terrible engaño” (Joyas de los Testimonios, Tomo 3, p. 326-328), él los mantiene tibios, complacientemente soñando con que son ricos en verdad y sin necesidad de nada, aunque de hecho, ellos están en miseria y necesidad de todo.
Claramente, entonces, ser tibio con alucina ciones de ser ricos, son defectos pertenecientes a los laodicenses, y son los peligros que si no son reconocidos y quitados, resultará finalmente que Dios los vomite de su boca (Apoc. 3:16).
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Así una vez más el Señor amonesta miseri cordiosamente a los creyentes de la Verdad Pre sente a caminar en la luz y a evitar la tibieza, a no ser que caigan, volviéndose a pensarse ricos y aumentados en bienes y en necesidad de nada, y vuelvan a ser pobres y en necesidad de todo. Así que vemos que mientras que Satanás no ha podido vencer cada miembro individual. El ha sin embargo podido vencer cada movimiento hasta esta fecha.
El Movimiento de la hora undécima siendo el último mismo, por consiguiente, está en el mayor peligro de todos. ¡qué urgencia entonces, que mantengamos nuestros ojos bien abiertos, a no ser que nosotros también caigamos! Este Movimiento, sin embargo, siendo el último esfuerzo del Evangelio, tiene que “dar poder y fuerza” al Mensaje del Tercer Ángel” y “alumbrar la tierra con su gloria” (Apoc. 18:1); tiene que triunfar, aunque todo Movimiento antes que ello haya fracasado. Es destinado, no a “profetizar otra vez” a “muchas naciones” (Apoc. 10:11), sino “a todos.” Y como ha de ir a los que no han escuchado de Su fama, y para traer a la casa del Señor a todos los Santos “de todas las naciones” (Isa, 66:19, 20), es ello, por consiguiente, pre- ordenado a resistir. Para efectuar este propósito predeterminado, Dios está ahora “tomando las riendas en Sus propias manos” (Testimonios para los Ministros p. 300), para purificar la iglesia, quitando toda la cizaña, y conservándola libre de la misma desde allí y en adelante para que pueda pararse en el Monte de Sión con el Cordero (Apoc. 14:1).
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En verdad, en la misma Naturaleza del caso, el Movimiento de la hora undécima, tiene que triun far. Siendo el último que ha de recoger la cose cha, entonces si fracasa, cada uno en el mundo hoy quedaría perdido. Dobles son las razones que el Señor determina que venza. Así que los Davidianos, han sido llamados a “el reino para semejante tiempo.”
“Porque,” la Palabra declara, “Jehová juzgará con fuego y con espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados....Y enviaré de los escapados de ellos a todas las naciones....Y publicarán mi gloria entre las naciones.” Isa. 66:16-20.
“Y ellos” [los gentiles] los llamarán, El Santo pueblo, los redimidos del Señor.” Isa. 62:12.
“¿Quien podrá sufrir el tiempo...? ¿o quien podrá estar de pie cuando El se manifieste? porque El es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.” Mal. 3:2.
Por todas estas razones, entonces, sus adeptos tienen que probarse y mostrarse dignos. ¿Qué, por lo tanto, es el primero, y mayor peligro que amenaza a los creyentes de la Verdad-presente hoy?
Con el fin del viejo largo en perspectiva, con la obra nunca antes siendo tan grande, el tiempo en el cual hacerlo nunca antes siendo tan corto, con los obreros nunca antes tan pocos como ahora,
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¡Despiértese, entonces, O creyente de la Verdad-presente! ¡levántese rápido a la tarea dada! y “todo lo que te viene a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas.” Ecl. 9:10. “ Ya no más permita que un momento sea malgastado porque cada precioso minuto es útil para la salvación de su alma y las almas de otros.
Pregunta # 5:
¿No presenta la iglesia de Laodicea en su tibieza en una forma consumada, la condición peligrosa en contra de la cual el apóstol Pablo advierte cuando dice “el que piense estar firme mire que no caiga”?
Respuesta:
La historia sagrada repite la lección trágica que cuando un pueblo se equivoca, como lo hizo Israel en tiempo de Elías y de Cristo, ya no más son sensibles de ser equivocados. Asimismo, se repite la lección aun más trágica que un tal pueblo siempre ha mal-interpretado los esfuerzos de Dios para traerlo a El y apartarlo de sus errores. Así que una vez que se extravían de las enseñanzas de los profetas, y son cautivados por el liderazgo
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humano nuevo y magnético, su liberación y corrección llegan a ser casi imposibles. (Véase Profetas y Reyes, p. 121-126.)
En varias formas la debilidad fatal que ha caracterizado cada movimiento, de aquel de Israel y hasta Laodicea, ha sido el “echar de nuevo los cimientos de arrepentimiento de obras muertas.” Hebreos 6:1. Y lo que es aun más básico, y más urgentemente al punto, es que cada movimiento también dejó de progresar de un mensaje hasta el otro, y de alcanzar su blanco final de logros trascendentales en el conocimiento divino. Más bien, todos cayeron de las alturas de su propia rica experiencia espiritual, a la pobreza espiritual, porque dejaron de mantenerse al tanto de la luz. Cada divinamente llamado Movimiento llegó a estancarse quedando satisfecho que estaba haciendo pasos santificados en el sendero hacia el Monte de Perfección; que estaba “floreciendo, y que la paz y prosperidad espiritual” se hallaban “en todos [sus] fronteras” (Testimonios para la iglesia, Tomo 5, p. 217), cuando en realidad, lo contrario sucedía. Así sigue Laodicea, pensando que ella está bien cuando todo anda mal.
Nunca antes en la violenta historia de este mundo tan sumido en el pecado, la iglesia se haya visto confrontada por tan gran peligro y tan gran necesidad. En vista de semejante tremendo peligro, ¿qué es lo que dice Dios tocante a Su pueblo?—‘Más este es un pueblo saqueado y pisoteado, todos ellos atrapados en cavernas y
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escondidos en cárceles; son puestos para despojo, y no haya quien libre; despojados y no hay quien diga: Restituid.’ (Véase también Isaías 43.) Estas son profecías que se cumplirán.”—Testimonios para los Ministros, p. 96.
“Que mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que en ellos todo está bien cuando todo anda mal!”—Joyas de los Testimonios, Tomo 1, p. 327.
De nuevo, está escrito en Proverbios 29:18 (la margen), “Donde no hay profecía (“visión” en inglés), el pueblo queda desnudo.”
Aquí en forma más destacada, es el cuadro de un pueblo que ha perdido su “visión” (la dirección sobrenatural ofrecida por la viva voz del don profético que mora entre ellos), pero quienes no se dan cuenta de ello. Aún más asombroso, han evidentemente introducido sus propias invenciones (ídolos) como sustitutos por las cosas de Dios. Esto lo han hecho tan paulatinamente, que son tan inconscientes de ello como también no se dan cuenta que muchos no se han aprovechado de los libros del Espíritu de Profecía—sus mismos “ojos”. Y donde otros tenían estos libros de “visión” rodeándoles, han permitido que queden no leídos e ignorados, y por eso, “menospreciados.” —Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 217. Así que es en este sentido más que en cualquier otro que han llegado a ser ciegos—ya no más esperando más verdad revelada para dar
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poder a su mensaje (Primeros Escritos, p. 277). Con todo se lisonjean que están en el círculo interior del favor de Dios!
“El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño. No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios. Aunque aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espiritual. Este testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error, porque es el Testigo Fiel quien lo habla y su testimonio debe ser correcto.”—Joyas de los Testimonios, Tomo 1, p. 328.
Si el proceso del pensar de los Laodicenses no fue en desesperada necesidad de una reorientación y reparación espirituales completas, ellos no pensarían que tienen razón cuando “todo anda mal”. Piensan que son ricos cuando son desespe radamente despojados de verdad y justicia!
De acuerdo, nada sino un mensaje “con sanidad en sus alas” sanará la mente Laodicense de su enfermedad espiritual, en esta hora de la crisis de la iglesia, “los que hayan sido tímidos y faltas de confianza en sí, se declararán abiertamente para Cristo y su verdad. Los más débiles y vacilantes
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en la iglesia, serán como David—dispuestos a hacer y a aventurarse.”— (Testimonio, Tomo 5, p. 81. ¿Por qué?—porque tienen la promesa que “Habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.
“Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra el nombre de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia”(Zac. 13:1-2. ).
“Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos..., que para vosotros han hecho las manos pecadoras.... Volved a aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel.” Isa. 31:7, 6.
“En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; y el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.” Zac. 12:8.
La voz del Espíritu por Isaías esta ahora clamando en voz fuerte: “Despierta, despierta, vístete de poder O Sión; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén ciudad Santa. Porque nunca más vendrán a ti incircunciso o inmundo.... “¡Cuán
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hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!” Isa. 52:1, 7.
La misma voz por Nahum también amonesta: “He aquí sobre los montes los pies del que anuncia la paz. Celebra oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.” Nah. 1:15.
Pero en toda su historia, la entera iglesia nunca ha aceptado un mensaje del cielo. La llamada, por lo tanto, viene a cada miembro individual. Cada uno tiene que decidir por si mismo. Ninguno debería permitirse ser influenciado por otro. “Ninguno tiene derecho de excluir la luz del pueblo. Cuando un mensaje viene en el nombre del Señor a su pueblo, nadie debe excusarse de una investigación de sus pretensiones.... Porque siguieron este mismo proceder las iglesias populares fueron dejadas en tinieblas parciales, y por eso los mensajes del cielo no las han alcanzado.” —Testimonios sobre la Escuela Sabática, p. 65; Consejos Sobre la Escuela Sabática, p. 28.
“Pero vemos que el Dios del cielo a veces comisiona a los hombres a enseñar aquello que es considerado como contrario a las doctrinas estab lecidas. Debido a que los que una vez eran los
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depositarios de la verdad se manifestaron infieles a su sagrado cometido, el Señor escogió a otros que habían de recibir los brillantes rayos del sol de justicia, y que defenderían verdades que no estaban de acuerdo con las ideas de los dirigentes religiosos. Y entonces estos conductores, en las ceguera de sus mentes, dan pleno curso a lo que consideran justa indignación contra los que han puesto a un lado fábulas acariciadas. Actúan como hombres que han perdido la razón. No tienen en cuenta la posibilidad de que ellos mismos no han entendido correctamente la Palabra. No quieren abrir sus ojos para discernir el hecho de que han interpretado y aplicado erróneamente las Escri turas, y han edificado falsas teorías, a las que denominan doctrinas fundamentales de la fe.” —Testimonios para los Ministros, p. 69, 70.
Puesto que los Laodicenses ya están en el mayor engaño, luego el que alguno de ellos declinara a investigar con uno que pretende tener la verdad por temor a ser engañado al hacerlo, es para ridiculizar la razón. Investigar y estudiar es la única salvación de uno—su única esperanza de escapar de su “triste,” “terrible,” y “temible” engaño (J. T 1 p. 328-9). Y es su única esperanza de protección para evitar precipitarse al abismo. Así que tiene que estudiar como nunca antes! Y al hacer esto él encontrará que esto es el comienzo del mismo mensaje que debe tener para quitar las
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escamas de sus ojos y quebrar las cadenas invisibles, pero muy reales, de inercia y exaltación propia con los cuales el enemigo le tiene amarrado.
Pregunta No. 6:
¿Por qué no admite francamente que cualquier mensaje que viene de Dios no debería causar división o separación entre su pueblo? El hecho de que “La Vara del Pastor” causa contienda y separación, no es prueba suficiente que no puede ser el mensaje de la hora?
Respuesta:
Es cierto que cualquier revelación nueva de verdad de la Palabra de Dios no debería causar división y separación. Pero la triste verdad es que lo opuesto ha siempre sido el caso. Para satisfacerse el inquiridor sólo necesita pregun tarse: ¿Cuántas veces Dios ha enviado mensajes a su iglesia que no trajeron problemas y separación entre su pueblo? Si las conclusiones apoyan su premisa, luego como cristianos deberíamos, por supuesto, cambiar nuestra posición y reconocer que la Vara no contiene un mensaje de Dios. Sin embargo, la historia de la iglesia desacredita o refuta su lógica, luego, por supuesto, esperamos que como un cristiano honesto y un buscador de la verdad, que él confesará que su raciocinio no ha refutado la Vara.
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Como todos los mensajes enviados del cielo que llegaban antes, el mensaje de la Vara según la profecía de Ezequiel capítulo 9, y Testimonios para los Ministros, p. 445, está puesto “para caída y para levantamiento de muchos en Israel” (Luc. 2:34) es exactamente calculado para efectuar un zarandeo, una separación de la cizaña entre el trigo en la membresía de la iglesia! (Véase Primeros Escritos p, 270) El hecho que el mensaje de la Vara efectúa una separación, es otra evidencia en la prueba que en este efecto fundamental, por lo menos, está en armonía con todos los otros mensajes de Dios. Esto, por lo tanto, añade otro vínculo a la áurea cadena de verdad que no puede ser manchado o quebrado. “El peso de evidencia” es el único criterio final digno de un cristiano quien ha de siempre hacer una investigación por si mismo concerniente a lo que pretende ser la verdad.
Pregunta No.7:
¿Cómo armoniza usted “Obreros Evangéli cos,” p. 44, párrafo 2, con La Vara del Pastor, Tomo 2, p. 240, párrafo 2, presentados compa rativamente como sigue:
“El mensajero no es el Señor mismo... El es quien prepara el camino para el Señor,”—“La Vara del Pastor, Tomo 2, p 240.
“Cristo, el Mensajero del pacto, trajo las buenas noticias de salvación.”—“Obreros Evan gélicos,” p. 44.
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Respuesta:
Mientras que en la página 44, de Obreros Evangélicos, se aplica el título de “Mensajero del Pacto” a Cristo, en la página 20 se aplica a Moisés. En justaposición, estos dos se ven así:
“Cuando Moisés fue escogido como el mensajero del pacto, la palabra que le fue dada fue: ‘sé tu para el pueblo como Dios’”.—Obreros Evangélicos, p. 20.
“Cristo, el mensa jero del pacto, trajo las noticias de salva ción.”—Obreros Evangélicos, p. 44.
Mientras que Obreros evangélicos aplica el término a los dos (a Moisés y a Cristo), Cristo mismo lo aplica a Juan el bautista. El dijo “a las multitudes concerniente a Juan: ¿Pero qué salisteis a ver, a un profeta? sí, os digo, más que profeta, porque éste es de quien está escrito: ‘He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará el camino delante de ti y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.” Mat. 11:7-9, 10, 14.
Como Dios había hecho el pacto escrito y el pacto hablado con su pueblo antiguo que el les enviaría a Moisés, Juan y Cristo, ellos vinieron en cumplimiento de esos pactos y cada uno traía su mensaje, así por eso, cada uno en su tiempo fue el Mensajero del Pacto. Sin embargo, las palabras de Malaquías hacen muy claro que el Mensajero del Pacto en su sentido más estricto, es Elías el profeta, (Mal. 3:1-5; 4:5), el último mensajero para preparar el camino del Señor. (Véase Testimonios para los Ministros, p. 475).
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En el análisis final, sin embargo, el título Mensajero del Pacto pertenece al Espíritu Santo. Por ejemplo, 1 Ped. 3:18-20 declara que Cristo predicó a los antediluvianos por el mismo “Espí ritu” por Quien fue “vivificado.” Pero como el predicó por el Espíritu en la persona de Noé, no Él mismo, Él así reveló la verdad que el Espíritu Santo está en todos Sus mensajeros.
“Así los Santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Ped. 1:21). En breve resumen el mensajero del pacto quiere decir el Espíritu Santo (el Cristo invisible) en el representante visible del cielo—sea Moisés, Juan, Cristo, Elías, o algún otro.
Pregunta no. 8:
Se me ha dicho que en alguna parte de sus escritos la Hermana White dice, “tenemos toda la luz que necesitamos hasta que Jesús venga.” ¿Puede usted dar la cita?
Respuesta:
No sabemos de una tal declaración. Además semejante declaración será totalmente contraria a todo lo que la Hermana White ha escrito en el tema, como se puede ver rápido de sus muchos testimonios sobre este punto: “La pregunta se me
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ha hecho, ‘piensa usted que Dios tiene más luz para nosotros como pueblo?’ Yo respondo que él tiene más luz que es nueva para nosotros, y que con todo es la antigua preciosa luz que ha de brillar de la palabra de verdad. Tenemos solamente una poca claridad de los rayos de luz que todavía han de venir a nosotros; No estamos aprovechando al máximo la luz que el Señor ya nos ha dado, y así fracasamos en recibir la luz aumentada; no caminamos en la luz ya derramada sobre nosotros”—The Review and Herald, 3 de julio, 1890).
“Todos deberíamos saber lo que se enseña entre nosotros; porque si es la verdad la necesitamos.... No importa por quien sea enviada la luz deberíamos abrir nuestros corazones para recibirla, con la mansedumbre de Cristo.... Oh, que actuemos como hombres que quieren luz!” “El Señor envía luz a nosotros para probar de que clase de espíritu somos. No hemos de engañar nos.” “No deberíamos ni por un momento pensar que no hay más luz, ni más verdad para darnos.” —Obreros Evangélicos p. 316, 317, 324.
Obviamente, por lo tanto, no puede haber ni una sugerencia en los escritos de la Hermana White que tenemos toda la luz toda la Verdad y que no necesitamos nada más. Pero hay en la Biblia por lo menos dos previstas de un pueblo que pensarán equivocadamente que no necesitan nada más: (1) las cinco vírgenes insensatas, quienes piensan que el aceite en sus lámparas
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basta para darles luz hasta el reino, pero quienes siendo equivocados no logran alcanzar su blanco. (Véase Mat. 25:1-13); y (2) los Laodicenses que piensan que no tienen necesidad de nada, aun cuando el Señor dice que tienen necesidad de todo, y quienes de esta manera se acarrean el destino de ser vomitados de Su boca. (Véase Apocalipsis 3:14-18.)
Cualquiera que siga la presunción que la Hermana White ha dicho, “tenemos toda la luz que necesitamos hasta que Jesús venga,” a menos que renuncie a tal noción, acarrearáse el destino de la virgen insensata o el laodicense no arrepentido.
Pregunta No. 9:
“Primeros Escritos,” p. 15, dice que Dios anunciará el día y la hora de la venida de Jesús y derramará sobre los Santos el Espíritu Santo. ¿No toma lugar todo esto al tiempo de las siete última plagas, justamente antes del segundo Advenimiento? Y si es así, ¿no mostrará esto que la “lluvia tardía” ha de ser derramada sobre el pueblo de Dios, después del fin de la Gracia?
Respuesta:
Por cierto, comprendemos del pasaje conside rado, que hacia el tiempo de la última plaga, Dios anunciará el día y la hora de la venida de Cristo, y que luego derramará Su Espíritu sobre Sus Santos. No reconocemos, sin embargo, que este derramamiento es la “lluvia tardía” o la “lluvia temprana” de la verdad, ni todavía el poder
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predicho por Joel 2:23, 28, sino más bien la manifestación final del Espíritu Santo no para revelarnos más verdad del Evangelio, ni para capacitarnos para proclamarla más plenamente, sino sencillamente para bautizarnos con una ido neidad para ver a Jesús cara a cara, “como El es”.
Pregunta no. 10:
La Hermana White escribió en 1882 que el Fuerte Clamor del mensaje del tercer ángel había comenzado; sírvase explicarme por qué otros dicen que todavía está en lo futuro y ¿qué es lo que hace fuerte el clamor?
Respuesta:
Tiene que haber una diferencia notable entre la voz del mensaje antes del Fuerte Clamor, y la voz del mensaje en el Fuerte Clamor; de otro modo no puede llamarse “fuerte.”
El mensaje se hincha hasta ser un Fuerte Clamor con virtud de una adición que le da “poder y fuerza"—Primeros Escritos, p. 277. La única conclusión admisible, por lo tanto, puesto que la iglesia nunca ha aceptado un mensaje adicional, y desde que nunca haya llegado otro (salvo ese de La Vara del Pastor) que daría poder y fuerza al viejo mensaje, el Fuerte Clamor no pudiera haber empezado a cualquier tiempo antes de esto.
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Además, las “abominaciones” en la iglesia no sólo han demorado el Fuerte Clamor, sino han acallado el clamor más pequeño que le precedía. En realidad, “el ángel de la iglesia de Laodicea,” siendo no idóneo ni para terminar la proclamación del mensaje en su clamor más pequeño, tiene que ser totalmente incapaz para proclamar el Fuerte Clamor. Obviamente, si ahora él no rápidamente se arrepienta y acepta el mensaje adicional que ha de empezar el Fuerte Clamor, entonces no sólo él no lo proclamará, sino también será “vomitado.”
“ . . . sólo los que hayan vencido a la tentación en la fortaleza del Omnipotente,” advierte el Espíritu de Profecía, serán permitidos a participar en proclamarlo [el Mensaje del tercer Ángel] cuando se haya henchido para ser el Fuerte Clamor.”—The Review and Herald, No. 19, 1908.
Así que mientras el clamor pequeño es procla mado por los que hayan, igual que a los que no han vencido la tentación, el Fuerte Clamor será proclamado solamente por los que hayan vencido.
Aunque el Fuerte Clamor había de comenzar por el año 1892, fue acallado por la iglesia cuando rechazó el mensaje de 1888. De esta manera, el rollo fue contenido y el mensaje adicional que había de dar “poder y fuerza” al mensaje del Tercer Ángel, por un tiempo dejó de desenvol verse más. Por consiguiente, en lugar de
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llegar a ser la luz del mundo, la iglesia misma entró en tinieblas. Viendo esto, el Espíritu de Verdad hizo una terrible declaración del destino y de la suerte de los Laodicenses no arrepentidos, mientras que daba una promesa gozosa futura para todos los que se levantarán y caminarán en el la luz que procede del trono.
“¿Cómo reconocerán nuestros hermanos esta luz cuando venga al pueblo de Dios?” fue la pregunta importante hecha por la Inspiración. Y la respues ta inspirada fue: “Hasta ahora ciertamente no hemos visto la luz según esta descripción. Dios tiene luz para Su pueblo y todos los que la aceptan verán la pecaminosidad de quedar en el una condición tibia.”—The Review and Herald, oct. 7, 1890.
“En la manifestación del poder que alumbra la tierra con su gloria, ellos verán solamente algo que, en su ceguedad, piensan peligroso, algo que despertará sus temores y se dispondrán a resistirla. Porque el Señor no obra según sus esperanzas e ideal, se opondrán a la obra. ¿Por qué, preguntan ellos, “no reconoceríamos el Espíritu de Dios, cuando hemos estado en la obra por tantos años?”—Bible Training School, 1907. (Impreso en The Review and Herald, Nov. 7, 1918). Esta declaración claramente proyecta el Fuerte Clamor en un tiempo futuro más allá de 1918.
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“El amor de Cristo, el amor de nuestros hermanos, testificarán al mundo que hemos estado con Jesús y aprendiendo de El. Luego el mensaje del tercer Ángel se henchirá hasta ser el Fuerte Clamor, y la tierra entera será alumbrada con la gloria del Señor.”—(Testimonios para la Iglesia, Tomo 6, p. 401.
Pregunta no. 11:
“La Vara del Pastor” dice que la lluvia temprana es el Espíritu de Profecía, y que la lluvia tardía es el íntimamente relacionado mensaje pre-Pentecostal, o “maestro de Justi cia,” que la iglesia está recibiendo ahora, y que el “poder” pentecostal es realmente otra cosa. Pero “El Deseado de Todas las Gentes,” dice que la “lluvia temprana” fue el “derramamiento del Espíritu Santo en los días de los apóstoles,” y que la “lluvia tardía,” es el mismo derrama miento Pentecostal que ha de ocurrir en el los últimos días. ¿Qué debería creer uno?
Respuesta:
Ambos libros están intentando explicar lo que la Biblia dice, y para armonizarlos deberíamos de estudiar el tema directamente de la Biblia —espe cíficamente del libro de Joel: “Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.” Joel 2:23.
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Nadie debería dejar de ver que la profecía de Joel tiene un doble cumplimiento. Aunque los que tienen la promesa de la lluvia tardía, son informados que ya han recibido la lluvia temprana, cuando la lluvia tardía cae sobre ellos, trae la lluvia temprana con ella, las dos cayendo sobre ellos en “el primer mes” (traducido “como al principio” en español). La traducción alternativa en el margen para la “lluvia” es un “Maestro de Justicia.” Ahora, si la lluvia temprana se repite, viniendo con la lluvia tardía en el mismo mes, luego el hecho se destaca que la lluvia temprana en los días de los apóstoles es la de que habla El Deseado de todas las Gentes, y la lluvia temprana que cae en el mes de la lluvia tardía, es la de la cual la Vara habla.
En el reino natural la lluvia temprana hace germinar la semilla y la lluvia tardía lleva la espiga a su pleno desarrollo. Así en el reino espiritual “la lluvia temprana” debe denotar un mensaje enviado del cielo para hacer germinar la semilla espiritual y la lluvia tardía “un mensaje que llega después, para hacer madurar el grano para la cosecha espiritual. Así trayendo el recipiente a la plena madurez de Justicia, la lluvia temprana y la tardía representan dos maestros de Justicia. En su aplicación completa, las dos lluvias, por lo tanto, no sólo son el derramamiento de la primera verdad pre-Pentecostal, las enseñanzas de Cristo en Su día, el tipo, sino son también el derramamiento inicial de la última verdad pre-Pentecostal, la Verdad Avanzada en
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nuestros días, el antitipo. Primero debe de haber una revelación de verdad Pentecostal, antes de que se pueda dar el poder Pentecostal para procla marla: “Y acontecerá que después” [de la lluvia temprana y tardía],” dice el Omnisapiente, “que derramaré mi Espíritu sobre toda carne.” Joel 2:28.
De acuerdo a esto, estas dos manifestaciones del Espíritu Santo se ven como inseparables. La primera desarrolla un pueblo enseñándoles en el Justicia; el segundo le hace madurar plenamente, y le reviste con poder para proclamar la verdad en Justicia. Como resultado, en la primera fase de la obra, se da “un maestro de justicia” quien adiestra un ejército de submaestros de justicia para llevar adelante la segunda fase.
Puesto que debía de haber una revelación de verdad en el los días de los apóstoles, en los de la Hermana White y en el nuestro tiempo, El Deseado de todas las Gentes tiene razón al decir en el tiempo (cuando fue escrito), que la lluvia temprana fue la “lluvia” de verdad en el los días de los apóstoles. Pero puesto que hoy día, la lluvia temprana es no solamente la verdad de los días de los apóstoles pero también es aquella de la Hermana White, la Vara tiene razón al decir que sus escritos, constituyen la lluvia temprana hoy, y que la lluvia tardía, como Joel muestra, se aplica al último mensaje—el mensaje de hoy (Joel 2:23). Así solamente (con la lluvia temprana siendo los escritos de la Hermana White, y la “lluvia tardía”
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siendo la Vara) la lluvia temprana y tardía caen a la misma vez, como exigida por la profecía de Joel 2:23. Y el poder de el Espíritu, siendo después de la primera lluvia y la lluvia tardía, es por lo tanto, en el futuro.
Pregunta no. 12:
Siendo instruidos a orar por el derrama miento del Espíritu Santo, miles sobre miles han sido fervientemente orando, pero en balde. ¿Por qué?
Respuesta:
De vez en cuando muchos individuos celosos, muchos movimientos y grupos cristianos fervo rosos han organizado impresionantes reuniones de oración con un esfuerzo resuelto y perseverante para efectuar el cumplimiento de la promesa del derramamiento del Espíritu Santo, es decir, la “lluvia tardía.” Puesto que, sin embargo, estos esfuerzos periódicos han terminando siempre en el chasco y frustración de corazón, miles de almas han llegado a ser confusos y perplejos hasta renunciando a su fe completamente, y tal vez sumidas en la infidelidad.
Con todo, ningún estudiante de las Escrituras negará el hecho que la Biblia sin duda habla definitivamente de la promesa de una manifesta ción singularmente dinámica del Espíritu Santo, que ha de derramar sobre los creyentes un poder especial tal como los apóstoles recibieron el día del Pentecostés,—si, y hasta mayor. Luego la
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respuesta a la pregunta, ¿Por qué no lo recibimos ahora? Sin duda alguna, es porque las condiciones para recibirla todavía no se han cumplido. Cuando las condiciones sean cumplidas, esta promesa segura de Dios, será cumplida instantáneamente, como lo fue con los apóstoles.
Por lo tanto, cualquiera que esté impidiendo al Cristiano recibir este mayor de los dones, el impedimento tiene que estar con él y no con Dios.
Hay una promesa del Consolador, el Espíritu de Verdad (Juan 16:7-13), y una promesa de la “lluvia tardía.” Joel 2:23, 28. Este Consolador prometido, los apóstoles recibieron el día del Pentecostés, y había de quedar con ellos para siempre; eso es aun con sus sucesores. Pero como en la sucesión Apostólica, los hombres de primitiva calidad apostólica pasaron, el Consolador gradualmente desapareció. Y aunque él en los diferentes tiempos se haya reaparecido en la forma del Espíritu de Verdad, Su poder y presencia pentecostales nunca desde ese tiempo han sido dados. Esta manifestación del Espíritu en Poder (Joel 2:28) no debería, sin embargo, confundirse con la manifestación del Espíritu de Verdad. (Joel 2:23).
El mismo título, la “lluvia tardía,” muestra que esta manifestación particular ha de tomar lugar en los “días postreros” —nuestro tiempo. Y por medio del profeta Zacarías la Inspiración al señalar que hay un tiempo establecido para la lluvia tardía, dice: “Pedid a Jehová lluvia en la sazón tardía;
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y Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno”. Zac. 10:1.
El pasaje relacionado de Joel 2:23 (el signif icado del margen) muestra que “la lluvia tardía,” el último mensaje, es “un maestro de justicia” “llevando el recipiente a un conocimiento pleno de Verdad, la justicia. Por lo tanto, mientras que los cristianos son instados urgentemente a orar y a agonizar por el Espíritu de Verdad en todos los tiempos, son aun más urgentemente instruidos para orar por ello ¡ahora!
Y como en el estado natural de las cosas, la lluvia tardía viene no sólo para hacer crecer el trigo, sino también para traerlo a una plena madurez, así, por la analogía espiritual, este Maestro de Justicia tiene que traer a los santos a una plena estatura de hombres en Cristo Jesús (Efesios 4:13)— capacitarlos para el Reino.
Pero la segunda fase, el poder prometido (Joel 2:28), que llega “después,” después de la “lluvia tardía,” es ella por la cual la mayoría de los Cristianos están orando sin considerar que hay una primera fase (Joel 2: 23)—el “maestro de justicia,” un derramamiento final de la Verdad Presente—que tiene que obtenerse antes que el derramamiento final de poder pueda realizarse.
Es evidente que la parte que llega “después,” el poder Pentecostal llega para capacitar al recipiente
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para proclamar la verdad tardía, y este poder no llega hasta que la iglesia como cuerpo, “Cada hierba en el campo” (Zac. 10:1), no un grupo aquí y un grupo allá, haya asimilado gozosamente para su crecimiento espiritual, toda la lluvia que el Maestro de Justicia, quien ahora ha llegado, ha traído.
Pero la grande pregunta que ahora nos confronta es: ¿Cuándo puede “toda hierba”, todo miembro de la iglesia, recibir esta verdad y poder gloriosos? ¿O será que santo e hipócrita igual los recibirán? La Inspiración contesta:
“Porque Jehová juzgará con fuego y con Su espada a todo hombre y los muertos de Jehová serán multiplicados.... y enviaré de los escapados de ellos a las naciones.... y publicarán Mi gloria entre las naciones.... y traerán a todos vuestros hermanos....a Mi Santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.” Isa. 66:16, 19, 20.
Así que entre el tiempo de la “lluvia tardía” de verdad y el “derramamiento” del poder del Espíritu, habrá un gran número de sellados quienes escaparán de la “matanza del Señor.” En otras palabras, a la cosecha de las primicias, cuando todos los pecadores hayan sido quitados de la iglesia, y sólo los justos queden, como con los 120 discípulos en el cuarto superior, entonces, y
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no hasta ese tiempo, puede el Señor finalmente derramar el poder de su Espíritu sobre todos (todos “los escapados”) para que puedan profeti zar, soñar sueños y ver visiones.
“Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado Santo; todos los que en Jerusalén están escritos entre los vivientes: Cuando el Señor lavare las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiare las sangres de Jerusalén de en medio de ella, con Espíritu de juicio y con Espíritu de ardimiento. Y creará Jehová en toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones; nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas: porque sobre toda gloria habrá cobertura. Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.” Isa. 4:3-6.
Sólo después de esta gran purga la iglesia (descrita también en el capítulo noveno de Ezequiel), el remanente será preparado para llevar su antorcha en la plena brillantez de Verdad a todo el mundo Gentil. De Sión entonces saldrá la ley, y la Palabra de Dios de Jerusalén. La obra será luego terminada, “abreviada en justicia,” y el Señor luego aparecerá en gloria—visto por todo ojo (Apoc. 1:7).
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Pregunta no. 13:
¿Cómo puede ser cierto que más verdad progresiva no fue dada a la iglesia durante el período de los 40 años de 1890 a 1930, cuando tantos de los libros de la Hermana White fueron publicados entre 1890 y 1915?
Respuesta:
Aunque muchos de los manuscritos de la Hermana White fueron publicados durante el período del tiempo mencionado arriba, con todo, una examinación cuidadosa revela que si cualquier nueva revelación de la Verdad oportuna bíblica, “alimento a su tiempo,” fuera publicado en ese plazo, fue revelada a ella antes de 1890. De hecho, tan temprano como 1871, ella misma anunció la cesación de luz adicional por medio de los Testimonios: “Soy autorizada por Dios para decirles que ni otro rayo de luz brillará sobre su camino, hasta que hagan uso práctico de la luz ya dada.”—(Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, p. 606.
Así que cualesquier testimonios que ella escribiera durante las fechas en cuestión (1890 y 1915), no fueron expresamente para revelar verdades publicadas a su tiempo, sino principal mente para ofrecer o dar consejos, amones taciones, reprensiones, e instrucción en justicia en un intento para salvar a los Laodicenses de ser vomitados. Cualquier otro aspecto de sus escritos quedó, en sus aspectos proféticos, un misterio hasta que los cuarenta años terminaron con la llegada de la
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Vara del Pastor.
Estando tanto tiempo sin aceite espiritual, los vasos de Verdad de la iglesia necesitaban llenarse con aceite nuevo, para que su lámpara pudiera alumbrar su sendero todo el camino hasta el Reino, a no ser que caiga del camino angosto y estrecho al mismo fin de su largo peregrinaje. Así que en su gran amor y misericordia, el Señor envió La Vara del Pastor para recoger y hacer un uso práctico de la luz ya dada. Por lo tanto, ahora el Señor manda, “Oíd la Vara y quien la establece.” Miq. 6:9.
Pregunta No. 14:
En la siguiente declaración, “Mientras Dios prepara el camino para las siete últimas plagas poniendo a dormir en sus sepulcros a algunos de Su pueblo, Él ha hecho lo mismo para que el evento tome lugar en 1931 (si esa fecha sea correcta),” ¿quiere enseñar “La Vara del Pastor,” Tomo 1, p. 219, que el juico de los muertos terminó en 1931 o alrededor de ese tiempo?
Respuesta:
En la declaración en consideración, la Vara no tiene referencia al juico Investigador. El mensaje no fija ninguna fecha, ni exacta ni aproximada, para la terminación del juicio de los muertos o el comienzo del juicio para los vivos. El tiempo de
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la terminación del evento de uno y el comienzo del otro, no ha de saberse hasta que el uno pasara y el otro comenzara.
En cuanto a la fecha de 1931 y el evento conectado con ella, no tenemos más luz al tiempo actual que al que se encuentra en el La Vara del Pastor, Tomo 1, pp. 108-114, y Tomo 2, p. 275. Fue al fin de 1930 y al comienzo de 1931 que la publicación del mensaje de la Vara se realizó, revelando la verdad de los 144.000 y llamando por una reforma. Así que mientras que no se comprendió exactamente de antemano qué sería la naturaleza del evento, con todo, cuando llegó la plenitud del tiempo y ningún otro evento ocurrió salvo esto, se identificó así como el que fue predicho en Ezequiel 4 en conexión con el fin de los 430 años proféticos, cuando el “rollo” había de desenvolverse un poco más.
(Las palabras itálicas son nuestras)
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